El reto de la inmigraci¨®n divide a Europa
La UE ha sido incapaz de poner en marcha una pol¨ªtica com¨²n desde hace cinco a?os
Los primeros pasos de la pol¨ªtica com¨²n europea de inmigraci¨®n son m¨¢s que inciertos. El s¨ªndrome del 11-S y, sobre todo, las resistencias de los gobiernos a ceder soberan¨ªa tambi¨¦n en este terreno est¨¢n paralizando los planes que ellos mismos se comprometieron a lanzar hace m¨¢s de cinco a?os. Adem¨¢s, el Parlamento Europeo planea recurrir la primera y ¨²nica directiva europea aprobada hasta ahora sobre la inmigraci¨®n legal por considerarla un retroceso. A la vez, en las instituciones de Bruselas se vive un profundo malestar por la minicumbre de esta pasada semana de los cinco grandes de la UE, que optaron por pactar unos acuerdos al margen de la Uni¨®n.
Europa necesita a los inmigrantes para afrontar su declive demogr¨¢fico y para cubrir m¨¢s de mill¨®n y medio de empleos, como repite una y otra vez la Comisi¨®n. La mayor presi¨®n migratoria de la Uni¨®n la soporta en este momento Espa?a, donde en s¨®lo una d¨¦cada se ha triplicado el n¨²mero de extranjeros y donde, desde hace tres a?os, se registra el mayor incremento de nuevos ciudadanos.
En Bruselas hay malestar por la 'minicumbre' en la que se pactaron acuerdos al margen de la UE
Por encima de las estad¨ªsticas de uno u otro pa¨ªs, el problema de la presi¨®n migratoria, legal o clandestina, afecta a toda Europa en su conjunto y, por tanto, nadie duda de que debe ser abordado en com¨²n. Por eso, algunos socios del club han criticado que Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Espa?a pactaran esta semana unas medidas de control de la inmigraci¨®n clandestina que en gran parte ya est¨¢n en marcha en el seno de la Uni¨®n. El viernes, en una reuni¨®n de trabajo de los 15 embajadores ante la UE, el representante belga pidi¨® explicaciones a la presidencia italiana de turno.
"Esa minicumbre es llamativa: primero, porque no coincide con la agenda del Consejo de la UE y, segundo, porque la organizan pa¨ªses que, como Espa?a, insisten p¨²blicamente en que la inmigraci¨®n debe gestionarse desde Europa. M¨¢s que una cooperaci¨®n reforzada, es un boicoteo reforzado a la pol¨ªtica com¨²n europea", clama la eurodiputada Anna Terr¨®n i Cus¨ª, portavoz socialista en el Parlamento Europeo de Justicia e Interior.
En la Comisi¨®n Europea molesta la iniciativa, aunque se muestran m¨¢s resignados. "Vamos a ver cada vez con mayor frecuencia este tipo de reuniones", dice un experto. "Habr¨¢ que esperar a que entre la Constituci¨®n en vigor para que estos asuntos se puedan aprobar por mayor¨ªa cualificada y no por unanimidad como ahora. Entonces, s¨®lo la Comisi¨®n tendr¨¢ la iniciativa y ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil llegar a acuerdos". Porque, hasta ahora, recuerdan, s¨®lo uno o dos pa¨ªses (Alemania y Austria, fundamentalmente) han bloqueado casi todas las iniciativas en esa materia para no ceder soberan¨ªa.
Mientras, la incertidumbre de los primeros pasos tiene su reflejo en la primera directiva europea ya aprobada, la de reagrupaci¨®n familiar, publicada en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas (DOCE) el 3 de octubre pasado. La Comisi¨®n de Libertades del Parlamento Europeo planea un recurso ante el Tribunal de Justicia europeo contra una norma aprobada sin consultarle que supone, creen, un retroceso social y jur¨ªdico al permitir la denegaci¨®n de la reunificaci¨®n familiar a los ni?os mayores de 12 a?os que no cumplan determinados requisitos de integraci¨®n.
