"Hoy se dan muy pocas patadas"

Pregunta. ?C¨®mo se describir¨ªan ustedes como futbolistas?

Javi Navarro. Muy normalito. Conozco mis limitaciones e intento dar lo que el entrenador me pide que, l¨®gicamente, tambi¨¦n conoce mis limitaciones y me exige hasta ese punto. Si intento dar m¨¢s de lo que creo que s¨¦, pues la liar¨¦.

Pablo Alfaro. De m¨ª no voy a hablar, pero eres mejor jugador de lo que dices, Javi.

P. De lo que m¨¢s se les acusa a ustedes es de jugar sucio ?Qu¨¦ opinan?

P. A. Es un sambenito. Mira, algunos llevan la cruz a cuestas durante la Semana Santa y otros la llevamos todo el a?o. A m¨ª me colgaron esa fama varias temporadas antes de llegar al Sevilla, pero creo que a Javi le ha ca¨ªdo por estar al lado m¨ªo.

"Lo mejor para cubrir a Ronaldo es cubrir a los que le rodean, que no le llegue un pase bueno"

"Una vez le puse un ojo morado a mi amigo Begiristain y luego cen¨¦ y dorm¨ª en su casa"

"El Madrid no da miedo. Quien s¨ª lo da es la prensa que viene a hablarnos las v¨ªsperas"

"En el f¨²tbol espa?ol no tenemos la cultura inglesa, y, si no nos ven, nos saltamos los sem¨¢foros"

J. N. Yo creo que todo se saca un poquito de sitio en el f¨²tbol de hoy en d¨ªa. Si alguna vez hemos sido nosotros los que nos hemos salido, si en alguna acci¨®n determinada ha habido un poco m¨¢s de dureza de lo normal por nuestra parte, inmediatamente se nos han echado encima, especialmente algunos medios. Por un motivo u otro tenemos una determinada fama y cualquier exceso nuestro se magnifica y se utiliza para llenar p¨¢ginas y minutos de radio. Especialmente en tu caso, Pablo. Pero, aparte de todo lo que rodea al f¨²tbol, somos profesionales y en lo que nos fijamos es que, tanto los que est¨¢n a nuestro alrededor como el que nos dirige est¨¦n a nuestro lado, y sean ellos los que en un momento dado nos digan si estamos haciendo mal las cosas o nos pidan que cambiemos de camino. Por el momento, nosotros trabajamos en la l¨ªnea que creemos que beneficia al equipo. Hombre, siempre hay alguna jugada en la que te pasas por que te has calentado o el partido est¨¢ acelerado, pero eso le pasa a todo el mundo, no s¨®lo a nosotros.

P. A. El trabajo de los defensas siempre es m¨¢s valorado en casa, en su club. Los entrenadores y presidentes de los otros equipos se pasan la vida acord¨¢ndose de tu familia, aunque a algunos en el fondo les gustar¨ªa tenerte en su bando. A m¨ª me enorgullece que el Sevilla tenga fama de ser un equipo dif¨ªcil de hincarle el diente. Es un sello bueno del equipo, un sello que todo el mundo querr¨ªa tener y que indica que hacemos un buen trabajo.

J. N. El m¨ªster nunca te dice que tienes que dar patadas, que tienes que sacar los codos. Lo que s¨ª nos pide es que mantengamos una cierta rigidez defensiva, que juguemos en el l¨ªmite. Est¨¢ claro que en alg¨²n momento nos podemos pasar de esa raya, aunque nunca intencionadamente, pero nuestro trabajo profesional es seguir en ese l¨ªmite porque es beneficioso para el equipo.

P. A. Pero bueno, eso de jugar al l¨ªmite del reglamento no es patrimonio nuestro ni de los defensas siquiera. Yo recuerdo la guerra que daba Hugo S¨¢nchez que, aparte de ser un extraordinario delantero, siempre daba batalla, tanto f¨ªsica como psicol¨®gicamente. Tambi¨¦n me acuerdo de un jugador de la Real Sociedad, Txipiron Atkinson, que era una mala bestia para los que le ten¨ªamos que cubrir. Pero, aparte de eso, nunca est¨¢ de m¨¢s reconocer cuando se ha hecho algo mal. Yo me arrepiento del pisot¨®n que le di a Michel Salgado la temporada pasada en el Bernab¨¦u. Eso estuvo muy mal hecho, lo reconozco. Pero, mira c¨®mo son las cosas, al que echaron fue a ti, Javi, que pisaste a Ronaldo sin querer cuando te ca¨ªas.

