Osasuna se topa con el cerrojo del Valladolid

Al c¨®digo gen¨¦tico de Osasuna, formado por una doble h¨¦lice de garra y tes¨®n, Javier Aguirre ha sabido a?adirle el cromosoma del buen juego. No en ocasiones aisladas o en destellos de un solo partido sino como una constante imprescindible para el equipo. Durante la primera mitad, la ¨²nica en la que se puede decir que jug¨® el Valladolid, Osasuna hizo casi todo mientras los pucelanos se dedicaban a contraatacar con brillantez. En uno de estos contragolpes, de los de libro con subrayados y may¨²sculas, Sousa se invent¨® un perfecto pase entre l¨ªneas que remat¨® Fernando Sales. Entonces lleg¨® la doble expulsi¨®n de Moha y Jes¨²s por una mutua agresi¨®n. Fue como abrir una caja de fuegos artificiales. Los espacios se multiplicaban y Osasuna, con campo para correr, no es un rival digno de tener en cuenta sino un rival a temer.

En apenas dos minutos, Valdo empat¨® el encuentro y a¨²n hubo tiempo para otra buena oportunidad que los delanteros rojillos no supieron finalizar. Desde este punto, el Valladolid decidi¨® hacer mutis por el foro. Fernando V¨¢zquez sacrific¨® el ataque para asegurar el empate y la apuesta le sali¨® bien. Mientras Osasuna atacaba, los pucelanos achicaban agua como pod¨ªan. Ni el incisivo Valdo ni Bakayoko, un delantero centro de la vieja escuela, pudieron batir a Bizzarri.