Mal clima

A m¨ª no me enga?an. Estoy convencido desde hace mucho que cuando el hombre del tiempo nos da el parte en peri¨®dicos y telediarios, en el fondo no est¨¢ hablando del clima. Se refiere a la pol¨ªtica, por supuesto, aunque no lo sepa o nos lo diga de forma sibilina. Recuerden aquella ¨¦poca en la que dec¨ªa que reinaba un fresco general procedente del noroeste de Espa?a. Ahora, en una sociedad abierta y democr¨¢tica, utiliza m¨¢s las borrascas generalizadas que llegan desde los cuatro puntos cardinales. Pero es lo mismo, cuando habla nos da un panorama del clima pol¨ªtico y es por eso la fascinaci¨®n que sentimos al enterarnos del tiempo que se avecina.

?ltimamente vaticinan tormentas y tiempos revueltos. Para ma?ana domingo, predicen lluvias en Catalu?a. Seguro que eso no afecta al resultado de las elecciones, hasta puede que brille el sol, pero s¨®lo un ingenuo llegar¨ªa a pensar que se han equivocado. Quieren decir que, salga lo que salga, se est¨¢ desatando un clima nuevo que se extender¨¢ a toda Espa?a. Saben que los fen¨®menos atmosf¨¦ricos se contagian como la euforia o las enfermedades. Y luego vendr¨¢n las otras elecciones, m¨¢s lluvias, alg¨²n tornado y cortos per¨ªodos de calma chicha.

Tenemos mal tiempo pol¨ªtico y tiende a empeorar. Ser¨¢ por eso que la legionela se aprovecha de la borrasca y se ceba una vez m¨¢s en Alcoi. Una muerte m¨¢s, pero como ten¨ªa 84 a?os y muchos achaques propios de la edad, la tragedia parece estar dentro de lo previsto. Como si no hubiera podido vivir un poco m¨¢s, rodeada de los suyos y culminando lo que empez¨® hace 84 a?os, sin necesidad de contaminarse de bacterias producidas por otros. Pero el clima pol¨ªtico no est¨¢ para luchar contra microorganismos, s¨®lo se ocupa del combate cainita entre animales superiores.

Pasa lo mismo con las muertes violentas en las ciudades. Madrid se dispara en el ranking, pero Valencia compite con bastante ¨¦xito. Como tambi¨¦n contin¨²an a su aire los accidentes mortales en el trabajo. Pero tampoco hay tiempo, al menos buen tiempo, para coordinarse y hacer planes eficaces de prevenci¨®n y seguridad. Definitivamente, el clima nos est¨¢ matando.

Habr¨ªa que hacer algo para evitar que la inestabilidad climatol¨®gica influya tanto en la actividad de los responsables, anulando su capacidad de resoluci¨®n y provocando una especie de sonambulismo pol¨ªtico. Puede que fuera bueno que practicasen algo de tai-chi. De la misma forma que interrumpen sus labores durante cinco minutos para solidarizarse con las v¨ªctimas de las desgracias naturales o artificiales, podr¨ªan dedicar otros cinco minutos a relajarse un poco. Ser¨ªa grandioso verlos salir a media ma?ana de los ministerios, alcald¨ªas, consejer¨ªas, sedes de partido y dem¨¢s cub¨ªculos, para moverse con ritmo todos juntos, flexionando las rodillas y moviendo suavemente las manos, pero sin pegarle una bofetada al que est¨¢ al lado ni una patada al de enfrente. Todos se lo agradecer¨ªamos mucho, porque as¨ª les afectar¨ªa menos el clima, estar¨ªan m¨¢s centrados para ocuparse de los temas que nos preocupan y hasta podr¨ªan llegar a sentirse ¨²tiles.

S¨®lo una cosa m¨¢s. En el caso de los pol¨ªticos valencianos, en vez de cinco minutos de relajaci¨®n, por favor, que sean diez. Que nos devuelvan el buen clima mediterr¨¢neo.