Lecciones de posguerra
EE UU necesita m¨¢s de 500.000 soldados en Irak para igualar el esfuerzo pacificador en Kosovo
El goteo constante de muertos y heridos entre las tropas norteamericanas desplegadas en Irak ha abierto un acuciante debate entre los pol¨ªticos y acad¨¦micos de EE UU sobre la gesti¨®n de la posguerra. ?Acab¨® el conflicto demasiado pronto? ?Estamos al inicio de un nuevo Vietnam? ?Tendr¨¢ la Administraci¨®n de Bush la paciencia suficiente para aguantar el reto en pleno a?o electoral? ?Qu¨¦ lecciones se pueden extraer de otras posguerras?
James Dobbins, enviado especial a Somalia, Hait¨ª, Bosnia y Kosovo del presidente Clinton y a Afganist¨¢n bajo el actual mandato de George W. Bush, ha respondido a algunas de estas cuestiones en el libro America's Role in Nation Building: from Germany to Iraq (El papel de EE UU en la construcci¨®n de naciones: de Alemania a Irak), de reciente aparici¨®n. Tras pasar revista a los casos citados, adem¨¢s de al Jap¨®n de la posguerra mundial, Dobbins, que actualmente dirige el Centro de Pol¨ªtica de Defensa y Seguridad Internacional de la Rand Corporation, establece, entre otras, las siguientes conclusiones:
- "Muchos factores, tales como la experiencia democr¨¢tica previa, el nivel de desarrollo econ¨®mico y la homegeneidad social, pueden influir en la facilidad o dificultad de la construcci¨®n de naciones, pero el m¨¢s determinante de todos ellos es el nivel de esfuerzo en t¨¦rminos de tropas, dinero y tiempo".
- "El esfuerzo de reconstrucci¨®n multilateral produce m¨¢s transformaciones y mayor reconciliaci¨®n regional que el unilateral".
- "Existe una correlaci¨®n inversa entre el tama?o de la fuerza militar de estabilizaci¨®n desplegada y el nivel de bajas. A mayor proporci¨®n de soldados de ocupaci¨®n sobre la poblaci¨®n local, menor es el n¨²mero de bajas sufridas y causadas".
- "Hasta la fecha ning¨²n esfuerzo de democratizaci¨®n forzada ha sido llevado a t¨¦rmino con cierto ¨¦xito en menos de siete a?os".
Tras comparar el n¨²mero de soldados desplegados por cada mil habitantes en cada uno de los siete casos y la cantidad de ayuda econ¨®mica extranjera per c¨¢pita en los dos primeros a?os de posguerra -266 d¨®lares, en d¨®lares constantes de 2001, en el caso de Alemania entre 1946 y 1947, frente a los 814 de Kosovo en 2000 y 2001-, Dobbins concluye que lo que por encima de todo distingue los ¨¦xitos de Alemania, Jap¨®n y, de forma m¨¢s modesta, Bosnia y Kosovo de los fracasos de Somalia, Hait¨ª y, aunque es a¨²n pronto, Afganist¨¢n, "es el nivel de esfuerzo que EE UU y la comunidad internacional ha dedicado a sus transformaciones democr¨¢ticas". "EE UU y sus aliados han puesto 25 veces m¨¢s dinero y 50 veces m¨¢s soldados por habitante en la posguerra de Kosovo que en la de Afganist¨¢n".
Si se traslada a Irak, argumenta Dobbins, el caso de Kosovo, EE UU y los pa¨ªses miembros de la coalici¨®n, deber¨ªan desplegar 526.000 soldados en el pa¨ªs ¨¢rabe hasta el a?o 2005. Si se utiliza la base de Bosnia para la ayuda econ¨®mica, Irak deber¨ªa recibir en el mismo periodo alrededor de 36.000 millones de d¨®lares.
Dada la enormidad de las cifras, "m¨¢s all¨¢ de la capacidad de la ¨²nica superpotencia", el estudio recomienda, etre otras cosas, a EE UU que "ampl¨ªe la participaci¨®n internacional en la estabilizaci¨®n y reconstrucci¨®n de Irak, siguiendo el modelo utilizado en los Balcanes"; ponga en marcha alg¨²n tipo de mecanismo consultivo con sus pa¨ªses vecinos y se olvide por completo de fijar fechas "artificiales" para abandonar el pa¨ªs, sea por una tan r¨¢pida como enga?osa devoluci¨®n del poder a los iraqu¨ªes como por razones electorales internas.
Dobbins concluye se?alando otra contradicci¨®n. Desde el fin de la guerra fr¨ªa, EE UU se ha implicado en seis procesos de reconstrucci¨®n de naciones cada una m¨¢s ambiciosa que la anterior a una media de una intervenci¨®n cada dos a?os con Clinton y una cada 18 meses con Bush. Pero en todo estos a?os apenas se ha "invertido en capacidad institucional para mejorar las operaciones de paz".
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