Sk¨¢rmeta y Fortes presentan sus dos novelas de sentimientos

Para Antonio Sk¨¢rmeta (Antofagasta, Chile, 1940), ganador del Premio Planeta 2003, El baile de la Victoria "es una novela de sentimientos, amistad y amor". Para Susana Fortes (Pontevedra, 1959), finalista, El amante alban¨¦s prueba que cualquier ¨¦poca, por muy terrible que sea, se puede trascender y vencer "por medio de los sentimientos".

No es que se pusieran de acuerdo en el trasfondo que sus obras deb¨ªan llevar para ganar sus premios, ni para unirse en esta gira de promoci¨®n conjunta que les pasear¨¢ durante algunas semanas por varias ciudades. Son las casualidades de la vida y del arte, que es muy caprichoso. Coinciden pero tambi¨¦n discrepan. Sobre Doris Day, por ejemplo. Para Susana Fortes, es el ant¨ªdoto contra la pasi¨®n, la reina de los amores "apaciguados", dice la autora gallega. Para Sk¨¢rmeta, en cambio, es "el colmo de la depravaci¨®n, una mujer a la que le gustaba hacer cosas que no se pueden contar ante una audiencia tan distinguida", contaba ayer en Madrid.

Ellos, por su parte, se toman el inicio de su relaci¨®n literaria con entusiasmo. "Yo me enfrento a mi aventura con Susana como todas las que comienzan, con pasi¨®n", dice el autor de El cartero de Neruda. Fortes, defensora de los amores prohibidos, "aquellos que se convierten en el sentimiento m¨¢s subversivo", baja el tono y se muestra as¨ª ante el inicio de su viaje literario con Sk¨¢rmeta: "Es una de las cosas mejores que me pod¨ªan ocurrir".

Como el sentimiento viaja, la novela de Sk¨¢rmeta nos lleva a Chile y a un tri¨¢ngulo formado por dos ex presidiarios y una inocente joven de 17 a?os que quiere ser bailarina: "Los dos hombres, uno mayor y otro joven, quieren dar un golpe, pero la relaci¨®n con esta chica les llevar¨¢ a algo todav¨ªa mucho m¨¢s importante y emocionante que lo que tienen planeado", cuenta este escritor permanentemente sonriente y entusiasta.

En el trasfondo de su novela se mueve un trauma. "El pinochetismo, pero no porque tenga nada que ver directamente con ello, sino porque fue algo tan fuerte que est¨¢ siempre ah¨ª en mi pa¨ªs", afirma.

Paisaje desolador

El paisaje de El amante alban¨¦s transporta a una tierra desolada. Para Fortes, ha sido equivalente a romper una fortaleza con la imaginaci¨®n. "Albania es un pa¨ªs que me ha trastocado y me ha intrigado", asegura. Como la imaginaci¨®n no tiene l¨ªmites, para que los lectores huelan la tierra de un pa¨ªs arrasado por su estalinismo aut¨®ctono no ha necesitado casi moverse hacia all¨ª. "Lo mismo que Homero no estuvo en Troya, ni Julio Verne en la Luna, lo mismo que para un periodista es inconcebible escribir un reportaje sin estar en los lugares que ocurre, para una novela se permiten todas las licencias", dice Fortes.

"La obra tiene amor, intriga, celos, traici¨®n, pasi¨®n", dice la escritora. Y dentro esconde un secreto que debe ser desvelado: "Lo que me ha movido a escribirla es la certeza de que los secretos, alguna vez, aunque sea una, acaban por descubrirse", asegura.

Mientras lo cuenta, Sk¨¢rmeta la mira fascinado: "No hay cosa m¨¢s conmovedora que escuchar a un escritor contar su propia obra", dice. M¨¢s si aquellas cosas le tocan de cerca, y la novela de Fortes tiene para el chileno la resonancia de los ecos ancestrales de algunos de sus antepasados: "Yo tengo or¨ªgenes balc¨¢nicos y en la novela de Susana se ven esos comportamientos y esos modos de hacer justicia muy anclados en las tradiciones", afirma.