Berlusconi y los sindicatos avivan su enfrentamiento por las pensiones
![Enric Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe19959f9-1b77-4fa4-b4c9-ad9c27d18ec2.png?auth=cc48cfeca3c4fa713d7e16fc9e97f765f78a2bc782edcbaf28750ab1efa9f6c0&width=100&height=100&smart=true)
El Gobierno de Silvio Berlusconi y los grandes sindicatos italianos siguen enfrentados por la reforma de las pensiones y no entablan el menor di¨¢logo. El Gobierno se declara dispuesto a negociar, pero prosigue con la tramitaci¨®n parlamentaria del proyecto de ley que retrasa desde los 60 a los 65 a?os la edad de jubilaci¨®n, e insiste en que s¨®lo algunos detalles secundarios podr¨ªan ser modificados.
Los sindicatos exigen la retirada completa del proyecto como condici¨®n previa para reunirse con el Ejecutivo conservador, y siguen adelante con un programa de movilizaciones que incluye una gran manifestaci¨®n en Roma el pr¨®ximo 6 de diciembre.
La convocatoria de diciembre aspira a repetir el ¨¦xito conseguido por los sindicatos en 1994, contra el mismo presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, y tambi¨¦n contra un plan de reforma del Estado de bienestar. En aquella ocasi¨®n se congregaron en Roma m¨¢s de un mill¨®n de personas. Poco despu¨¦s, el multimillonario milan¨¦s reconvertido a la pol¨ªtica cancel¨® la reforma. Esa retirada supuso, en la pr¨¢ctica, el final de la primera "era Berlusconi" y el retorno al poder de las coaliciones de centro-izquierda.
El conflicto de las pensiones ha adquirido un tono abiertamente pol¨ªtico. Varios sindicatos metal¨²rgicos anunciaron ayer que no participar¨ªan como tales en la marcha del 6 de diciembre, pese a que rechazaban la reforma, porque consideraban que la protesta rebasaba ya el ¨¢mbito sindical. Berlusconi, por su parte, sabe que arriesga mucho en el envite. Su popularidad desciende, sus aliados neofascistas de Alianza Nacional empiezan a tomar distancia respecto al primer ministro y a la reforma de las pensiones (sus parlamentarios han presentado enmiendas en el Senado, y su sindicato se suma a las manifestaciones) y el espectro de una crisis de gobierno empieza a dibujarse para principios de a?o.
Est¨¢ por ver, sin embargo, la fuerza real de los sindicatos. Las cuatro horas de huelga general realizadas el 24 de octubre tuvieron un seguimiento desigual.
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