El problema no es s¨®lo la cesi¨®n de soberan¨ªa. Controlar los flujos migratorios requiere importantes inversiones que los pa¨ªses contribuyentes netos de la Uni¨®n (Alemania, Suecia, Holanda, Reino Unido) se resisten a afrontar.La UE quiere acordar, por ejemplo, antes de final de a?o, un fondo de readmisiones de 250 millones de euros para 2004-2006. Con ese dinero, ayudar¨ªa a los pa¨ªses exportadores de inmigrantes a hacerse cargo de los ciudadanos clandestinos interceptados. El problema, seg¨²n las fuentes consultadas, es que esos pa¨ªses terceros tienen poco inter¨¦s en colaborar. Ecuador obtiene ya m¨¢s divisas a trav¨¦s de sus ciudadanos emigrados legal o ilegalmente que a trav¨¦s de las ventas de su petr¨®leo. A Marruecos tambi¨¦n le sale m¨¢s rentable su poblaci¨®n asentada en el exterior que sus ingresos por turismo.
Sin embargo, el sistema parece funcionar cuando se desarrolla adecuadamente. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se ha convertido en su principal defensor dados los excelentes resultados que ha cosechado tras los acuerdos de readmisi¨®n suscritos con T¨²nez y Albania. La presi¨®n de inmigrantes clandestinos de estos dos pa¨ªses ha cesado pr¨¢cticamente gracias a unos acuerdos que establecen cuotas de inmigraci¨®n legal y ayuda sobre el terreno. Incluso hay dotaciones policiales italianas asentadas en suelo albano.
De ah¨ª la propuesta italiana de instaurar en Europa un sistema global de cuotas del que se viene hablando desde hace a?os sin que llegue a concretarse. Berl¨ªn rechaza la posibilidad de que, en el futuro, le fijen desde el exterior esas cuotas. Los n¨®rdicos califican de "discriminatoria" la iniciativa porque sospechan que algunos pa¨ªses dejar¨¢n claro, por ejemplo, que rechazan a inmigrantes subsaharianos o de origen musulm¨¢n.
La Comisi¨®n, pese a todo, considera que hay que trabajar en esa l¨ªnea. Cada pa¨ªs, seg¨²n ese proyecto comunitario, definir¨ªa anualmente el perfil de los inmigrantes que necesita y en qu¨¦ cantidad. "Sinceramente, no creo que esta idea salga adelante porque es de dif¨ªcil aplicaci¨®n a nivel europeo", dice una fuente diplom¨¢tica. El comisario de Justicia e Interior, Antonio Vitorino, est¨¢ trabajando en una propuesta global que presentar¨¢ la pr¨®xima primavera.
F¨®rmulas anteriores ya han fracasado. Hace un a?o, en la cumbre de Sevilla, los Quince decidieron que, en todo acuerdo de cooperaci¨®n con terceros pa¨ªses, se incluir¨ªa una cl¨¢usula que implicar¨ªa la gesti¨®n conjunta de los flujos migratorios y la readmisi¨®n de clandestinos. A cambio, Europa aportar¨ªa apoyo econ¨®mico a las regiones de origen de los inmigrantes. En un a?o, la UE s¨®lo ha firmado acuerdos de ese tipo con Hong-Kong y Macao, y quiz¨¢ lo logre en 2004 con Sri Lanka. Ninguno de ellos es importante en el flujo migratorio hacia la UE.
"Todo esto lleva tiempo, hay que tener paciencia", explica un experto de la Comisi¨®n en el Magreb. "Con Marruecos las cosas est¨¢n funcionando bien. Ahora tenemos un proyecto de cinco millones de euros para formar all¨ª a los candidatos a emigrar a Europa en funci¨®n de lo que los empleadores necesitan", explica. Hay otras iniciativas sobre la mesa, como la posibilidad de garantizar la acogida a las v¨ªctimas de trata de seres humanos, crear una agencia de fronteras, instituir el estatuto de residentes extranjeros de larga duraci¨®n, gestionar conjuntamente el flujo de refugiados e introducir en los visados datos biom¨¦tricos.
Entretanto, y mientras los pol¨ªticos y los t¨¦cnicos se enredan en discusiones interminables, m¨¢s de un mill¨®n de sin papeles intentan cada a?o, muchas veces con ¨¦xito, entrar en la fortaleza europea.
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