Largo aliento

Conciertazo. Wolfram, Chisholm, Penman y R¨¹ckert: quiz¨¢ sus apellidos no resulten f¨¢ciles de retener, pero seguro que nadie olvidar¨¢ la m¨²sica que regalaron en Emociona!!!Jazz. Wofram dej¨® claro que no es de los que escriben los temas en una servilleta de papel mientras esperan el caf¨¦. Sus composiciones, pujantes y punzantes, de aliento largo y profundo, parecieron series de atm¨®sferas dispares desliz¨¢ndose sobre transiciones calculadas al mil¨ªmetro.

Exigente por naturaleza, el trombonista alem¨¢n fue tambi¨¦n a por matr¨ªcula como improvisador. Encelado con las varas, en esa otra faceta trin¨®, ulul¨®, brome¨® y abronc¨® en varios dialectos que se cre¨ªan perdidos. A veces record¨® la sonoridad noble y pulida de J. J. Johnson; otras, a los mon¨®logos algo apesadumbrados de Bob Brookmeyer, y, por fin, al temperamento experimental de su compatriota Albert Mangelsdorff. Como ¨¦ste ¨²ltimo, recurri¨® a la bifon¨ªa y a la sordina wah wah con resultados ¨®ptimos, pero a¨²n mejor son¨® su trabajo en com¨²n con el formidable saxofonista alto Hayden Chisholm: prodigio de sincronizaci¨®n po¨¦tica que el bater¨ªa Jochen R¨¹ckert sancion¨® con gesto seguro. Tan concentrado como sus compa?eros, el contrabajista Matt Penman lo arrop¨® todo con un sat¨¦n suave pero tan resistente que hubiera servido para descolgarse de su celda al preso m¨¢s gordo de cualquier penal.