Mueren 15 soldados al ser derribado un helic¨®ptero
El ataque es el m¨¢s grave que sufren las tropas de EE UU en Irak desde el inicio de la guerra
Quince soldados estadounidenses murieron ayer en Irak al ser alcanzado por un misil el helic¨®ptero Chinook en el que viajaban. Otros 21 resultaron heridos. Se trata del ataque m¨¢s grave que sufren las tropas norteamericanas desde el inicio de la guerra el pasado marzo. Otras acciones de los insurgentes en Bagdad y sus alrededores elevaron a 20 las bajas mortales de las fuerzas ocupantes. Adem¨¢s, en la localidad de Faluja dos contratistas civiles estadounidenses fueron asesinados con una bomba. La mayor¨ªa de los soldados muertos ayer hab¨ªa salido de Camp Ridgway, una base estadounidense al oeste de Irak, para disfrutar de un permiso tras m¨¢s de seis meses fuera de sus hogares.
Un misil alcanz¨® al aparato cuando se encontraba a cinco kil¨®metros de Faluya
A bordo de los dos helic¨®pteros Chinook que se dirig¨ªan al aeropuerto internacional de Bagdad hab¨ªa 57 personas, 25 en uno y 32 en otro, incluidos sus respectivos tres tripulantes. Cuatro o cinco kil¨®metros al sur de Faluya, cuando los aparatos se aproximaban al per¨ªmetro de seguridad del aer¨®dromo (a unos 25 kil¨®metros al suroeste del centro de Bagdad), dos misiles se cruzaron en su camino. Seg¨²n testigos presenciales, el primero fall¨® y el segundo alcanz¨® su objetivo. Eran las nueve de la ma?ana (dos horas menos en la Espa?a peninsular).
"Tenemos que lamentar 15 soldados muertos y 21 heridos", aseguraba el comunicado que ley¨® a los periodistas un portavoz militar horas m¨¢s tarde. El Ej¨¦rcito dijo desconocer las causas del accidente. "Est¨¢ siendo investigado", conclu¨ªa, antes de expresar condolencias a las familias de las v¨ªctimas. Sin embargo, no es la primera vez que los insurgentes iraqu¨ªes utilizan misiles contra aviones en las proximidades del aeropuerto, aunque nunca hasta ahora hab¨ªan dado en el blanco. Con anterioridad hab¨ªan logrado derribar dos helic¨®pteros: un Black Hawk, el 25 de octubre en Tikrit, y un Apache, el 12 de junio en el desierto occidental.
Fuentes aeron¨¢uticas iraqu¨ªes aseguraron a esta enviada que el misil empleado era un Strella, una variaci¨®n del Sam sovi¨¦tico que el Ej¨¦rcito iraqu¨ª compr¨® hace 20 a?os. Se trata de un proyectil tierra-aire que se dispara desde el hombro y que sigue la huella de calor de las aeronaves. Portavoces militares estadounidenses vienen expresando de forma reiterada su preocupaci¨®n por los centenares de esos misiles que permanecen en paradero desconocido desde el derrocamiento del r¨¦gimen de Sadam Husein. Con el objetivo de recuperarlos, han llegado a ofrecer 500 d¨®lares por cada uno.
El empleo de estos misiles confirma la creciente sofisticaci¨®n de las operaciones de resistencia contra las fuerzas ocupantes, incluso si se separan, como hacen muchos analistas, las acciones contra los militares de los atentados contra objetivos civiles como los perpetrados el pasado lunes en Bagdad. Constituye tambi¨¦n un duro golpe para la aviaci¨®n civil iraqu¨ª, totalmente paralizada desde el inicio de la guerra, ya que aleja la posibilidad de que EE UU repliegue sus tropas destacadas en el aeropuerto a la base de Balad, la mayor de Irak, y puedan reiniciarse los vuelos comerciales. Hasta ahora, s¨®lo opera un n¨²mero limitado de servicios con car¨¢cter humanitario.
El de ayer fue el ataque m¨¢s sangriento que han sufrido las tropas norteamericanas desde el inicio de la guerra. Ni siquiera la emboscada que sufrieron el 23 de marzo, el tercer d¨ªa de la guerra, caus¨® tantas bajas. En aquella ocasi¨®n 11 soldados de la Compa?¨ªa 507 de Mantenimiento resultaron muertos en Nasiriya, 9 heridos y 7 capturados, entre ellos la famosa Jessica Lynch, que luego ser¨ªa rescatada en una pol¨¦mica operaci¨®n. Ya concluidos los combates de mayor envergadura, el pasado 24 de junio,otra emboscada cerca de la ciudad de Amara acab¨® con la vida de 6 soldados brit¨¢nicos.
Adem¨¢s, entre los incidentes habituales (una media de 33 al d¨ªa desde la semana pasada), hubo otros dos mortales. Cuatro soldados perdieron la vida al estallar una bomba camuflada en la carretera al paso del convoy en el que viajaban a las afueras de Faluya. Se da la circunstancia de que, tal como sucediera el d¨ªa anterior en Mosul, los uniformados viajaban en veh¨ªculos civiles. Uno de ellos qued¨® completamente destruido por el fuego. Numerosos vecinos celebraron el incidente coreando consignas antiamericanas y elogios al depuesto Sadam. Faluya, a unos 60 kil¨®metros de Bagdad, se halla dentro del llamado tri¨¢ngulo sun¨ª, la regi¨®n donde la resistencia a la ocupaci¨®n se ha mostrado m¨¢s violenta.
Otro soldado m¨¢s hab¨ªa muerto de madrugada en una acci¨®n similar mientras patrullaba en la periferia de Bagdad, seg¨²n informaron fuentes militares. Las bombas caseras camufladas en las cunetas constituyen una de las mayores preocupaciones de las tropas desplegadas en Irak. Cada d¨ªa, decenas de ellas son desactivadas sin que llegue a conocerse su existencia, pero siempre hay alguna que logra su objetivo o que, como sucedi¨® ayer en Baquba, un artefacto dirigido a un convoy militar termine alcanzando a un autob¨²s con estudiantes universitarios y deje a una mujer herida.
Muchos ataques no llegan a conocerse. Ayer, en Abu Gharib, a 30 kil¨®metros de Bagdad, los soldados norteamericanos que desde el viernes protegen la comisar¨ªa respondieron con disparos indiscriminados a un ataque con granadas. Testigos presenciales relataron a los periodistas que tres militares resultaron "heridos o muertos y seis o siete civiles heridos".
Los 20 muertos de ayer elevan a 142 los soldados estadounidenses muertos en acci¨®n desde el 1 de mayo y a 256 en toda la guerra (381 si se incluyen accidentes).
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