Francia vigila al portaaviones 'Clemenceau' tras anularse su desguace en Gij¨®n

Una fragata de la Armada francesa custodia al viejo portaaviones Clemenceau en aguas cercanas a Sicilia, tras anular el contrato firmado con una empresa de Gij¨®n (Asturias) a la que se hab¨ªa adjudicado el barco para chatarra. ?sta es la situaci¨®n en que ha desembocado una semana de tiras y aflojas entre los abogados del adjudicatario y las autoridades francesas, que han roto el contrato alegando "violaci¨®n flagrante de los compromisos" por parte de la firma a espa?ola.

El Clemenceau, buque insignia de la Armada francesa hasta 1997, pesaba 33.000 toneladas en plena carga y est¨¢ previsto que genere unas 22.000 de chatarra. Pero su desguace es una operaci¨®n arriesgada, pues implica retirar miles de toneladas de amianto y deshechos de otros materiales muy utilizados en los a?os sesenta, cuando se construy¨®, que se consideran t¨®xicos.

"Que los trabajos se hicieran en Gij¨®n fue un criterio determinante en la elecci¨®n", asegura un portavoz del Ministerio de Finanzas, que autoriz¨® el contrato.

El buque sali¨® el 13 de octubre de Tol¨®n, la base francesa del Mediterr¨¢neo, remolcado y supuestamente con rumbo a Gij¨®n. Las autoridades francesas aseguran haberse quedado muy sorprendidas cuando descubrieron que la expedici¨®n tomaba la direcci¨®n opuesta: el 17 de octubre el portaaviones y los remolcadores estaban a punto de cruzar el estrecho que separa Sicilia de la parte continental de Italia.

Legislaci¨®n estricta

Durante varios d¨ªas se produjeron discretas negociaciones entre los encargados de seguir la operaci¨®n y los abogados de la empresa espa?ola. El mismo portavoz de Finanzas asegura que nadie hab¨ªa cuestionado "la seriedad y profesionalidad" de la firma adjudicataria. Un alto cargo de Defensa a?adi¨® que la legislaci¨®n francesa sobre el amianto es extremadamente estricta y el Estado franc¨¦s no puede arriesgarse a que tales operaciones se realicen en lugares no previstos. Descart¨®, no obstante, que se trate de "un incidente diplom¨¢tico". Es un problema comercial que "no tiene por qu¨¦ afectar a la imagen de Espa?a en Francia", a?adi¨®.

Ninguna fuente oficial confirm¨® que la firma espa?ola pretendiera llevar el barco a Turqu¨ªa, como suponen algunos medios franceses de comunicaci¨®n. El Estado franc¨¦s se sigue considerando due?o del Clemenceau, al menos de su derecho de guarda, una vez denunciado el contrato. Las autoridades francesas lo adjudicar¨¢n ahora a la firma que qued¨® segunda en el concurso, la alemana Erckhart Marine, que se propone desguazarlo en Grecia.

La asociaci¨®n ecologista Robin de los Bosques atribuy¨® lo ocurrido a la "guerrilla de los subcontratistas de la chatarra naval" y aventur¨® que ser¨¢ dif¨ªcil desguazar "miles de toneladas de amianto, litros de deshechos t¨®xicos y residuos de hidrocarburos" en un pa¨ªs desarrollado.