El '9' desterrado
Luis Garc¨ªa, delantero centro, se destapa en el Bar?a jugando en la banda
Un gol suyo, en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, encarril¨® la victoria que dio el ascenso a Segunda A al equipo filial del Bar?a. Presenci¨® el partido Louis Van Gaal, entonces entrenador del primer equipo, que mont¨® su numerito particular en palco ajeno. Al a?o siguiente, volvi¨® al pozo de la Segunda B aquel equipo en el que jugaban Puyol, Arnau, Ferr¨®n, ?scar ?lvarez, Mario, Gabri y Xavi, ya con medio pie en el grupo de los mayores. La leyenda dice que la culpa la tuvo una decisi¨®n del t¨¦cnico, que se pele¨® con Luis Garc¨ªa y le dej¨® fuera en los ¨²ltimos tres partidos. "Fue un malentendido", resume el jugador, curada la herida por el paso del tiempo. "Nos faltaron sus goles para salvarnos", coinciden los que vivieron el descenso a su lado. De aquel 9 que desterraron a banda, de aquel delantero centro "impresionante", seg¨²n definici¨®n de Gabri, hay algo que Xavi no ha descubierto a¨²n: "Todav¨ªa no s¨¦ si es zurdo o diestro".
Tras cuatro a?os desterrado, el pasado verano regres¨® donde siempre so?¨® jugar mientras pateaba pelotas en las empinadas calles del badalon¨¦s barrio de Llefi¨¤, donde naci¨®. Sus padres se instalaron all¨ª al llegar de Saceruela, el pueblo de Ciudad Real donde ahora vive su hermana Mireia. Si est¨¢ en el Camp Nou, al fin, es en gran parte por el empe?o de Txiki Begiristain, que convirti¨® a Luis Garc¨ªa en una obstinada apuesta personal para renovar la plantilla azulgrana. De entrada, ya ha sentado a Overmars y tiene asombrado al mism¨ªsimo Ronaldinho: "Es un jugador muy importante para nosotros. Es muy bueno, me gusta mucho", reconoc¨ªa ayer, antes de empezar el entrenamiento el 10 azulgrana.
La culpa de que el gol se fuera a la banda la tiene Rafa Ben¨ªtez, que en la temporada 2000-2001, en el Tenerife, lo reconvirti¨® en extremo: "Me dijo que no ten¨ªa a otro y yo lo que quer¨ªa era jugar", dice ahora, y a?ade que ya ha logrado sentirse c¨®modo all¨ª.
Ben¨ªtez, seg¨²n informa Cayetano Ros, corrobora la versi¨®n: "Busc¨¢bamos a alguien para cubrir esa posici¨®n y probamos". Sali¨® de perlas: "Mantuvo su capacidad de cara al gol y, adem¨¢s, abr¨ªa el campo". Dotado de una innata capacidad para inventar -"intenta lo que otros no se atreven a probar, por desparpajo"- su capacidad para improvisar regates y su endiablada velocidad en carrera -"tres mil¨¦simas de segundo el pie en el suelo, como los velocistas en el atletismo", asegura el preparador f¨ªsico del Bar?a, Paco Seirul.lo, al destacar su rapidez- le hacen un jugador muy ¨²til en banda. "Pero es un 9", asegura tajante Luis Aragon¨¦s, "porque tiene gol, mucho gol", justifica. El entrenador del Mallorca, que la pasada temporada lo tuvo a sus ¨®rdenes en el Atl¨¦tico, tambi¨¦n lo aline¨® como interior y media punta "porque es disciplinado y se adapta f¨¢cilmente", recuerda. Luis le hizo sufrir. "Al principio siempre me quitaba en el descanso, y me costaba asumirlo", dice Luis Garc¨ªa. Pero lo hizo, y triunf¨®.
All¨ª, en el vestuario del Cerro del Espino, le bautizaron como "el accesorios". "Se pasaba horas prepar¨¢ndose: el anillo, las cadenas del cuello, la cinta del pelo...", r¨ªe Sergi Barju¨¢n al recordarlo. Ahora Luis Garc¨ªa ya no pierde el tiempo. Conserva un colgante, la t¨ªpica mano de ¨¦bano que se compr¨® el pasado verano durante su viaje de novios a Brasil, y la cinta del pelo. Nada m¨¢s. Hasta ha olvidado lo de entrar siempre en el campo pisando con la bota derecha. Pero conserva tambi¨¦n, por supuesto, su valent¨ªa al tratar de unir eficacia y vistosidad sobre el campo, esa intenci¨®n que le llev¨® a lanzar a lo Panenka un penalti el d¨ªa que jug¨® su primer partido con el Valladolid en Primera Divisi¨®n. Marc¨®, claro, para felicidad de Luis, su padre, y, sobre todo, de Pilar, su madre, que ya est¨¢ preparando los canelones para celebrar que en Atenas su hijo, ese 9 desterrado a la banda, grit¨® su primer gol vestido de azulgrana.
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