Un calendario enrevesado

El resultado de las elecciones catalanas que se celebran hoy y la complicada negociaci¨®n para formar el Gobierno auton¨®mico marcar¨¢n una nueva etapa pol¨ªtica en toda Espa?a y un enrevesado calendario en el que las elecciones de 2004 se mezclar¨¢n con el desarrollo de los acontecimientos en el Pa¨ªs Vasco.

Por el lado del PP, cada vez hay m¨¢s voces que apoyan la propuesta de Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila y aseguran que en el caso de ganar las generales con mayor¨ªa suficiente, lo primero ser¨¢ aprobar una ley que desarrolle el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. Dicho art¨ªculo prev¨¦ que el Gobierno obligue a las autoridades de una comunidad aut¨®noma a cumplir la ley y a no hacer nada que atente gravemente "contra el inter¨¦s general de Espa?a", pero no aclara c¨®mo se llevar¨¢ a cabo semejante decisi¨®n.

Muchas voces en el PP aseguran que, si ganan en marzo por mayor¨ªa absoluta, pondr¨¢n en marcha una ley de desarrollo del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n

La mayor¨ªa de los diputados de la oposici¨®n opinan que si se hace esa ley, probablemente se aplicar¨ªa con "demasiada rapidez". "Una ley as¨ª pondr¨ªa en peligro el modelo auton¨®mico en su conjunto, porque har¨ªa depender el sistema de la sola decisi¨®n del Gobierno central, algo intolerable para los Parlamentos auton¨®micos y, desde luego, para Catalu?a", explica un diputado catal¨¢n.

Por el lado del Gobierno vasco, nadie es capaz de predecir su calendario interno, pero son muchos quienes creen que Juan Jos¨¦ Ibarretxe no pretender¨¢ que su plan sea discutido, en ning¨²n caso, antes de junio-septiembre del pr¨®ximo a?o. Y no s¨®lo porque el Tribunal Constitucional haya aceptado su impugnaci¨®n, sino tambi¨¦n porque el propio PNV necesita tiempo para solucionar sus asuntos.

Aunque pr¨¢cticamente todos los nacionalistas parecen convencidos de la oportunidad del plan, muchos cargos locales aseguran que la nueva direcci¨®n del partido tendr¨¢ tambi¨¦n mucho que decir en cuanto a los ritmos. "No ser¨¢ lo mismo un EBB dirigido por Imaz que por Egibar: los dos apoyan el plan, pero tienen t¨¢cticas distintas", mantiene un concejal nacionalista, que se niega a discutir la viabilidad del plan Ibarretxe. "Lo primero no es poner en marcha el plan, sino que los nacionalistas consigamos mayor¨ªa absoluta en unas nuevas elecciones vascas. A partir de ah¨ª, ya veremos", afirma.

Dificultades pr¨¢cticas

Un importante abogado que reconoce sentirse pr¨®ximo al plan Ibarretxe resalta, sin embargo, las dificultades que puede encontrar si se implementa de forma unilateral. "Esto no ser¨ªa nada f¨¢cil. El Gobierno vasco no puede, por ejemplo, poner en marcha un Tribunal Supremo propio porque eso es algo que requiere el acuerdo y la negociaci¨®n con el Estado espa?ol", afirma. "Yo podr¨ªa apelar quiz¨¢ ante un Tribunal Supremo Vasco con un pleito entre dos caser¨ªos de aqu¨ª, pero no veo muy bien qu¨¦ se espera que haga si tengo un pleito que afecta a un ciudadano vasco y a otro de Burgos. ?D¨®nde apelo?".

Lo mismo sucede con el tema de la Seguridad Social. Un empresario vizca¨ªno cr¨ªtico con el PNV comenta el tema de las pensiones: "Si el Gobierno vasco obliga a entregar las cotizaciones a una tesorer¨ªa vasca, tendr¨¢ antes que explicar c¨®mo piensa pagar las pensiones de los miles de vascos que reciben todos los meses su dinero de la Tesorer¨ªa de la Seguridad Social espa?ola. Estas cosas no se pueden hacer por las bravas. Cuanto antes se den cuenta los ciudadanos de que no pueden pretender cobrar una pensi¨®n de Madrid si no pagan en Madrid, mejor".

Otro empresario recuerda que hasta en la Cooperativa Mondrag¨®n, de profundas ra¨ªces vascas, hace falta un acuerdo mayoritario tanto para entrar como para salir. "Una empresa que forma parte del movimiento cooperativo no se puede ir por las buenas; los restantes miembros tambi¨¦n tienen derecho a votar, y hace falta que la mayor¨ªa est¨¦ de acuerdo. No basta con decidirlo uno solo", explica.

Algunos parlamentarios del PNV y de EA reconocen que les ha causado sorpresa la rapidez del Gobierno para impedir el debate, pero aseguran que Ibarretxe tampoco ten¨ªa intenci¨®n de promoverlo, de manera formal, antes del verano. "El calendario tiene otro ritmo: primero, los presupuestos; luego, la renovaci¨®n de los cargos del PNV, y finalmente, las generales", asegura uno de ellos.

En diciembre se tienen que discutir los nuevos presupuestos. Este a?o han dejado de ser un problema para el PNV gracias al error que cometi¨® en 2002 Jaime Mayor Oreja. Ahora ya no se trata de prorrogar un presupuesto de cinco a?os de antig¨¹edad (lo que causaba escalofr¨ªos en la Administraci¨®n vasca), sino de extender el aprobado el a?o pasado. En enero, el PNV estar¨¢ metido de lleno en la segunda vuelta para elegir a su nuevo presidente y al Euskadi Buru Batzar. Y en febrero comenzar¨¢ la batalla para las elecciones de marzo. "Es posible que en el Parlamento vasco haya alguna escaramuza sobre el plan, pero es dif¨ªcil que el debate se plantee con seriedad", calcula un diputado socialista.