J. N. Es verdad, yo no ten¨ªa intenci¨®n alguna. Inmediatamente me doy cuenta de que me he pasado. Cuando en una gresca a ti te pegan o t¨² pegas, claro que al instante te das cuenta de que las cosas no se hacen as¨ª. Pero en el campo todo va m¨¢s deprisa, se reacciona en vez de pararte a pensar.

P. A. Claro. Lo que te sabe mal es que cuando has metido la pata, te has pasado, lo has admitido y est¨¢s hecho polvo, ves en la tele las repeticiones de los partidos y muchas jugadas como la cacareada tuya y te preguntas ?por qu¨¦ de ¨¦stos no dicen nada? Cuando Zidane o Rivaldo dan una patada, que las dan y muy gordas, en la prensa se les disculpa por todo lo dem¨¢s que hacen sobre el campo. Otro ejemplo que se me viene a la cabeza; en el partido de la Liga de Campeones del mi¨¦rcoles entre la Real Sociedad y la Juventus en Anoeta, los saques de c¨®rner eran un poema, con golpes, agarrones, codazos y empujones para todos y los comentarios que yo o¨ª hablaban de defensas estupendos, de buena colocaci¨®n... Joder, si lo hacemos nosotros, los malos malosos (risas), seguro que dicen otra cosa. Pero bueno, lo verdaderamente importante es que nosotros tenemos la suerte de contar con el apoyo de la directiva [el presidente del Sevilla, Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, ha dicho p¨²blicamente que quiere que ambos jugadores cuelguen las botas en el club], del entrenador y de la afici¨®n que, con toda certeza, nos han visto jugar mucho m¨¢s que la mayor¨ªa de quienes nos critican, que a lo mejor nos han visto dos veces, contra el Madrid y contra el Barcelona en televisi¨®n.

J. N. Es que los que nos siguen y nos examinan a diario pueden ver m¨¢s all¨¢ de las tres o cuatro jugadas pol¨¦micas que pueden surgir en un partido y que a la postre son las que algunos utilizan de manera ventajista para llenar p¨¢ginas con lo m¨¢s f¨¢cil, que es decir que somos unos guarros jugando. Ya somos un mito m¨¢s de lo que rodea al f¨²tbol, un lugar com¨²n que ayuda a llenar cr¨®nicas, pero nuestro trabajo va m¨¢s all¨¢.

P. A. Mira, una cosa que me enorgullece es que la mayor¨ªa de los profesionales no comparten esa imagen que se ofrece de nosotros. Ahora mismo no recuerdo ning¨²n jugador que tenga problemas conmigo o contigo.

J. N. Muchas veces nos hemos ido de copas con gente con la que nos hemos partido la cara en el campo.

P. A. Yo tengo una an¨¦cdota muy graciosa. Una vez que jugu¨¦ con el Racing en el Camp Nou, yo me qued¨¦ en casa de Txiki Begiristain, con el que tengo una buena amistad tras mi paso por el Barcelona de Johan Cruyff. Pues bueno, durante el partido, en un saque de c¨®rner del Bar?a, yo not¨¦ c¨®mo alguien me pisaba y le pegu¨¦ un codazo. Pues era Txiki. No veas luego en su casa cenando... ¨¦l con el ojo morado. Pero no pasa nada. Es nuestra profesi¨®n, es el f¨²tbol, no hay que darle mayor importancia, como no se la dio Txiki.

J. N. Cicatrices tenemos todos. Yo tengo una placa de platino en el malar de un cabezazo que me dio un jugador argentino cuando jugaba en el Logro?¨¦s. Todo el mundo se acuerda de cuando Simeone le clav¨® los tacos en la pierna a Julen Guerrero, pero de lo que se acuerda menos gente es de cuando se lo hicieron a ¨¦l, no me acuerdo cu¨¢ndo, y se lo chup¨®.

