Teor¨ªa y pr¨¢ctica de la igualdad
El hilo conductor de esta articulada y revisada compilaci¨®n de 14 trabajos de Ronald Dworkin -escritos durante los ¨²ltimos veinte a?os -es la igualdad liberal como concepci¨®n unitaria que funde de manera inextricable tres ideales presentados muchas veces como contradictorios. La tarea de armonizar la igualdad, la libertad y la comunidad exige una definici¨®n previa de sus t¨¦rminos que evite los equ¨ªvocos. La igualdad de consideraci¨®n otorgada por una comunidad a todos sus miembros -esa Virtud soberana que figura como t¨ªtulo- no significa que los gobiernos aseguren a cada ciudadano una id¨¦ntica cuota de riqueza. Tampoco aspira a la equiparaci¨®n de su bienestar en t¨¦rminos de ¨¦xito o satisfacci¨®n: s¨®lo propugna la igualdad de recursos, sean bienes materiales, oportunidades o cualidades personales de talento, fortaleza, car¨¢cter y ambici¨®n. La libertad no es la licencia para hacer lo que se quiera sino una dotaci¨®n estructurada de derechos compuesta -como m¨ªnimo- por la libertad de conciencia, de religi¨®n, de expresi¨®n, de asociaci¨®n y de elecci¨®n. Finalmente, la comunidad no asfixia sino que potencia la responsabilidad individual.
VIRTUD SOBERANA
Ronald Dworkin
Traducci¨®n de Mar¨ªa Julia Bertomeu y Fernando Aguiar
Paid¨®s. Barcelona, 2003
532 p¨¢ginas. 35 euros
El contexto acad¨¦mico de esas teorizaciones son los debates abiertos desde mediados de los setenta por la Teor¨ªa de la justicia de John Rawls, que dio un giro copernicano a los supuestos b¨¢sicos de la filosof¨ªa pol¨ªtica y moral contempor¨¢nea: las contribuciones de Dworkin -catedr¨¢tico en Yale, Oxford y Nueva York- enriquecen esa fecunda pol¨¦mica con su experiencia jur¨ªdica y su talento para incorporar los enfoques de la filosof¨ªa del derecho a los problemas analizados. El volumen se divide en dos grandes apartados, dedicados respectivamente a la teor¨ªa y a la pr¨¢ctica. La primera secci¨®n recurre muchas veces al tratamiento hipot¨¦tico para ocuparse de los temas: desde los argumentos en favor de la igualdad de recursos frente a la igualdad de bienestar hasta la contraposici¨®n entre los modelos ¨¦ticos del impacto y del desaf¨ªo, pasando por los principios de igual importancia y de responsabilidad personal del individualismo ¨¦tico. Los cap¨ªtulos de la segunda parte toman como centro de reflexi¨®n algunas apasionadas pol¨¦micas libradas durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas en Estados Unidos: la fracasada reforma de la asistencia sanitaria intentada por Clinton, las ayudas a la pobreza y el seguro de desempleo, la financiaci¨®n de las campa?as electorales, la discriminaci¨®n positiva en la ense?anza universitaria, la clonaci¨®n de embriones, la persecuci¨®n a los homosexuales y el suicidio asistido.
Esas dos partes, sin embar-
go, se comunican entre s¨ª a trav¨¦s de numerosos canales. La complejidad, sutileza y morosidad de los razonamientos abstractos incluidos en los primeros cap¨ªtulos tal vez desalienten a los legos, m¨¢s interesados por las conclusiones de los debates (o los veredictos de las sentencias) que por las demostraciones l¨®gicas (o los fundamentos jur¨ªdicos) que las sustentan. No se trata, sin embargo, de un ejercicio neoescol¨¢stico, sino de un trabajo metodol¨®gico orientado a preparar las herramientas conceptuales necesarias para intervenir con conocimiento de causa en esas discusiones p¨²blicas. Dworkin aduce -tal vez exageradamente- que las diferencias entre las dos partes de la obra no afectan a sus contenidos sino s¨®lo a su presentaci¨®n: en su opini¨®n, las relaciones entre el "exterior" te¨®rico y el "interior" pr¨¢ctico no deben interpretarse en t¨¦rminos de aplicaci¨®n.
El crucial papel desempe?ado por la Corte Suprema en el sistema jur¨ªdico-pol¨ªtico de Estados Unidos concede una especial significaci¨®n a las sentencias de sus magistrados, que establecen una doctrina vinculante para los dem¨¢s tribunales y orientan la actividad de los legisladores. La extraordinaria maestr¨ªa de Dworkin a la hora de exponer, analizar y valorar los veredictos del Alto Tribunal constituye la mejor entrada para comprender las dimensiones no s¨®lo jur¨ªdicas sino tambi¨¦n pol¨ªticas y morales de los conflictos sometidos a su consideraci¨®n. Por ejemplo, los debates jurisprudenciales sobre la interpretaci¨®n de la Decimocuarta Enmienda de la Constituci¨®n estadounidense, cuyas cl¨¢usulas sobre el debido proceso legal y la protecci¨®n igual pueden amparar ciertos derechos individuales frente a los dictados de las mayor¨ªas, centran las pol¨¦micas en torno al aborto, los homosexuales y el suicidio asistido.
Un buen ejemplo del enfoque interdisciplinar que permite aliar al derecho con la filosof¨ªa pol¨ªtica y la ¨¦tica para estudiar un mismo problema es el comentario a la sentencia de 1976 de la Corte Suprema sobre el caso Buckley versus Valeo, que anul¨® los topes legales impuestos a la financiaci¨®n de las campa?as electorales en nombre de la libertad de expresi¨®n amparada por la Primera Enmienda. Tambi¨¦n resulta sobresaliente el tratamiento realizado por Dworkin de la discriminaci¨®n positiva en las universidades norteamericanas: de un lado, analiza la sentencia de la Corte Suprema de 1978 Regents of the University of California versus Bakke, que acept¨® de forma condicionada la preferencia en favor de los estudiantes negros, para mostrar la equidad de la acci¨®n afirmativa; de otro, resume los efectos producidos en Estados Unidos a lo largo de treinta a?os por la discriminaci¨®n positiva de las minor¨ªas raciales para concluir que, adem¨¢s, funciona.
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