Una muestra revisa en Pamplona la esencia del retrato a trav¨¦s de las obras de 23 fot¨®grafos
"Lo que impresiona de los retratos presentados aqu¨ª es la desaparici¨®n progresiva de toda ficci¨®n y de todo teatro", escribi¨® R¨¦gis Durand" para la selecci¨®n de fotograf¨ªas de la colecci¨®n Ord¨®?ez-Falc¨®n que ahora se muestran en Pamplona (sala Zapater¨ªa). Bajo el t¨ªtulo El otro, yo, se exhibe medio centenar de im¨¢genes de 23 autores y un mismo manantial de veracidad creativa reflejada desde 1930 hasta el a?o pasado. Enrique Ord¨®?ez-Falc¨®n, propietario de la colecci¨®n y director de la fundaci¨®n creada sobre ella, dice: "Adquirimos con coraz¨®n y est¨®mago. Coleccionamos lo que amamos".
Las im¨¢genes expuestas forman parte de los fondos de la colecci¨®n Ord¨®?ez-Falc¨®n
A finales de este mismo a?o, la Fundaci¨®n Centro Ord¨®?ez-Falc¨®n tendr¨¢ ya perfilado el proyecto de contenidos del museo internacional de fotograf¨ªa que se construir¨¢ en los espacios de la antigua Tabacalera de San Sebasti¨¢n, un centro que dar¨¢ una sede permanente a la colecci¨®n, de la que ahora carece. Ser¨¢ el ¨²nico museo espa?ol dedicado en exclusividad a esta expresi¨®n art¨ªstica y lo nutrir¨¢n las 1.200 obras que componen sus fondos art¨ªsticos, uno de los m¨¢s importantes de Espa?a en manos privadas, formado a lo largo de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas.
Comisariada por Carolina Mart¨ªnez, la muestra presenta hasta el pr¨®ximo diciembre una relevante muestra de retratos pertenecientes a la fundaci¨®n, desde im¨¢genes irrepetibles plasmadas por Walker Evans o Raoul Hausmann en la d¨¦cada de los a?os treinta hasta las m¨¢s recientes series sociol¨®gicas de Pierre Gonnord (2000), Julia Gal¨¢n (1997), Thomas Ruff (1984), Humberto Rivas (1985), Annaleen Louwes (2001) o Juan Urrios (2001-2002). A ellos se suman piezas de cl¨¢sicos como Richard Avedon, Diane Arbus, Christer Str?mholm, Gabriel Cuallad¨®, Robert Maplethorpe o Irving Penn.
La fundaci¨®n, que mantiene una activa pol¨ªtica de adquisiciones, compr¨® hace escasas semanas algunas de las ¨²ltimas im¨¢genes con las que ha completado la exposici¨®n de la capital navarra. Dorothea (2001) o The Rose Garden (2001), de la fot¨®grafa alemana Loretta Lux, son un claro ejemplo de las tendencias m¨¢s actuales por las que circula el retrato fotogr¨¢fico, as¨ª como la serie Selfportraits (1990-1998), de Sarah Lucas. A la presencia de innumerables t¨¦cnicas fotogr¨¢ficas se unen en la exposici¨®n algunas ciertamente peculiares como la utilizaci¨®n de los post-it con los que Vik Mu?iz obtiene resultados como Chuck (2001).
No necesita palabras la precisi¨®n hiperrealista de gran tama?o de C¨¦line Van Balen en Y¨¦sim (1998) o Figem (1998), en la l¨ªnea de Koos Breukel (Student, 1998). Sin embargo, los textos son inseparables de las im¨¢genes en la serie Cantera (2001-2002) de Juan Urrios, fotograf¨ªas de inmigrantes de todo el mundo vistiendo en Barcelona la camiseta del Bar?a y explicando el por qu¨¦. Tambi¨¦n subyuga la belleza magn¨¦tica de El silencio, de Luis Gonz¨¢lez de Palma
El futuro museo de San Sebasti¨¢n ser¨¢ la sede permanente de los retratos expuestos ahora en Pamplona y de cuantas fotograf¨ªas posee la colecci¨®n, desde algunos de los primeros daguerrotipos del siglo XIX hasta el v¨ªdeo como imagen en movimiento que Ord¨®?ez-Falc¨®n ha incorporado ya a sus fondos
Tras visitar la exposici¨®n pamplonesa, el espectador comprende otras palabras que R¨¦gis Durand escribi¨® para la muestra: "Ese juego de la mirada es ir del yo hacia el otro y hacia s¨ª mismo, ese ir de la presencia hacia la ausencia es, tal vez, lo que constituye la esencia del retrato".
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