"No digas que no hab¨ªa vallas de seguridad"

"Moralmente estoy destrozado y siento una impotencia enorme". Enrique Poci?os, de 44 a?os, apenas tiene palabras para definir c¨®mo se siente tras saber que la Audiencia de Barcelona le niega una indemnizaci¨®n por haber quedado tetrapl¨¦jico tras el accidente laboral que sufri¨®. "Pero lo que m¨¢s me sorprende es que este se?or [el juez] cargue todas las culpas sobre m¨ª", a?ade. La sentencia considera que si Poci?os cay¨® al vac¨ªo fue porque actu¨® de manera "imprudente". "Yo s¨®lo era consciente de que ten¨ªa que realizar mi trabajo porque tengo una familia que mantener", contesta.

Poci?os, que siempre hab¨ªa trabajado como oficial de primera en la construcci¨®n, llevaba una semana trabajando en el bloque de pisos donde sufri¨® el accidente. Ten¨ªa un contrato por obra y servicio de una empresa subcontratada y su labor consist¨ªa en hacer peque?os arreglos. "Nos dijeron que ten¨ªamos que rejuntar unos azulejos de un lavadero que daba a la calle, sin ninguna protecci¨®n", cuenta. Ya entonces, Poci?os se quej¨® de la falta de medios y herramientas. "No hab¨ªa nada, s¨®lo un par de caballetes. Mi jefe dijo que nos apa?¨¢ramos con aquello". Poci?os se subi¨® a uno de los caballetes y, al intentar bajar, ¨¦ste se cerr¨® y el trabajador perdi¨® el equilibrio y cay¨® de espaldas desde una altura de unos 3,5 metros. "Si le hubiera dicho a mi jefe que no hac¨ªa el trabajo porque las medidas de seguridad no eran las adecuadas, me habr¨ªa despedido al instante", asegura.

De camino al hospital, su jefe estaba con ¨¦l en la ambulancia y Poci?os no olvidar¨¢ nunca sus palabras: "Enrique, cuando llegues al hospital y te pregunten c¨®mo te has ca¨ªdo, por favor, no digas que no hab¨ªa vallas de seguridad". Seg¨²n Poci?os, horas despu¨¦s de la ca¨ªda su jefe mand¨® taponar el hueco.

Poci?os vive con su mujer, que tuvo que dejar su trabajo para cuidarle, y sus tres hijos, de 20, 16 y 10 a?os, en un piso situado en la planta baja de un inmueble en Parets del Vall¨¨s, a 30 kil¨®metros de Barcelona. Tuvieron que vender su casa de dos pisos porque ten¨ªa demasiadas escaleras. La familia, que vive exclusivamente de la pensi¨®n por invalidez de 1.800 euros mensuales que cobra Poci?os, esperaba contar con la indemnizaci¨®n de 380.000 euros que ahora se le acaba de denegar. Todav¨ªa hay habitaciones del piso que no est¨¢n adaptadas a sus problemas de movilidad.

Poci?os ha estado recibiendo tratamiento psiqui¨¢trico y psicol¨®gico desde que ocurri¨® el accidente, en julio de 1999. En el ¨²ltimo a?o su estado de ¨¢nimo hab¨ªa mejorado, pero cuando conoci¨® la sentencia, hace dos semanas, se volvi¨® a hundir. "Lo del accidente fue muy duro, pero la sentencia lo ha sido mucho m¨¢s", concluye.