Un hermafrodita protagoniza la nueva novela de Jeffrey Eugenides

Es uno de los j¨®venes valores m¨¢s cotizados de la narrativa de Estados Unidos. Hace algunos a?os, la novela Las v¨ªrgenes suicidas -adaptada al cine por Sof¨ªa Coppola- lo convirti¨® en un valor seguro y ahora, con la publicaci¨®n de Middlesex (Anagrama, y Anagrama-Emp¨²ries en catal¨¢n), Jeffrey Eugenides (Detroit, 1960) ha confirmado todas las expectativas. La novela, que recibi¨® el Premio Pulitzer, describe la saga de una familia norteamericana de origen griego y tiene la particularidad de estar narrada por un hermafrodita que fue mujer hasta la adolescencia y hombre posteriormente.

Eugenides es un autor norteamericano muy europeizado. De origen griego, aprendi¨® algo de espa?ol en Salamanca y vive ahora en Berl¨ªn, donde ha escrito una buena parte de Middlesex. "Creo que ya es hora de tirar a la basura la etiqueta escritor anglosaj¨®n", opina. "Yo mismo soy anglogriego y no anglosaj¨®n y hay muchos autores de la nueva generaci¨®n de Estados Unidos que son una mezcla de identidades".

La identidad, o m¨¢s concretamente los distintos cambios de identidad, son el tema central de Middlesex, que contempla la evoluci¨®n de la familia Stephanides a lo largo del siglo XX, desde su tierra natal de Esmirna, en la actual Turqu¨ªa, hasta Detroit, en Estados Unidos. "Utilic¨¦ la cuesti¨®n del cambio de identidad sexual del protagonista para marcar m¨¢s los distintos cambios de identidad que se viven en la novela", se?ala Eugenides. "La familia protagonista pasa por distintos cambios, de griegos a norteamericanos, de hermanos a esposos, etc¨¦tera. El narrador, a trav¨¦s de su propia metamorfosis, est¨¢ especialmente preparado para narrar las metamorfosis de su familia".

Eugenides, que califica su novela de "¨¦pico-ir¨®nica", con una clave de comedia que le permite hacer un juego entre el pasado cl¨¢sico de Grecia y el Detroit actual, comenta en tono de broma que "el libro empieza con Safo y acaba con Souvlaki". A?ade que el tema del hermafrodita aparece en todos los mitos griegos, por lo que se adecuaba muy bien a sus planteamientos. "Todos somos intersexuales", afirma. "Me document¨¦ sobre el tema para escribir la novela, pero m¨¢s que nada la escrib¨ª intentando identificarme lo m¨¢ximo posible con el narrador".

Para basarse en los avatares de la familia Stephanides, que evolucionan en paralelo a la historia del siglo XX, Eugenides se bas¨® en algunas experiencias de su propia familia. "Mis abuelos eran griegos nacidos en Asia Menor, en lo que ahora es Turqu¨ªa", explica. "Emigraron a Detroit y trabajaron en un bar. El resto, sin embargo, es pura ficci¨®n. Como todos los escritores, necesitaba encontrar un camino literario y la historia de mi propia familia me ayud¨® a hacerlo".

A pesar de que Eugenides asegura que lo narrado no se ajusta al cien por cien a su familia, y que por eso le dio el nuevo nombre de Stephanides, la revista New Yorker public¨® un adelanto de la novela con una foto de sus abuelos, lo que dio lugar al equ¨ªvoco. "El pie de foto aclaraba que no eran los protagonistas del libro, pero como nadie lee los pies de foto, el equ¨ªvoco fue creciendo", comenta con una sonrisa.

Asegura Eugenides que cuando se fue a vivir a Berl¨ªn, gracias a una beca, ya hab¨ªa escrito unas trescientas p¨¢ginas de Middlesex. "Una vez all¨ª, me di cuenta de que hab¨ªa un doble nivel en mi novela", afirma. "De un lado, la saga familiar y, del otro, la preocupaci¨®n del narrador por su cambio de sexo. Al final situ¨¦ esta ¨²ltima parte en Berl¨ªn, ya que me pareci¨® un escenario ideal para alguien que intenta superar las distintas divisiones que se narran en el libro. De un lado est¨¢ la divisi¨®n entre turcos y griegos; despu¨¦s, entre blancos y negros, y finalmente, entre hombres y mujeres".

Eugenides est¨¢ preparando ahora un volumen de cuentos, del que ya ha escrito la mitad, y tiene la intenci¨®n de seguir viviendo en Berl¨ªn. "Es un lugar agradable", se?ala, "y los alquileres son m¨¢s baratos que en Estados Unidos. Es un hecho que cuando el alquiler es barato se escribe mejor".