La muerte tranquila
Entre la bobadita del Halloween, las visitas a los cementerios y la novedad de los f¨¦retros de c¨¢scara de almendra ha quedado afortunadamente un lugar en estos d¨ªas de difuntos para ver, a trav¨¦s de la m¨²sica, la muerte de otro modo. El Coro y la Orquesta Nacionales nos han propuesto el R¨¦quiem de Brahms, que no es mala reflexi¨®n, laica, tranquila en su tragedia, lejos del templo y cerca de la escritura como fuente, sin el d¨ªa de la ira al fondo y pregunt¨¢ndole a la muerte, con san Pablo, d¨®nde est¨¢ su victoria. No elige mal sus textos Brahms, y todav¨ªa habr¨¢ quien a estas alturas pueda convencerse con la m¨²sica que los acompa?a de que la carne es como la hierba, y la gloria, como las flores del prado, de que, a fin de cuentas, todo es vanidad.
Orquesta y Coro Nacionales de Espa?a
Rafael Fr¨¹hbeck de Burgos, director. Ofelia Sala, soprano. Matthias Goerne, bar¨ªtono. Brahms: Un r¨¦quiem alem¨¢n. Auditorio Nacional. Madrid, 2 de noviembre.
Desde siempre el R¨¦quiem de Brahms ha sido pieza predilecta de Rafael Fr¨¹hbeck de Burgos, que lo aprecia y lo domina con conocimiento y control pariguales. Lo dirige de memoria, como los cl¨¢sicos de anta?o, y sabe d¨®nde poner el ¨¦nfasis expresivo, aunque faltara el punto ¨²ltimo de esa emoci¨®n que convierte el concierto en algo m¨¢s. De su trabajo habr¨ªa que destacar el buen arranque, la disecci¨®n exquisita del segundo tiempo -con el Coro Nacional muy atento a los cambios din¨¢micos- y el buen planteamiento del hermoso final. La orquesta estuvo impecable, sin fallos, dando esa sensaci¨®n de seguridad que transmite siempre su director em¨¦rito. A su lado, dos solistas dignos de cualquier gran escenario. Ofelia Sala, a la chita callando, se ha hecho un hueco entre las mejores cantantes de su generaci¨®n y ya se le ve en las mejores salas y teatros de toda Europa. Matthias G?rne dijo su parte con la calidad de gran artista que tanto se ha prodigado en Madrid. Su voz es algo peque?a para la confrontaci¨®n con la orquesta, pero su estilo no deja lugar a dudas. El Coro Nacional parece en la v¨ªa de perder viejos vicios y dio la sensaci¨®n de escucharse a s¨ª mismo, de autocontrolarse como pocas veces. El ¨¦xito sonri¨® a todos. Y es que, a veces, la muerte da menos miedo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.