Te¨®logo de la libertad

El hilo conductor de los recuerdos de K¨¹ng es la libertad, palabra que se encuentra en los enunciados de los nueve cap¨ªtulos de su voluminosa obra. Se refiere a la libertad -conquistada y regalada- como hombre frente a dictaduras y caudillismos pol¨ªticos, como cristiano frente a las ataduras clericales desviadas del evangelio y como te¨®logo frente a las manipulaciones del "sistema romano", especialmente de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, con la que mantiene un contencioso interminable.

La formaci¨®n humanista, religiosa y teol¨®gica de K¨¹ng, persona excepcional en un momento excepcional, fue rigurosa y s¨®lida. Nacido en Sursee (Suiza), fue a Roma con 20 a?os, donde estudi¨® en la Universidad Gregoriana de los jesuitas durante siete cursos. Dos a?os estuvo en la Sorbona de Par¨ªs para doctorarse brillantemente, en 1958, con una tesis sobre la "justificaci¨®n del pecador" en la teolog¨ªa protestante del suizo Karl Barth y en la doctrina cat¨®lica, que desat¨® un inusitado inter¨¦s ecum¨¦nico. Con 31 a?os fue llamado por la Facultad de Teolog¨ªa de Tubinga a regentar la c¨¢tedra de teolog¨ªa fundamental, que se ocupa de las bases de la fe. Justamente entonces anunci¨® el papa Juan XXIII el Concilio Vaticano II. En Tubinga convivi¨® durante tres a?os fraternalmente con Ratzinger, su actual "inquisidor", as¨ª denominado en las memorias.

El suizo K¨¹ng es un germano que se ba?a en la cultura mediterr¨¢nea y un latino que se interna en las brumas filos¨®ficas y teol¨®gicas teutonas. Su dominio de las lenguas vivas y muertas, su facilidad para el trato personal y su vasto conocimiento de la teolog¨ªa tradicional y moderna, con profunda visi¨®n ecum¨¦nica, le ayud¨® a terciar -con ocasi¨®n del Concilio- en los grandes debates sobre la Iglesia y sus estructuras, la reforma antigua y nueva, el Concilio y los concilios, Dios y el mundo increyente, la esencia del cristianismo, el juda¨ªsmo, la vida eterna y "una ¨¦tica" mundial para la econom¨ªa y la pol¨ªtica. K¨¹ng -dijo un te¨®logo ingl¨¦s- "tiene profundidad alemana, claridad latina y pragmatismo anglosaj¨®n".

Ha mostrado un extraordinario esp¨ªritu de lucha, pero reconoce que no ha tenido "ganas de pelea". Lo ha dicho en m¨²ltiples ocasiones: "No he ido al encuentro de peligrosos hierros candentes, sino que se me han venido encima". Sus cr¨ªticas a la curia romana, sin pelos en la lengua, son claras y contundentes. A veces se pasa, como cuando dice que los cardenales forman "un gremio completamente envejecido, formado en gran parte de jubilados". Otra perla ir¨®nica: el S¨ªnodo de los Obispos (que s¨®lo tiene funciones consultivas) es "la hoja de parra de la desnudez del absolutismo papal". Con humor fino cuenta K¨¹ng chistes clericales.

Hans K¨¹ng tiene en sus memorias p¨¢rrafos que divulgan acertadamente cuestiones de teolog¨ªa, describe con agudeza a personas, alude discretamente a la realidad pol¨ªtica y mira con penetraci¨®n pa¨ªses y paisajes. No es un libro f¨¢cil de leer para cualquiera, pero puede fascinar al interesado en la teolog¨ªa, la historia, la cultura, la vida cristiana.