El 'n¨²mero dos' del Pent¨¢gono sale ileso de un atentado con granadas en Bagdad
Powell reconoce que no esperaba que los ataques fuesen "tan intensos y tan largos"
El n¨²mero dos del Pent¨¢gono, Paul Wolfowitz, un ferviente partidario de la tesis de la guerra preventiva contra Irak, result¨® ileso ayer en un ataque con 29 proyectiles contra el hotel Al Rashid, el mejor protegido de Bagdad. Seis impactaron entre la tercera y la und¨¦cima planta de la fachada oeste. Wolfowitz ocupaba una habitaci¨®n en la duod¨¦cima, situada en la direcci¨®n del bombardeo. Un coronel del Ej¨¦rcito de EE UU result¨® muerto y 15 personas heridas. Ninguno es espa?ol. El atentado se produce dos d¨ªas despu¨¦s de la clausura de la Conferencia de Donantes celebrada en Madrid.
Esta acci¨®n de la resistencia, la m¨¢s audaz llevada a cabo hasta ahora por su dificultad y el objetivo elegido, contiene un mensaje impl¨ªcito: nadie puede sentirse seguro en Irak, ni siquiera un alto representante del Gobierno de Bush, que se encontraba en su habitaci¨®n y fue evacuado por miembros de seguridad militar. El lanzador utilizado se hallaba aparcado a 400 metros del Al Rashid, un lujoso hotel de 14 plantas construido en 1983 y que se yergue dentro de la llamada zona de verde, donde viven y trabajan mandos pol¨ªticos y militares de EE UU y alguno de sus aliados m¨¢s ilustres. Protegida por paredes de hormig¨®n de tres metros, kil¨®metros de alambrada y decenas de blindados, la zona es un b¨²nker insalvable desde tierra.
El autom¨®vil blanco de fabricaci¨®n norteamericana empleado por el comando llevaba enganchado un remolque azul. ?ste estaba equipado con 40 lanzadoras de proyectiles de 68 y 85 mil¨ªmetros de di¨¢metro de producci¨®n artesanal. Once no funcionaron. De los otros 29, seis impactaron en la fachada. Seg¨²n Nasir Saadom, guarda de un aparcamiento cercano, las explosiones se produjeron a las 6.10 (dos horas menos en la Espa?a peninsular). Nadie detect¨® la presencia del autom¨®vil, pese a que existe un puesto de vigilancia a 100 metros. Los agentes creyeron que el veh¨ªculo estaba averiado y no dieron la alarma. El dispositivo de lanzamiento dispon¨ªa de un temporizador que permiti¨® la huida de los atacantes entre cuatro y cinco minutos antes del atentado, seg¨²n fuentes de EE UU.
Origen del armamento
El general estadounidense Martin Dempsey inform¨® por la tarde de que se hab¨ªa abierto una investigaci¨®n oficial para determinar el origen del armamento, aunque pareci¨® descartar que procediera del disuelto Ej¨¦rcito de Irak. "Se trata de un dispositivo no demasiado sofisticado, no digo que no sea inteligente, y que puede requerir una preparaci¨®n de unos dos meses", dijo en rueda de prensa. Dempsey cree que un atentado de estas caracter¨ªsticas necesita de un reconocimiento previo del terreno.
La tesis de los dos meses contradice un hecho: se produce en la ma?ana en que el subsecretario de Defensa de EE UU estaba hospedado en el hotel, una planta por encima de donde impact¨® uno de los seis proyectiles. Parece claro que ¨¦l era el objetivo y que el comando pudo contar con informaci¨®n del lugar exacto donde dorm¨ªa.
A la hora de las declaraciones se escucharon ideas similares en todos los que intervinieron. Wolfowitz asegur¨® horas despu¨¦s del ataque que ¨¦ste no iba a variar un ¨¢pice la misi¨®n estadounidense de "ayudar al pueblo de Irak para liberarse del tipo de criminales" que efectuaron el atentado y a?adi¨® que "a¨²n quedan algunos que se resisten al hecho de que hemos liberado Irak".
[Desde Washington, el secretario de Estado, Colin Powell, reconoci¨® que no esperaba que los ataques "fuesen tan intensos y tan largos". En declaraciones a la NBC, Powell se?al¨®: "Estamos en un periodo muy dif¨ªcil. Seguimos en un conflicto y no creo que el presidente haya intentado minimizar este hecho, agreg¨®".] El administrador norteamericano Paul Bremer dijo que Irak no era hoy un lugar m¨¢s inseguro. "Hemos tenido un mal d¨ªa; los habr¨¢ buenos y malos".
De los 15 heridos trasladados al hospital, 11 son norteamericanos (cinco de ellos soldados) y un brit¨¢nico. El teniente coronel Luis Aparicio, jefe del gabinete del teniente general Luis Feli¨², que trabaja en la Autoridad Provisional Civil (CPA) dirigida por Bremer, declar¨® a la agencia Efe: "Los espa?oles que residen en el hotel est¨¢n sanos y salvos". En Al Rashid viven seis aunque su n¨²mero var¨ªa debido a sus movimientos por el pa¨ªs.
La acci¨®n llevada a cabo ayer representa un nuevo cambio de t¨¢ctica. La fortificaci¨®n de una parte de la ciudad -en la que trabajan o viven extranjeros- dificulta las acciones suicidas mediante coches bomba, como demostr¨® el atentado del 12 de octubre contra el hotel Bagdad. Al tratarse del centro principal de la CIA en la capital dispon¨ªa de extraordinarias medidas de seguridad. El coche bomba s¨®lo pudo salvar la primera barrera. Su explosi¨®n no caus¨® da?os al edificio ni a estadounidenses, pero mat¨® a seis civiles iraqu¨ªes. La utilizaci¨®n de proyectiles de 68 y 85 mil¨ªmetros de di¨¢metro, capaces de alcanzar objetivos desde cinco y siete kil¨®metros, convierte en vulnerables a todos esos b¨²nkeres de hormig¨®n. Wolfowitz lo dej¨® muy claro: "Va es ser un pa¨ªs peligroso. No podemos garantizar la seguridad de cada funcionario". Por la noche, se produjeron otras dos explosiones en la zona verde, sin que los militares de EE UU proporcionasen m¨¢s detalles.
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