"Rita nos ha robado las estrellas"
Pregunta....
Respuesta. No, yo pregunto: ?Se vive mejor en Valencia sin Zaplana?
P. ?Se ha ido?
R. Ah, a este nivel, esta comunidad...
P. ?Qu¨¦ le sugiere ese nombre?
R. Yo es que era hippie y viv¨ª en una comuna y tal. Me suena a comunidad de frailes.
P. ?Prefiere llamarla Pa¨ªs Valenciano?
R. O simplemente franja de tierra con gente que toma el sol y le gustan las paellas. Es igual que El Cairo. Y les pasa lo mismo que a nosotros: les importa tres pitos. No hay ese sentimiento nacionalista, gracias a Dios.
P. ?Se hizo m¨¢s valenciano desde Barcelona?
R. Valor¨¦ m¨¢s este esp¨ªritu c¨ªnico y cr¨ªtico. Me qued¨¦ muy parado cuando llegu¨¦ a Catalu?a, y conclu¨ª que nuestra gran fuerza nacional es que nos gusta mucho comer un arroz bajo un pino en la playa. M¨¢s que una lengua o una bandera. Y eso me gusta.
P. Desde la distancia.
R. Ah, no yo estoy muy bien en Barcelona. Me gustar¨ªa venir de abuelo.
P. Hace cosas en todas partes menos en Valencia. ?Est¨¢ en la lista negra?
R. No, me han encargado un hotel al lado del Patriarca muy interesante y una escultura en la Universidad Polit¨¦cnica.
P. ?C¨®mo ve Valencia desde Barcelona?
R. El cambiazo ha sido gracias a Rita Barber¨¢. Ha puesto tanta iluminaci¨®n por las noches que nos ha destrozado las calles. Me niego a salir por la noche porque me ha destrozado el entorno. Y adem¨¢s es una luz que no me favorece. Es para llevar a Rita a los tribunales. Nos ha robado las estrellas.
P. ?Ha terminado matando a Cobi?
R. Nunca lo mat¨¦. Naci¨® con un c¨¢ncer y se sab¨ªa que el d¨ªa de la clausura de los Juegos Ol¨ªmpicos se mor¨ªa subiendo a los cielos. Est¨¢ con San Pedro.
P. Con Cobi usted pas¨® de artesano a empresario.
R. Me oblig¨® y me ayud¨® a tomar la determinaci¨®n de montar mi estudio, cosa que quiz¨¢s no hubiese hecho. Me iban a pagar por aprender y me lanc¨¦. Aunque ahora hay momentos en los que me gustar¨ªa m¨¢s pintar. Cuando pintas haces lo que te da la gana.
P. ?El arte es compatible con el encargo o surge de la libertad de crear?
R. Siempre diferencio entre el arte y el dise?o. El dise?o me viene por un encargo, con sus especificaciones, su presupuesto y sus tiempos. El arte, en mi caso, son las pinturas que hago y las vendo a trav¨¦s de galer¨ªas. Son originales y no hay encargo. Es o lo tomas o lo dejas.
P. ?Se siente m¨¢s pintor que dise?ador?
R. Me siento m¨¢s jardinero y, sobre todo, padre, amante y amigo. Y hablador, molestador, metedor de mano... pero en el carn¨¦ de identidad s¨®lo pone dibujante.
P. En su obra hay muchas palmeras.
R. La palmera es una explosi¨®n de alegr¨ªa. C¨®mo coge el viento...
P. Palmeras, cipreses... ?Obsesi¨®n ecol¨®gica?
R. Siempre me han gustado los paisajes. Cuando los ves es como si te hicieran pajas en el cerebro. Tambi¨¦n he hecho mucho paisaje urbano. Hay una belleza urbana en las gasolineras. Tengo varias dibujadas.
P. ?Y por qu¨¦ gasolineras?
R. Vivo de no ir al psiquiatra. Obsesi¨®n, obsesi¨®n, obsesi¨®n s¨®lo he tenido por las tetas. Y todav¨ªa la tengo. Me encantan las tetas y se me van los ojos detr¨¢s. Lo otro, son temas que vas repitiendo. Series.
P. Tiene fama de autodestructivo.
R. S¨ª, eso es muy valenciano. Pero hago esfuerzos por decir basta y no fastidiar a mi entorno.
EN DOS TRAZOS
Javier Errando Mariscal (Valencia, 1950) es un genio autodidacta, quiz¨¢ por eso no aguant¨® ni un un mes en Bellas Artes. Cronista gr¨¢fico de la Barcelona de los ochenta, el dise?o con trazo espont¨¢neo de Cobi, la mascota de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992, lo convirti¨® en uno de los m¨¢s considerados dise?adores y dibujantes del mundo. En su estudio en la antigua f¨¢brica de Palo Alto ha puesto su sello a casi todo: im¨¢genes corporativas, hoteles, discos, personajes... Ahora est¨¢ trabajando el dise?o de un hotel con resonancias orientales para el centro de Valencia.
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