Cuba, s¨ª; Castro, no
El 18 de marzo del a?o actual, cuando todas las miradas estaban dirigidas hacia Bagdad, en Cuba, Fidel Castro hac¨ªa detener por su polic¨ªa pol¨ªtica a cerca de 80 disidentes, que d¨ªas despu¨¦s, tras juicios sumar¨ªsimos, eran condenados a penas de 14 a 28 a?os.
Escritores, defensores de los derechos humanos, militantes de la oposici¨®n democr¨¢tica y 26 periodistas eran as¨ª reprimidos y dispersos en calabozos de prisiones lejanas, donde sufren privaciones no s¨®lo de libertad, sino de contactos con sus familias y de atenci¨®n m¨¦dica. Se les considera "traidores contrarrevolucionarios", por una supuesta colaboraci¨®n con Estados Unidos "contra la independencia y la integridad territorial del Estado", castigadas por el art¨ªculo 91 del C¨®digo Penal revolucionario, as¨ª como por la Ley 88, de "Protecci¨®n de la independencia nacional". Esta ley permite condenar a 20 a?os a quien facilite informaci¨®n al "enemigo" y se la conoce como ley mordaza.
La represi¨®n ha hecho sacudirse la pereza a la izquierda de todo el mundo
Los procesos, de corte estalinista, se celebraron a puerta cerrada y de forma sumar¨ªsima, sin derecho a defensa y con testimonios de agentes infiltrados, delaciones de los Comit¨¦s de Defensa de la Revoluci¨®n...
Los "culpables", adem¨¢s de tener, en efecto, contacto con el encargado de los asuntos de EE UU, se ve¨ªan forzados a publicar sus informaciones y art¨ªculos en medios extranjeros, en efecto, y, entre ellos, norteamericanos. Y hab¨ªan osado editar en su propio pa¨ªs dos revistas, hoy cerradas: De Cuba y Luz Cubana, audacia sin precedentes en 44 a?os.
La oleada represiva se produc¨ªa cuando se observaban ciertos s¨ªntomas de apertura del r¨¦gimen, que, a la postre, echaba el cierre y met¨ªa tras ¨¦l a toda la oposici¨®n democr¨¢tica para que nadie se hiciese ilusiones: la Revoluci¨®n, consagrada e inmortalizada en una reciente ley de leyes, prevalecer¨ªa y s¨®lo Dios y la Historia juzgar¨ªan a su cabecilla.
Para remachar el clavo, el 11 de abril se ejecutaba a tres candidatos al exilio que optaron por intentar desviar un barco para llegar a Florida.
Todo esto, ?no nos recuerda algo a los dem¨®cratas espa?oles de m¨¢s de 40 a?os? ?No nos rememora, con un escalofr¨ªo, los estertores del franquismo, cuando el oto?al patriarca mor¨ªa matando y persiguiendo a la oposici¨®n democr¨¢tica, y hasta cambiando napole¨®nicamente por el de Franco el primer apellido de su descendencia, por si acaso?
Cuba se ha convertido as¨ª en la mayor prisi¨®n de periodistas del mundo, con treinta encarcelados, pues ya hab¨ªa cuatro tras las rejas (condenados por desacato al jefe del Estado) cuando se produjo la gran redada ("cosecha roja" la llamar¨ªa Dashiel Hamet) de traidores emboscados y armados hasta los dientes de bol¨ªgrafos, entre los que se hallaban el corresponsal de Reporteros sin Fronteras (RsF) en Cuba, Ricardo Gonz¨¢lez, y el poeta y periodista Ra¨²l Rivero, premio RsF a la libertad de expresi¨®n. Otro poeta dir¨ªa que hab¨ªan perdido la paz y la palabra busc¨¢ndolas para todos. Los dos fueron acusados, entre otros delitos, de colaborar con RsF, calificada de "agencia de prensa francesa", subversiva y contrarrevolucionaria.
La envergadura de la operaci¨®n represiva, ocurrida cuando el viejo dictador empieza a chochear y cuando sobre los vestigios de las conquistas sociales de la revoluci¨®n termina imponi¨¦ndose el amordazamiento de un pueblo por la autarqu¨ªa orwelliana, ha hecho sacudirse la pereza a la izquierda pol¨ªtica e intelectual de todo el mundo. ?sta se aferraba, en el naufragio general de las ideas progresistas tras el derrumbe de la presa comunista en Berl¨ªn, al salvavidas cubano, ¨²ltima Isla de Utop¨ªa en la que desahogar los pecios ideol¨®gicos ateridos.
A finales de septiembre, por iniciativa de Reporteros sin Fronteras, se creaba en Par¨ªs un Comit¨¦ Ra¨²l Rivero, en el que participan, junto a intelectuales y artistas de diversos pa¨ªses, los espa?oles Jorge Sempr¨²n y Pedro Almod¨®var, entre otros. "Hasta aqu¨ª hemos llegado con la Revoluci¨®n cubana", dicen, con pesar, muchos intelectuales de izquierdas, hasta ahora silenciosos, saliendo decididamente del armario de las ideas apolilladas. Y hasta aqu¨ª ha llegado RsF, que ha decidido intensificar su campa?a por la liberaci¨®n ya no s¨®lo de los periodistas encarcelados, varios de ellos actualmente en huelga de hambre, sino de todos los presos pol¨ªticos cubanos.
Lamentamos tener que decir que esa campa?a no lleva su escalada hasta la Cumbre Iberoamericana, en la que a?o tras a?o resuenan palabras huecas, y sin eco en los muros espesos de la realidad, sobre la libertad de expresi¨®n en Latinoam¨¦rica, comunidad donde se encuentran los dos pa¨ªses donde m¨¢s periodistas mueren (Colombia) y donde m¨¢s periodistas est¨¢n en la c¨¢rcel (Cuba). Los dos pa¨ªses son tambi¨¦n aquellos de donde m¨¢s periodistas se exilian, huyendo de la c¨¢rcel o de la fosa.
En el acto de creaci¨®n del Comit¨¦ Ra¨²l Rivero, la actriz francesa Catherine Deneuve abri¨® la velada leyendo un extracto de un prometedor discurso de Fidel Castro, al tomar el poder, en 1959: "Ha llegado el momento de que los fusiles se arrodillen ante la opini¨®n p¨²blica". Jorge Sempr¨²n apostill¨®: "Han pasado m¨¢s de cuarenta a?os y el pueblo contin¨²a arrodillado ante los fusiles. Estamos aqu¨ª para exigir a Castro que cumpla sus promesas". Y Pedro Almod¨®var remach¨® el clavo que los dem¨®cratas llevamos en el coraz¨®n: "Se?or Castro, hace 44 a?os el mundo democr¨¢tico le admir¨® por liberar al pueblo cubano de una terrible dictadura. Desde mi peque?ez de director espa?ol de cine, yo le aconsejar¨ªa que volviera a portarse como un revolucionario y de nuevo librase a su pueblo de otra dictadura: la que usted mismo representa".
Fernando Castell¨® es presidente de la organizaci¨®n internacional Reporteros sin Fronteras.
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