El velo musulm¨¢n agita Francia
Chirac sale en defensa del laicismo ante la multiplicaci¨®n de casos de exhibici¨®n de signos religiosos
El alcalde de Par¨ªs, el socialista Bertrand Delano?, ha convocado al Consejo de Disciplina de su Ayuntamiento para sancionar a una funcionaria que se niega a quitarse el velo musulm¨¢n durante las horas de trabajo y que tampoco estrecha la mano a los hombres, en nombre del pudor. No es un caso aislado entre las instituciones gobernadas por la izquierda: el Ayuntamiento de Besan?on ha dispensado de acudir al trabajo a una mujer contratada hasta fin de a?o como profesora de apoyo, porque acud¨ªa a las clases con la cabeza cubierta por un pa?uelo.
La izquierda se muestra muy exigente en cuanto a la prohibici¨®n de signos religiosos en las instituciones p¨²blicas, de modo que se mantenga la neutralidad del Estado respecto de las diversas creencias. Pero la derecha no quiere quedarse atr¨¢s. El presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, aprovech¨® ayer una visita a un barrio sensible para advertir: "El laicismo no es negociable. No se puede aceptar que se cuestionen la igualdad de sexos y la dignidad de la mujer como adquisiciones fundamentales de la sociedad moderna".
Porque el pa¨ªs vecino se enfrenta al problema de un creciente n¨²mero de mujeres que reclama la desigualdad, en nombre de la religi¨®n. Y lo hacen a pesar de las consecuencias que esto tiene para su vida profesional. As¨ª, una licenciada en Derecho ha sido rechazada recientemente en el Centro de Formaci¨®n de Abogados de Nancy por no retirarse el velo de la cabeza en el momento de prestar juramento como abogada en pr¨¢cticas, lo cual le impide completar los requisitos necesarios pare ejercer.
La crispaci¨®n tiene consecuencias m¨¢s serias cuando el velo reaparece en las aulas. Una chica de 12 a?os tiene prohibida la asistencia a clase en su colegio de Thann (noreste de Francia), desde mediados de mes, porque se niega a quit¨¢rselo. La chica no puede entrar f¨ªsicamente en las clases y se pasa las horas lectivas confinada en la secretar¨ªa del centro, a la espera de que cambie de actitud o de que sus padres, de origen turco, intervengan para que lo haga.
Los prohibicionistas sostienen que las chicas musulmanas podr¨¢n protegerse mejor de las imposiciones de las familias. Pero tal tesis se ha revelado dudosa tras la expulsi¨®n de Lila L¨¦vy, de 18 a?os, y de su hermana Alma, de 16, del instituto de ense?anza media en el que estudiaban en Aubervilliers, un suburbio de Par¨ªs. Su familia no les hab¨ªa impuesto nada: son hijas de un padre jud¨ªo no practicante y una madre musulmana que tampoco practica. El padre, adem¨¢s de protestar contra la exclusi¨®n escolar de sus hijas, se manifiesta m¨¢s bien resignado ante la opci¨®n tomada por ellas: "Espero que se les pase", dice, respecto a la decisi¨®n tomada por ellas de ponerse siempre el velo.
Las dos adolescentes lo adoptaron "por pudor", "por creencia religiosa" y por "convicci¨®n personal", seg¨²n explicaron a las televisiones que les entrevistaron. Puntos de vista inaceptables para el director del instituto en que estudiaban, disconforme con las t¨²nicas negras que llevaban, incompatibles "con el buen desarrollo de las clases de gimnasia y educaci¨®n deportiva". Adem¨¢s, las dos chicas hab¨ªan tomado parte en una manifestaci¨®n celebrada en el centro a favor de "la libertad del velo".
La polic¨ªa cree saber que Lila L¨¦vy ha sido manipulada por un militante fundamentalista y que particip¨® en enero en una conferencia sobre Irak, el mismo periodo en que convirti¨® a su hermana menor, seg¨²n una informaci¨®n publicada por el diario Le Figaro. La mayor de las dos hermanas ha negado tales datos y el Movimiento contra el Racismo habla de un "rumor sin fundamento".
Entre el miedo al islamismo radical y la tradici¨®n laica de la Rep¨²blica, el men¨² que se est¨¢ cocinando en Francia puede resultar muy indigesto.
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