'Hollywood' Solberg, al estrellato
El piloto noruego gana el Rally del RAC y logra un t¨ªtulo mundial marcado por la llegada de una nueva generaci¨®n
El bloc de notas del copiloto vol¨® hacia la parte trasera del coche impulsado por el propio piloto. La ¨²ltima especial del Rally de Gran Breta?a a¨²n no hab¨ªa concluido, pero Petter Solberg sab¨ªa que nada pod¨ªa impedirle ser el nuevo campe¨®n mundial. Su brazo derecho se levantaba una y otra vez del volante y ten¨ªa dificultades incluso para mantener el izquierdo pegado al manillar para no perder el rumbo. Su Subaru avanzaba sin parar hacia una l¨ªnea que marcaba la diferencia entre el ¨¦xito o el fracaso. "?Somos campeones!", le chillaba a Phil Mills, un gal¨¦s que se uni¨® a Solberg en 1999 para crear este t¨¢ndem ganador. Y al final, la l¨ªnea qued¨® atr¨¢s. A sus 28 a?os, Petter Solberg se proclam¨® campe¨®n del mundo y abri¨® las puertas del t¨ªtulo a la nueva generaci¨®n.
Histri¨®nico y eficaz, Solberg, un noruego a quien se apoda Hollywood en el mundo de los rallies, salt¨® de su coche y se abraz¨® a los miembros de su equipo y a su esposa. Y luego se subi¨® a una valla de protecci¨®n para estar con sus amigos, un amplio grupo de fans que le persigue por todo el mundo y con quienes suele compartir sus penas y, sobre todo, sus alegr¨ªas. "Me parece incre¨ªble", coment¨® el nuevo campe¨®n. "Lo he estado persiguiendo durante todo el rally. Y ha llegado".
Su cabeza herv¨ªa. La retirada del finland¨¦s Harry Rovanpera (Peugeot) hab¨ªa asegurado ya el t¨ªtulo de marcas a Citro?n y dejado las manos libres a Sebasti¨¢n Loeb para agotar sus m¨ªnimas posibilidades en los ¨²ltimos tramos. El franc¨¦s gan¨® los dos primeros de la tercera etapa y entr¨® en el tercero y ¨²ltimo con una desventaja de 32,5 segundos en relaci¨®n al l¨ªder. Pero ah¨ª, Solberg no quer¨ªa sorpresas. Sali¨® como una furia, lanzado hacia su coronaci¨®n y se asegur¨® el t¨ªtulo mundial ganando la ¨²ltima prueba especial. Loeb acab¨® segundo, a 43,6 segundos. Y Tommi Makinen, el cuatro veces campe¨®n mundial que ayer corri¨® su ¨²ltima carrera, cerr¨® el podio, a 2 minutos y 58 segundos.
El abrazo entre Solberg y Makinen, ambos en Subaru, fue de los que marcan la historia. No s¨®lo era el s¨ªmbolo del final de una generaci¨®n, sino que supon¨ªa la cesi¨®n del testigo a su alumno m¨¢s avanzado. "Si me convierto en campe¨®n", hab¨ªa dicho Solberg antes de iniciar el Rally de Gran Breta?a, "lo compartir¨¦ con Tommi, porque ¨¦l me ha ayudado a llegar donde estoy. He aprendido mucho de ¨¦l. A pesar de haber sido un gran campe¨®n, ha compartido siempre sus experiencias conmigo".
El encuentro entre estos dos campeones se produjo en 2000, cuando el noruego se fue de Ford a Subaru. Makinen era entonces el l¨ªder del equipo. Coronado ya cuatro veces en el mundial, el finland¨¦s estableci¨® una relaci¨®n de amistad con Solberg y se convirti¨® en su maestro y confidente. "Lo m¨¢s destacado que ha hecho Makinen estos dos ¨²ltimos a?os ha sido asesorar y apoyar a la nueva estrella emergente de nuestro equipo", explic¨® David Lapworth, responsable de Subaru. "Nunca se ha guardado nada".
Sin perder su carisma, Solberg supo asimilar los consejos del finland¨¦s y agregarlos a su car¨¢cter autodidacto. A los ocho a?os Petter hab¨ªa conducido un coche en los campos cercanos a la granja de sus padres en Spydeberg. Y fueron ellos, pilotos de rallycross, quienes le propulsaron hacia su futura profesi¨®n. Su primer t¨ªtulo lleg¨® en 1995, tras haber adquirido un Volvo 240 con el que fue campe¨®n de su pa¨ªs de rallycross. En 1998 compet¨ªa ya para Toyota cuando gan¨® el t¨ªtulo noruego y debut¨® en el Mundial en Suecia.
"Mi idea de unas grandes vacaciones es coger el coche y conducir por el norte de Noruega o por Suecia", asegura Solberg, casado con Pernilla, tambi¨¦n piloto de rallies, y con un hijo de tres a?os llamado Oliver. En el garage de su granja, cerca de Oslo, tiene un Porsche GT3, un Hummer, el Subaru con que gan¨® el RAC Rally el a?o pasado, una Harley-Davidson y una Vespa. "Me gusta conducir y estar con mis seguidores. Pero me molesta ver a los turistas merodeando por los alrededores de mi casa".
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