Carod preconiza que la prioridad del catalanismo sea el bienestar social

Nada es lo que era, y la naci¨®n catalana tampoco, sostuvo ayer Carod. Los cambios sociales han hecho que hoy, dijo, "estemos ante una nueva naci¨®n catalana, cuyos referentes no pueden ser los mismos de hace cuarenta a?os".

El dirigente republicano no se anduvo corto a la hora de desmitificar las viejas ideas. Por ejemplo, dijo, ya no es del todo cierto el eslogan independentista que pregona que "los catalanes no somos espa?oles". La evoluci¨®n de la sociedad catalana ha hecho, explic¨®, que haya muchas personas "que se sienten catalanas pero tambi¨¦n espa?olas, y que para ellas lo espa?ol no sea visto como negativo". Porque, como es su caso, por ejemplo, muchos catalanes de hoy son hijos de personas nacidas en Arag¨®n, Andaluc¨ªa, etc¨¦tera.

Lo que seg¨²n Carod se impone ahora al catalanismo es sustituir un ideario nacional basado en la lengua y la cultura, por otro basado en la satisfacci¨®n de las necesidades materiales. "Lo que todos tenemos en com¨²n, ahora, es el bolsillo".

En el momento de concretar qu¨¦ nuevos referentes nacionales propone su partido, Carod cit¨® el valor ¨¦tico del trabajo, un cierto respeto de la privacidad, el respeto a la diversidad ling¨¹¨ªstica interna de Catalu?a y la actualizaci¨®n de los valores republicanos cl¨¢sicos (la trilog¨ªa libertad, igualdad y fraternidad; el laicismo). En el ¨¢mbito cultural cit¨® el retorno a una concepci¨®n nacional-popular.

Tener una lengua y una cultura propias no es suficiente para soldar una comunidad nacional si al mismo tiempo no se garantiza el progreso socioecon¨®mico de sus ciudadanos. Y eso no est¨¢ sucediendo ahora mismo en Catalu?a, asegur¨®, porque en la actualidad el Gobierno catal¨¢n es el que menos invierte en sanidad, invierte en ense?anza menos que el promedio de todas las comunidades aut¨®nomas y ha logrado que Catalu?a ya no sea el motor econ¨®mico de Espa?a.

Quienes sufren m¨¢s las carencias de esta situaci¨®n son quienes m¨¢s necesitan una decidida intervenci¨®n del poder p¨²blico en estos ¨¢mbitos. El final de ciclo pol¨ªtico que vive Catalu?a representar¨¢, a juicio de Carod, la superaci¨®n de la dualidad CiU-PSC que ha imperado durante los ¨²ltimos 25 a?os.

Este sistema ha consistido, record¨®, en que CiU ha controlado la Generalitat desde 1980 y el PSC los principales ayuntamientos durante el mismo periodo. As¨ª ha sido como se ha levantado "un muro muy peligroso" que separaba, "por un lado, lo que es catal¨¢n y nacionalista, y por el otro, lo que es progresista y de izquierdas".

La apuesta de ERC defendida por Carod es una Catalu?a "nacionalmente progresista", distinta del modelo de CiU, del que se?al¨® que a veces tiene incluso tintes etnicistas, y del modelo del PSC. "No compartimos el modelo de catalanidad folcl¨®rica, provinciana, rural, cobarde y encerrada en s¨ª misma que caracteriza a CiU y que impide la integraci¨®n de la gente venida de fuera", afirm¨®. Pero junto a este rechazo, Carod incluy¨® tambi¨¦n el de la Catalu?a "sin una visi¨®n nacionalmente catalana" propia de los socialistas. Para el PSC, s¨®lo cuenta, dijo, "la Barcelona cosmopolita y urbana".

Carod tambi¨¦n critic¨® la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de los gobiernos de CiU porque su resultado ha sido, seg¨²n ¨¦l, "hacer que la lengua catalana s¨®lo sirva para ingresar como funcionario de la Generalitat". Han logrado que apareciera como una lengua "artificial, obligada, oficial, antip¨¢tica". Le han hecho lo peor que pod¨ªa pasarle, agreg¨®, "que es politizarla".