?El Cowboy o Simbad? ?Qui¨¦n vencer¨¢ en la globalizaci¨®n?
1. ?Por qu¨¦ tenemos miedo al extranjero? Porque tememos que nos agreda y nos lastime. Todos tenemos miedo al Cowboy porque si un desdichado extranjero se acerca a sus fronteras, autom¨¢ticamente saca sus rev¨®lveres. Sin embargo, no tenemos miedo a Simbad el Marino. En la civilizaci¨®n del Cowboy el extranjero siempre es el enemigo porque el poder y la gloria proceden del control de las fronteras; en la de Simbad, sin embargo, el di¨¢logo con el extranjero enriquece.
1.1. Simbad es lo contrario de un emigrante. Siempre regresa a su punto de partida, que es Bagdad. Simbad no era una mera ficci¨®n, representaba a una clase de mercaderes de Bagdad que obten¨ªa riqueza y placer de los viajes y de la comunicaci¨®n con el extranjero: Simbad representaba a toda una civilizaci¨®n de viajeros-comunicadores y la islamizaci¨®n de Malasia, Indonesia y parte de China no se logr¨® con ej¨¦rcitos, sino fundamentalmente gracias a los mercaderes suf¨ªes que hablaban de su nueva religi¨®n: un islam donde el extranjero es el mejor aliado.
2. Pero ?cuidado! No identifiquen autom¨¢ticamente al Cowboy con la civilizaci¨®n americana y a Simbad con la ¨¢rabe; de lo que yo quiero hablar aqu¨ª es del modelo de extranjero. Quiero sugerir la hip¨®tesis de que nuestro modelo de extranjero nos viene impuesto por los intereses de la ¨¦lite que controla el Estado y su m¨¢quina burocr¨¢tica; si Simbad representa un h¨¦roe en el Bagdad del siglo IX y, concretamente en el reinado del Califa Harun er-Rachid, es porque en aquel momento el Estado era todav¨ªa incipiente y la ¨¦lite dirigente pod¨ªa acumular riquezas y poder gracias a un islam que en esencia era una estrategia de comunicaci¨®n.
3. Pero un siglo m¨¢s tarde, en la misma dinast¨ªa abasida que segu¨ªa reinando en Bagdad, aparece un Califa Cowboy: al-Mu'tadid, que declar¨® la guerra a Simbad, prohibi¨® a los musulmanes el acceso a los especialistas que ense?aban el arte del di¨¢logo y censur¨® los libros que explicaban las t¨¦cnicas de comunicaci¨®n. ?Por qu¨¦? Porque nuestro Califa Cowboy ten¨ªa a su disposici¨®n un formidable Estado con una burocracia imperial creada por los consejeros persas. Conclusi¨®n: es posible imaginar, tomando como modelo a Simbad, una globalizaci¨®n en la que el papel de los Estados consista en facilitar a los ciudadanos el conocimiento de las t¨¦cnicas de comunicaci¨®n y el arte de la navegaci¨®n y del viaje; porque Simbad, como ya he dicho, es lo contrario del emigrante. Siempre regresa a Bagdad. Pero ?de d¨®nde se sacar¨ªa el dinero para ense?ar las t¨¦cnicas de comunicaci¨®n a los ciudadanos? Bastar¨ªa con transferir el dinero que los cowboys destinan a fabricar armas para esp¨ªas, polic¨ªas y soldados, a las instituciones que ense?an el arte del di¨¢logo. ?Qui¨¦n va a perder con este cambio? Los ciudadanos, no, desde luego.
Extracto del discurso de F¨¢tima Mernissi.
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