P. A. Mira, el otro d¨ªa cuando jugamos con el Villarreal, en los saques de c¨®rner ten¨ªamos enfrente a Ballesteros. En una de esas jugadas fue y me peg¨® una bofetada y lo ¨²nico que se me ocurri¨® decirle fue: "?Qu¨¦ haces insensato, que te van a echar!".

P. ?Influye su fama en c¨®mo les juzgan los ¨¢rbitros?

J. N. S¨ª. Recuerdo un partido reciente que no voy a especificar en el que fuimos los dos a protestar al ¨¢rbitro por una falta no se?alada y nos dijo: "?Qu¨¦ co?o hac¨¦is vosotros dos aqu¨ª?". Enfatiz¨® el vosotros dos, como dando por hecho que nosotros nos ten¨ªamos que callar la boca siempre por la cera que se supone que damos, por nuestra fama. El sambenito s¨ª influye en los ¨¢rbitros, lo tienen en la cabeza.

P. A. Es probable, aunque yo creo que arbitrar tiene que ser muy dif¨ªcil. En Espa?a no tenemos la cultura brit¨¢nica ni germana. Ni en el f¨²tbol ni en nada. Aqu¨ª somos latinos y si nadie nos ve, nos saltamos el sem¨¢foro... Los ¨¢rbitros ya saben que les van a protestar todo y a intentar enga?ar. Yo, desde que soy capit¨¢n, les entiendo mejor (risas). Hasta me corto a la hora de protestar y pienso: "D¨®nde vas, que ha pitado lo que era". Lo que tambi¨¦n es cierto es que los ¨¢rbitros te miran m¨¢s cuando juegas contra un grande. En casi todas las situaciones dudosas gana el grande. Yo me di cuenta cuando jugaba en el Bar?a o el Atl¨¦tico y los del equipo contrario se desga?itaban protest¨¢ndole al ¨¢rbitro por una jugada concreta se?alada a nuestro favor y nosotros nos mir¨¢bamos y nos re¨ªamos.

P. Pues ma?ana se enfrentan al Real Madrid y, por consiguiente, a Ronaldo.

P. A. A m¨ª Ronaldo no me da miedo. Lo que me da miedo del Real Madrid es la prensa que viene a hablar con nosotros cuando viene a Sevilla el Real Madrid (risas).

J. N. Pero bueno, a Ronaldo se le cubre corriendo mucho.

P. A. Lo mejor es cubrir a los que le rodean, que no le llegue un pase bueno, porque si no arranca y... De todos modos, no hemos preparado nada especial. Nunca lo hacemos. Salimos al campo a hacer lo mejor que sabemos y lo que diga el entrenador.

J. N. Yo me cuelgo de ti. Yo a tu cuerda. No me hace falta ni hablar contigo. Para algo eres el m¨¢s experimentado.

P. ?Cu¨¢ndo se tiene que dar una patada?

P. A. Pues no lo s¨¦ (risas). ?Y t¨² Javi?

J. N. Yo creo que patadas hoy en d¨ªa se dan muy pocas.

P. A. Muy pocas. El f¨²tbol de hoy es el m¨¢s vistoso y con menos cortapisas de la historia y dentro de unos a?os todav¨ªa lo ser¨¢ m¨¢s.

J. N. Hay muchas faltas t¨¢cticas, para cortar el juego, que pueden ser m¨¢s importantes para el resultado del partido que otras m¨¢s espectaculares, pero no suelen aparecer destacadas en los medios.

P. Esto del f¨²tbol es muy grande y ustedes culpan a la necesidad de temas para la maquinaria econ¨®mico-medi¨¢tica que lo rodea de la negativa valoraci¨®n profesional que les otorgan muchos. Pero puede que ustedes, aunque en negativo, gocen de una fama superior a la que ser¨ªa normal por su trabajo.

P. A. No creo que sea as¨ª. En la tarta del f¨²tbol espa?ol, la mitad o tres cuartos es para el Real Madrid, un trozo grande para el Bar?a y luego los dem¨¢s se quedan con las migas que sobran. De todos modos ya hemos dicho lo que pensamos de nuestro sambenito y nuestro deber como profesionales.

