El 'halc¨®n' intelectual
Paul Wolfowitz, de 59 a?os, tiene mucho m¨¢s peso pol¨ªtico en el Gobierno de Bush de lo que su cargo de n¨²mero dos del Pent¨¢gono indica. Es una de las tres figuras de la Sant¨ªsima Trinidad del pensamiento radical conservador -con el vicepresidente, Dick Cheney, y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld- del Gabinete del presidente George W. Bush.
La l¨ªnea central de la Doctrina Wolfowitz defiende que la misi¨®n pol¨ªtica y militar de Estados Unidos es garantizar que no haya otra superpotencia. Respaldado por su amplia experiencia y con la ayuda del grupo neoconservador que domina destacados centros de pensamiento en Washington, Wolfowitz es uno de los arquitectos de la estrategia de ataques preventivos que llev¨® a la guerra de Irak (ya esbozada en la famosa carta al presidente Clinton del 19 de febrero de 1998) y que aboga por mantener la presi¨®n contra los Estados de los que se sospecha que pueden albergar a grupos terroristas y respaldar a los Gobiernos duros de Israel a toda costa.
Los neoconservadores -un buen n¨²mero proceden de grupos izquierdistas antiestalinistas ligados a la socialdemocracia europea- son internacionalistas (en contraste con el pensamiento tradicional conservador estadounidense) que creen en la superioridad moral de Occidente y act¨²an en consecuencia.
Adem¨¢s de los puestos cubiertos en las Administraciones de Reagan, Bush padre y Bush hijo, Wolfowitz es un te¨®rico notable en defensa y pol¨ªtica exterior. Pas¨® el largo invierno impuesto por el presidente Bill Clinton a los republicanos en los a?os noventa como decano de la prestigiosa escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Johns Hopkins.
Hab¨ªa llegado all¨ª despu¨¦s de haber sido, durante cuatro a?os, subsecretario del Pent¨¢gono para Asuntos Pol¨ªticos. El entonces jefe del Pent¨¢gono, Dick Cheney, le encarg¨® la adaptaci¨®n de la estrategia defensiva de Estados Unidos a la nueva etapa despu¨¦s del final de la guerra fr¨ªa, la reducci¨®n conjunta de los arsenales nucleares rusos y norteamericanos y la orquestaci¨®n pol¨ªtica de la primera guerra del Golfo en 1991.
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