El Supremo de EE UU examinar¨¢ la situaci¨®n de los presos de Guant¨¢namo
El ex candidato Al Gore acusa a Bush de "utilizar el miedo como herramienta pol¨ªtica"
Los 660 detenidos en el centro militar estadounidense de Guant¨¢namo (Cuba), pertenecientes a m¨¢s de cuarenta nacionalidades, tienen la oportunidad de salir del limbo jur¨ªdico en el que est¨¢n desde hace casi dos a?os. El Tribunal Supremo decidi¨® ayer que escuchar¨¢ los argumentos de los abogados de 16 detenidos y que emitir¨¢ su opini¨®n antes del verano. Oportunamente, Al Gore, candidato dem¨®crata a la presidencia en 2000, ha acusado a George W. Bush de utilizar la lucha contra el terrorismo y sacrificar las libertades para afianzarse en la Casa Blanca.
Los abogados defensores de 12 kuwait¨ªes, 2 brit¨¢nicos y 2 australianos internados en Guant¨¢namo expondr¨¢n ante los magistrados del Supremo lo que ning¨²n tribunal inferior ha querido escuchar hasta ahora: que la Constituci¨®n estadounidense y la legislaci¨®n internacional proh¨ªben periodos indefinidos de detenci¨®n sin dar a los presos la posibilidad de defenderse. "EE UU ha creado una c¨¢rcel en Guant¨¢namo que funciona al margen de la ley", dice uno de los recursos elevados al Supremo. Sus clientes se encuentran en situaci¨®n de "custodia ilegal", dicen los abogados, que, adem¨¢s de exigir en su nombre que se les comunique por qu¨¦ est¨¢n detenidos y que puedan comparecer ante los tribunales, quieren hablar en privado con los presos y que ¨¦stos puedan recibir a sus familiares.
Estas mismas peticiones han sido hasta ahora rechazadas por varios tribunales. Lo que va a hacer el Supremo -explic¨® ayer el propio organismo, que equivale a un Tribunal Constitucional- es decidir "si los tribunales de EE UU carecen o no de jurisdicci¨®n para valorar los recursos relacionados con la legalidad de las detenciones de ciudadanos extranjeros detenidos en el exterior en conexi¨®n con hostilidades y encarcelados en la base de Guant¨¢namo, Cuba".
Con un lenguaje menos cuidadoso que el que emplea el Supremo, la posici¨®n mantenida hasta ahora por el Gobierno y respaldada por otros tribunales es que los detenidos en Guant¨¢namo -la mayor¨ªa procedentes de la guerra de oto?o de 2001 en la que se derrib¨® el r¨¦gimen talib¨¢n en Afganist¨¢n despu¨¦s de los atentados del 11-S- son "combatientes enemigos", no prisioneros de guerra con derechos reconocidos por la legislaci¨®n internacional. Para respaldar este punto de vista se utiliza una sentencia del Supremo de 1950 en la que se estipul¨® que unos alemanes detenidos por EE UU en China no ten¨ªan derecho a ser juzgados en tribunales estadounidenses.
Los abogados que se ocupan de los presos de Guant¨¢namo, pertenecientes al Centro de Derechos Constitucionales, aseguran que sus defendidos no pertenecen a Al Qaeda y no tuvieron nada que ver con los atentados del 11 de septiembre. Hasta ahora, el Gobierno ha recomendado que seis de los detenidos -entre ellos, el australiano David Hicks, uno de los defendidos por los abogados que ser¨¢n escuchados por el Supremo- sean los primeros en comparecer ante los tribunales militares puestos en pie dentro de la campa?a global antiterrorista.
Contra estos tribunales y contra la pol¨ªtica de Bush para luchar contra el terrorismo ha alzado su voz Al Gore. En un vibrante discurso pronunciado en la noche del domingo en Washington, el hombre que gan¨® en n¨²mero de votos pero que perdi¨® las elecciones de 2000 acus¨® al presidente de poner en marcha "una nueva y larga era de represi¨®n" en la que "utiliza el miedo como herramienta pol¨ªtica para consolidar su poder y evadirse de cualquier rendici¨®n de cuentas por lo que hace". En el caso concreto de Guant¨¢namo, censur¨® las detenciones indefinidas y pidi¨® la aplicaci¨®n de la Convenci¨®n de Ginebra: "Si no hacemos, ?c¨®mo podemos esperar que se trate con respeto a los soldados estadounidenses capturados en el extranjero?".
Gore afirm¨® que la Casa Blanca ha creado un estilo de gobierno "basado en el secretismo y en el enga?o". El sacrificio de las libertades "no ha conseguido nada m¨¢s que hacernos menos libres y menos seguros".
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