P. ?Les ha afectado todo el ruido que les rodea en su vida cotidiana?

P. A. S¨ª, claro que te dicen cosas, pero agradables tambi¨¦n. Aqu¨ª en Sevilla es muy dif¨ªcil caer indiferente. O se es capillita [relacionado con las cofrad¨ªas y las celebraciones de Semana Santa] o todo lo contrario, del Sevilla o del Betis. En c¨®mputos generales gana lo positivo.

J. N. Cuando est¨¢s trabajando en algo y sabes la repercusi¨®n que tiene lo que haces el fin de semana, ya te esperas que al d¨ªa siguiente del partido surja el tema cuando vas a comprar el pan, cuando te tomas un caf¨¦... Pero bueno, poco a poco te vas enterando de los tempos y las mentiras que rodean este mundillo y te das cuenta de que vale lo mismo la palmadita que recibes cuando lo has hecho bien que el silencio o el reproche cuando lo has hecho mal. Nosotros somos profesionales y tenemos que intentar sacar el m¨¢ximo partido posible de una carrera que es bastante corta. Hay que intentar disfrutar uno mismo, lo que ocurre en los menos de los casos; intentar que disfruten los que te ayudan y te apoyan, aficionados y club, y procurar asegurarte un futuro tras el f¨²tbol. Cuando te retiras, a nadie le importa si ten¨ªas fama de dar patadas o no. Esto tampoco es tan importante.

P. ?C¨®mo se ve el f¨²tbol tras muchos a?os en la profesi¨®n?

J. N. A m¨ª me ha dado momentos muy malos. Recuerdo a una chica en Valencia que hab¨ªa seguido toda mi carrera desde mis 17 a?os y yo ni la conoc¨ªa. Cuando yo ya estaba en la plantilla de Primera, se present¨® un d¨ªa en un entrenamiento con toda mi carrera en recortes. Todo eso hasta que despu¨¦s de los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta lleg¨® la primera operaci¨®n en mi rodilla por un desgaste de la articulaci¨®n por razones biomec¨¢nicas, la segunda, la tercera, la cuarta... Esa chica encuadern¨® los recortes y me regal¨® el libro un d¨ªa de mi cumplea?os, cuando yo acababa de salir de una operaci¨®n de cart¨ªlago. Cuando mi madre ven¨ªa a verme a casa, casi siempre mir¨¢bamos ese libro que empezaba con el registro de un trayectoria prometedora, de haber jugado la Copa de la UEFA, de la selecci¨®n ol¨ªmpica... y continuaba con fotos m¨ªas con muletas, escayolas y a la salida de la cl¨ªnica, en donde terminaba. Yo cre¨ª que ah¨ª se acababa tambi¨¦n mi carrera. Yo lo hab¨ªa tenido todo a mi alcance y de alguna manera se me hab¨ªa negado. Ni siquiera hab¨ªa ganado dinero, que se supone que es lo mejor de este trabajo. Mi madre y yo hemos llorado mucho mirando ese libro.

P. A. Para m¨ª tampoco ha sido todo maravilloso y fant¨¢stico. Me he ido haciendo hombre entrenando y jugando los domingos. De alguna manera el f¨²tbol es una parte esencial en mi vida. Yo he estado en el Zaragoza, Barcelona y Atl¨¦tico, pero tambi¨¦n en el Racing o el M¨¦rida. Cuando est¨¢s fuera de los pocos equipos de verdadera primera l¨ªnea, tarde o temprano ves la cara menos amable del f¨²tbol. Los impagos, compa?eros a los que no les llega ni para dar de comer a su familia, que ni tan siquiera saben hacer otra cosa... Pero ser futbolista es un privilegio.

J. N. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Nosotros hemos vivido la parte buena y la parte mala del f¨²tbol, y eso te hace ver las cosas con m¨¢s serenidad. Por muy mal que est¨¦s como profesional del f¨²tbol, nunca puedes olvidar que est¨¢s muy por encima de las posibilidades de un trabajador normal en cuestiones tan importantes como la estabilidad econ¨®mica.

P. A. Adem¨¢s, ahora, en el Sevilla, disfrutamos mucho.

J. N. Yo prefiero no tirar cohetes, porque nunca sabes cu¨¢ndo puede haber otro baj¨®n. Pero ¨¦ste es un momento muy bueno.