J¨®venes con problemas
Hace ya algunos a?os, en clase de f¨ªsica, nos ense?aban que un im¨¢n posee dos polos: el positivo y el negativo. Y que si acercamos el polo positivo de un im¨¢n al polo negativo de otro, ambos se atraen, ocurriendo lo contrario si acercamos dos polos de igual signo.
Algunos a?os despu¨¦s, cuando ya las clases quedan algo lejos, y observamos la vivienda y los j¨®venes o el empleo y los j¨®venes, la pregunta que nos hacemos es: ?ser¨¢ que la vivienda, el empleo y los j¨®venes tienen los polos del mismo signo?
Si "todos los espa?oles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada" (art¨ªculo 47 de la Constituci¨®n) y "todos los espa?oles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elecci¨®n de profesi¨®n u oficio, a la promoci¨®n a trav¨¦s del trabajo y a una remuneraci¨®n para satisfacer sus necesidades y las de su familia....." (art¨ªculo 35 de la Constituci¨®n) hay algo que no nos cuadra.
Estamos hablando del Titulo I de la Constituci¨®n, de los Derechos y de los Deberes, estamos hablando de los pilares b¨¢sicos de un Estado del Bienestar, estamos hablando del derecho a ser libre, a ser ciudadano. Pero tambi¨¦n estamos hablando de trabajo en precario, de inestabilidad laboral, de problemas para emanciparse, de hipotecarte para toda la vida, etc. De esto tambi¨¦n estamos hablando.
En la actualidad, para una persona joven -en realidad para cualquiera, pero especialmente para estos-, el acceder a una vivienda y a un empleo es "el problema". Un problema que todos reconocen, pero donde nadie quiere admitir una "cierta" responsabilidad. Por lo menos, la responsabilidad que a cada uno nos corresponde. Porque este problema no se resuelve hablando de "las dificultades de la vivienda" o de "las dificultades de los j¨®venes para acceder a un empleo" en los programas electorales, en los debates parlamentarios, o en las entrevistas de los medios de comunicaci¨®n. Ni mucho menos respondiendo con acritud y despego ante cualquier pregunta que tenga alguna relaci¨®n con estos temas
El acceder a una vivienda, si queremos vivir en ella, solo es posible si la compramos y asumimos una hipoteca, una condena de 20 o 30 a?os, comprometi¨¦ndonos a dedicar a ello m¨¢s del 40% de nuestros ingresos. Tambi¨¦n la podemos alquilar, aunque la mensualidad es similar a la letra de la hipoteca y la oferta de viviendas en alquiler sea una cosa simb¨®lica.
Cuesti¨®n distinta es si queremos acceder a una vivienda como inversi¨®n. En este caso estamos de enhorabuena. Estamos ante un "producto financiero" que entre 1.998 y 2.002 se ha revalorizado un 76%. Los salarios solo un 15% en el mismo periodo. Estamos ante un activo, una mercanc¨ªa, que genera altos beneficios y ning¨²n riesgo. Estamos ante una, muy buena, inversi¨®n.
Para acceder a un empleo, la cuesti¨®n es similar: no podemos acceder a un empleo porque no tenemos experiencia, y no tenemos experiencia porque no hemos podido acceder a un empleo. Algunas veces incluso dicen que no est¨¢n suficientemente formados, cuando son las generaciones m¨¢s formadas que han vivido en este pa¨ªs. Adem¨¢s con los j¨®venes, hablar de contratos indefinidos o de contratos de calidad es como hablar en otro idioma.
En estos tiempos, no tener una vivienda o un empleo puede generar exclusi¨®n, amenaza cualquier proyecto de vida, dificulta la integraci¨®n social. Los problemas no son la escasez de suelo, la falta de viviendas, la poca cualificaci¨®n profesional, o la inexistencia de experiencia. Tal vez los problemas son la especulaci¨®n, algunas pr¨¢cticas de algunos empresarios o el momento y el lugar en que nos ha tocado vivir.
La pregunta ser¨ªa ?favorece a alguien que esta situaci¨®n contin¨²e as¨ª? L¨®gicamente la respuesta es no. Al igual que nadie dice estar de acuerdo con una guerra, con una hambruna, o con una violaci¨®n.
Si de verdad queremos cambiar esta situaci¨®n, lo primero que habr¨ªa que hacer es considerar la soluci¨®n de "el problema" como una prioridad m¨¢xima de las distintas administraciones, de los agentes econ¨®micos, de los sociales, de la sociedad en general. Se trata de situar "el problema" en el eje del escenario pol¨ªtico, porque la soluci¨®n pasa por una decisi¨®n pol¨ªtica, por decidir una opci¨®n pol¨ªtica, por un modelo concreto de libertad y cohesi¨®n social.
Roberto Mar¨ªn es secretario de Desarrollo Econ¨®mico y Medio Ambiente de UGT-Andaluc¨ªa
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