Nacho Rodr¨ªguez levanta al campe¨®n

Que un entrenador serbio como Svetislav Pesic, todav¨ªa con varios minutos por jugarse un partido, sustituya a un jugador y se abraze a ¨¦l en la banda es un acto de reconocimiento tan raro, tan poco visto, que resulta extraordinariamente revelador. Eso es lo que hizo ayer Pesic con Nacho Rodr¨ªguez. Sustituirle y darle un abrazo de padre y muy se?or m¨ªo.

El base malague?o estuvo el pasado verano fuera del Barcelona, en un tris de fichar por otro equipo. Al final, entre los vaivenes del mercado y una conversaci¨®n de ¨²ltima hora, logr¨® volver al redil, como era su deseo. Pero estaba claro que hab¨ªa existido un desencuentro con Pesic. El entrenador serbio, pese a los ¨¦xitos, quer¨ªa modificar por completo la direcci¨®n del equipo. Nacho Rodr¨ªguez, a sus 33 a?os, call¨® y redobl¨® su esfuerzo en las largas sesiones de preparaci¨®n f¨ªsica en las que siempre ha dado ejemplo. El pasado jueves, despu¨¦s de que el Barcelona sumara su tercera derrota, ante el reci¨¦n ascendido Tenerife, se neg¨® a recurrir a los t¨®picos y los subterfugios para definir la situaci¨®n por la que atravesaba el equipo que el a?o pasado lo gan¨® todo: "Estamos haciendo el rid¨ªculo", dijo.

Los azulgrana continuaban poco m¨¢s o menos en ¨¦sas ayer, durante el primer cuarto de su partido ante el Adecco Estudiantes. El equipo madrile?o, con un Felipe Reyes muy suelto y un vertiginoso ritmo de juego, ahondaba en la preocupaci¨®n que reinaba en el Palau Blaugrana y se situaba diez puntos arriba (15-25).

Fue el momento en el que Pesic recurri¨® a Nacho Rodr¨ªguez, que, con su entusiasmo caracter¨ªstico, irrumpi¨® como un vendaval y cambi¨® por completo el partido. Lo hizo junto a otro joven base, V¨ªctor Sada. El Barcelona empez¨® a anotar desde fuera de la zona, a defender con mucha m¨¢s garra, a frenar a Brewer. Nacho Rodr¨ªguez concluy¨® con 16 puntos, cinco rebotes, cinco asistencias y dos pelotas recuperadas. Y, por encima de todo ello, cambi¨® por completo los biorritmos de su equipo y demostr¨® poseer el preciado don que distingue a muy pocos jugadores: ser capaces de dar a sus equipos un plus cuando en peor situaci¨®n se encuentran. Bodiroga fue quien m¨¢s se benefici¨® de ello. Volvi¨® a ser el Bodiroga de la pasada temporada despu¨¦s de su flojo inicio en la presente. El Barcelona al completo se recuper¨®.

Estudiantes insisti¨® en una defensa en zona con la que trat¨® de proteger a un Felipe Reyes muy cargado de faltas y al mismo tiempo impedir que Femerling, Fucka y Varejao impusieran su ley bajo los aros.

Pero ello destap¨® el tarro de las esencias de los ca?oneros azulgrana, que anotaron casi tanto de tres puntos (14 canastas de 24 lanzamientos) como de dos (17 de 32), con mejor porcentaje incluso. Estudiantes acus¨® el hecho de que Felipe Reyes se constituyera en el ¨²nico de sus jugadores con capacidad resolutiva. S¨®lo Brewer le acompa?¨® durante algunas fases. Pero Loncar, Miso, Azofra, Jasen e Iturbe apenas sumaron. El Barcelona, despu¨¦s de haber abierto diferencias de hasta 17 puntos, pas¨® algunos apuros porque Brewer, Patterson y Reyes aprovecharon las ausencias bajo el tablero azulgrana de dos intimidadores del calibre de Due?as y Femerling, al que Pesic tambi¨¦n mantuvo sentado en el banquillo, donde estuvo casi todo el partido el madrile?o. Estudiantes concedi¨® excesivas posiciones de tiro al Barcelona, lejanas del aro pero tan c¨®modas que no fueron desaprovechadas por ca?oneros como Rodr¨ªguez, Grimau, Navarro y Bodiroga, que se prodig¨® y cuadr¨® una estad¨ªstica inmaculada: cuatro triples en sus cuatro intentos.

El equipo madrile?o lleg¨® a situarse a cuatro puntos de distancia (71-67), pero de nuevo Nacho Rodr¨ªguez y Bodiroga, junto a la perseverancia de Navarro, hasta entonces a cero, llevaron a la victoria al Barcelona, en el que debut¨®, en la Liga ACB, Marc Gasol, el hermano del aventajado Pau.