Carles Santos ahonda en la obra de Rossini con un nuevo espect¨¢culo

Sin abandonar a Bach como m¨²sico de cabecera, el compositor valenciano Carles Santos ha adoptado a Gioacchino Rossini como compa?ero de su nuevo espect¨¢culo, El compositor, la cantant, el cuiner y la pecadora. Santos califica el montaje, que se estrenar¨¢ el martes en el Teatre Nacional de Catalunya, como un "ejercicio intimista que propone una degustaci¨®n Rossini para todos aquellos que no van a la ¨®pera".

La m¨²sica de Rossini y el agua son los protagonistas del espect¨¢culo, en el que el m¨²sico valenciano asegura haber hecho "de forma inconsciente" una particular biograf¨ªa del compositor de Pesaro. "Es una lectura de un cl¨¢sico desde mi ¨®ptica, una aproximaci¨®n alternativa, como ya hice en 1997 con la m¨²sica de Bach en La pantera imperial", explica Carles Santos de El compositor, la cantant, el cuiner y la pecadora, que se estrenar¨¢ en tierras valencianas el 23 de abril en el Auditori de Torrent. Una lectura que parte de la ignorancia, "que tambi¨¦n es un buen punto de partida", precisa, "porque a m¨ª no me gusta la ¨®pera, un g¨¦nero que considero incomprensible y demasiado largo". En este nuevo acercamiento a Rossini, tras su puesta en escena, en 2000, de El barbero de Sevilla, Santos hace un ejercicio de sincretismo y concisi¨®n mezclando su propia m¨²sica con la del italiano en un concentrado de 65 minutos.

Un concentrado que abandona el formato de gran montaje para hacer en un ejercicio intimista en el que el Santos juega a visualizar la m¨²sica de Rossini "sin escenograf¨ªa, con una iluminaci¨®n de joyer¨ªa, de detalle, a ritmo de performance y sin referentes externos de ning¨²n tipo". "No es un espect¨¢culo con an¨¦cdota", detalla el m¨²sico, "el punto de partida es una gota de agua, que ejerce un papel metron¨®mico y que muchas veces es el ¨²nico acompanamiento de los int¨¦rpretes para cantar".

El agua se erige, junto a la m¨²sica de Rossini, en la protagonista de El compositor, la cantant, el cuiner y la pecadora. A partir de ella Santos ha seleccionado los fragmentos musicales de la obra de Rossini y ha imaginado las escenas. El agua cae gota a gota, empapa a los cantantes, suministra fluidos, a trav¨¦s del piano, a las cabezas de Beethoven, Wagner y Verdi, en escena, mientras la m¨²sica de Rossini suena. "Para que compartan pensamientos", precisa.

?Y la historia? "Importa poco. En la mayor parte de las ¨®peras la historia es lo de menos, lo importante es la m¨²sica", argumenta Santos, quien se ha inventado una incestuosa y surrealista relaci¨®n entre los cuatro personajes protagonistas: La pecadora (la soprano Alina Zaplatina) es la amante de cocinero (el tenor Antoni Comas), quien no sabe que la pecadora es su hermana. ?sta es hija de la cantante (la mezzosoprano Claudia Schneider) y del propio cocinero, que a la vez es hijo de la cantante, hecho que tambi¨¦n desconoce. ?Y el compositor? El compositor (Santos al piano) pone m¨²sica a la lista de de la ropa sucia para la lavander¨ªa.