Ayuda de Bruselas para el control de las fronteras
"La vigilancia de la frontera exterior no es una cuesti¨®n nacional, sino comunitaria, donde el esfuerzo debe ser compartido y deber¨ªamos sufragarlo a trav¨¦s de la Uni¨®n Europea". ?sta es la posici¨®n que defiende el delegado del Gobierno para la Extranjer¨ªa y la Inmigraci¨®n, Ignacio Gonz¨¢lez, sobre uno de los principales problemas de Espa?a respecto a la inmigraci¨®n: el control de fronteras.
En ese sentido es fundamental la lucha contra las mafias que controlan el flujo de personas y que, recuerda Gonz¨¢lez, "mueven ya tanto dinero como el tr¨¢fico de drogas, seg¨²n un estudio de la ONU, y cada vez es m¨¢s dif¨ªcil luchar contra ellas".
La relaci¨®n entre Espa?a y la inmigraci¨®n que busca en Europa una vida mejor no se entiende sin considerar su situaci¨®n geogr¨¢fica y sus v¨ªnculos hist¨®ricos y culturales con los pa¨ªses latinoamericanos. La primera convierte sus fronteras en l¨ªmites al sur del continente, por donde llegan los inmigrantes de ?frica, especialmente los marroqu¨ªes: la Delegaci¨®n del Gobierno, que depende del Ministerio de Interior, contabiliz¨® 282.432 con permiso o tarjeta de residencia en 2002.
La segunda consideraci¨®n coloca a Espa?a como frontera a¨¦rea, al ser el primer destino de los extranjeros de habla hispana, sobre todo ecuatorianos (115.301) y colombianos (71.238). Para un gran n¨²mero de inmigrantes, Espa?a no es destino final, sino lugar de paso hacia Europa.
Las cifras oficiales indican que en los primeros meses de 2003 viv¨ªan en Espa?a 1.448.671 extranjeros con permiso o tarjeta de residencia vigentes, que se concentran en Andaluc¨ªa, Baleares, Canarias, Catalu?a, Comunidad Valenciana y Madrid.
Pero a ellas hay que sumar las estimaciones sobre la inmigraci¨®n clandestina, que hablan de alrededor de un mill¨®n de personas sin papeles, seg¨²n el sindicato Comisiones Obreras. Personas que consiguieron superar los controles -que en los primeros 10 meses de 2003 supusieron m¨¢s de 73.000 repatriaciones, que incluye rechazos en fronteras, expulsiones, etc¨¦tera- y cuyo trabajo en precario se ha convertido en acelerador de la econom¨ªa sumergida, que en Espa?a supone el 23% del PIB, seg¨²n el informe Inmigraci¨®n. Una apuesta por la dignidad de Cruz Roja Espa?ola.
La mayor¨ªa de esos inmigrantes entran en Espa?a por las fronteras terrestres y por los aeropuertos. "Aunque las pateras son la entrada masiva directa m¨¢s importante que tenemos", a?ade el delegado, quien precisa que este a?o se han devuelto 40.000 personas a Francia y 16.000 que llegaron en patera, de los que unos 9.500 eran marroqu¨ªes. S¨®lo hasta el 15 de octubre se ha contabilizado la llegada de 15.985 inmigrantes sin papeles, un 18,4% m¨¢s que el a?o anterior, cuando se detect¨® a 13.500 personas.
La oposici¨®n socialista acusa a la pol¨ªtica migratoria del Gobierno, seg¨²n su portavoz en ese ¨¢mbito, Consuelo Rum¨ª, de ineficacia, porque prima una visi¨®n policial en la soluci¨®n de los problemas. "Como el Gobierno ha estrangulado las v¨ªas de entrada regular, se ha multiplicado la entrada de personas sin permiso, porque ven que no funciona el contingente", a?ade.
Por eso, propone una pol¨ªtica transversal que abarque el ¨¢mbito laboral, social y educativo y que se instaure a trav¨¦s de una Agencia Espa?ola de la Migraci¨®n, dependiente del Ministerio de Presidencia, "que articular¨ªa todos los instrumentos de inmigraci¨®n", seg¨²n Rum¨ª.
Pero muchos de los problemas de Espa?a con la inmigraci¨®n son de origen diplom¨¢tico. Como por ejemplo que Marruecos, que s¨ª acepta el retorno de sus nacionales, no asume la devoluci¨®n de los subsaharianos que han pasado por su territorio.
En ese sentido, Gobierno y oposici¨®n est¨¢n de acuerdo: ayudar¨ªa una pol¨ªtica y una legislaci¨®n com¨²n europea, que incluyera la negociaci¨®n conjunta de tratados y un fondo com¨²n para facilitar las repatriaciones.
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