La emboscada del 18
Carlos Rodiles pierde el Volvo Masters ante el sueco Jacobson por culpa de un 'bogey' en el ¨²ltimo hoyo de Valderrama
A pesar de que los dos son malague?os, es dif¨ªcil encontrar dos golfistas m¨¢s diferentes entre s¨ª que Carlos Rodiles y Miguel ?ngel Jim¨¦nez. Mientras que Jim¨¦nez, m¨¢s veterano, m¨¢s conocido, m¨¢s ganador, es expansivo, charlat¨¢n, sentimental y dicharachero, Rodiles, de 28 a?os, es callado, discreto, serio y reservado. Jim¨¦nez, de familia humilde, tuvo que trabajar desde peque?o, como sus muchos hermanos, en un club de golf para ganarse las habichuelas. Rodiles, de familia acomodada, se acostumbr¨® al golf llevando la bolsa de su padre, magn¨ªfico jugador amateur, h¨¢ndicap cero, scratch. A los 15 a?os se fue a estudiar Finanzas a Florida (Estados Unidos) y all¨ª estuvo cuatro a?os, jugando al golf, ganando distancia con su driver, aprendiendo ingl¨¦s, aficion¨¢ndose al f¨²tbol americano, a los Miami Dolphins, otro equipo al que animar al lado de su Madrid de toda la vida.
Y, sin embargo, ayer, a media tarde, tras las cuerdas del tee del hoyo 18? del campo de Valderrama, all¨ª estaba ¨¦l, Miguel ?ngel Jim¨¦nez. Esperaba a Rodiles, a Carlitos, como le gusta llamarle con cari?o, con la necesidad que tiene de tutelar a todos los buenos golfistas que salen de M¨¢laga. Estaba obligado a esperarle. Ten¨ªa que hablar con ¨¦l en ese lugar preciso, en el mismo lugar donde su gran sue?o de derrotar a Tiger Woods se le escurri¨® entre las manos un domingo de noviembre de hace tres a?os. "Respira, tranquilo, no pienses en lo que ha pasado, conc¨¦ntrate en lo que tienes delante", le dijo Jim¨¦nez. Era una oportunidad ¨²nica para reparar su error. Confiarle al pupilo los consejos que ¨¦l habr¨ªa debido seguir aquel oto?o de 2000, cuando se present¨® en el 18? de Valderrama con un golpe de ventaja sobre Woods, el norteamericano infalible que se hab¨ªa hundido hasta el doble bogey en el 17?, y lo ech¨® todo a perder con un bogey hist¨®rico. "Pero este torneo es de Carlitos", hab¨ªa advertido hace un par de semanas. "C¨®mo le da a la bola Carlitos".
Dif¨ªcil para Jim¨¦nez no verse reflejado en el serio Rodiles, en su corte de pelo de marine tan lejano de sus exuberantes rizos. Era ayer el ¨²ltimo hoyo del Volvo Masters, el torneo que cierra el circuito europeo. Rodiles, despu¨¦s de un mano a mano apasionante, despu¨¦s de 54 hoyos en dos d¨ªas, 54 hoyos compartiendo compa?ero, compartiendo resultados, birdiesy bogies, 54 hoyos de monta?a rusa y desgaste, llegaba al tee del 18? con dos golpes de ventaja sobre su ¨ªntimo Fredrik Jakobson, un sueco silente y s¨®lido. Despu¨¦s de una semana de temporal y viento el d¨ªa era espl¨¦ndido en la costa oriental de C¨¢diz. Rodiles estaba en la ola ascendente. En el hoyo anterior, en el famoso 17? de Valderrama, el del traicionero green, el del insidioso estanque, Jakobson se hab¨ªa ido a los alcornoques de salida, y luego al agua, y hab¨ªa acabado con doble bogey. Y ¨¦l, Rodiles, recto y suave, hab¨ªa terminado en birdie. Un par en el ¨²ltimo le dar¨ªa el t¨ªtulo, la primera victoria de su vida, la victoria que le permitir¨ªa terminar entre los 15 primeros en la lista de ganancias, que le dar¨ªa el derecho a jugar los torneos del grand slam, a jugar la Ryder Cup, a dar el gran salto de su vida. Una derrota, en cambio, le condenar¨ªa a seguir arrastrando un a?o m¨¢s la horrorosa etiqueta de jugador de tres vueltas, de golfista que siempre se queda a punto de ganar y no gana.
S¨®lo ten¨ªa que dar cuatro golpes en el 18?. "Di con el driver y ten¨ªa buenas sensaciones", explic¨® luego, m¨¢s serio que nunca, con la mirada de incomprensi¨®n que ofrecen todos los que terminan segundos. "Pero cuando fui a la bola vi que ten¨ªa una rama que no pod¨ªa quitar. Por eso me qued¨¦ corto, pero eso ya es pasado..."
Rodiles acab¨® el 18? en cinco golpes, en un bogey que, combinado con un birdie de Jakobson, le conden¨® a un desempate hasta el anochecer. Cuatro hoyos m¨¢s. Regreso al 18?, a un nuevo bogey que le conden¨® definitivamente.
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