En busca de la alternancia

"Despu¨¦s de Pujol, Catalu?a". Pasqual Maragall resumi¨® con esta frase sus objetivos de campa?a y de gobierno, con el que aspira a abrir una nueva etapa en la historia de la autonom¨ªa basada en la normalidad despu¨¦s del periodo irrepetible de la configuraci¨®n del autogobierno y de los 23 a?os ininterrumpidos de pujolismo. La normalidad, ha reiterado Maragall, de la alternancia, de la posibilidad de un gobierno de izquierdas tranquilo, del fin de la ¨¦poca de "buenos y malos", del patriotismo liberal, integrador, que supere el debate trascendente del qui¨¦n soy para poner en primer t¨¦rmino la pol¨ªtica social, de la posibilidad de reformar el Estatuto. Y la normalidad tambi¨¦n para Espa?a, ofertando la "Espa?a plural" como la p¨®cima superadora de los at¨¢vicos pleitos territoriales.

Por primera vez desde 1980 un candidato socialista part¨ªa por delante en los sondeos y para consolidar su ventaja se ha movido estrictamente dentro del terreno de juego que aparentemente m¨¢s le beneficia: el del "programa social del cambio". Maragall se ha mantenido impert¨¦rrito dentro de los m¨¢rgenes que dictaba su agenda: ha adoptado un discurso positivo -el resto de partidos ha ironizado sobre c¨®mo piensa pagar todos los proyectos sociales que ha lanzado en campa?a-, ignorando sistem¨¢ticamente los continuos emplazamientos al debate del resto de candidatos y ha huido tambi¨¦n de los torpedos, involuntarios o no, lanzados desde las propias filas, como el de Jos¨¦ Bono cuando afirm¨® de Pujol que "la cabeza no le rige bien".

Maragall ofrece un "nuevo catalanismo" integrador, que albergue sin tapujos a los otros catalanes -los centenares de miles de catalanes nacidos en otras zonas de Espa?a- y que acoja todos sus acentos. Este patriotismo tiene una ra¨ªz eminentemente liberal, inspirado en la Revoluci¨®n Francesa, y aspira a vincular el "orgullo" de ser catal¨¢n con la mejora de los servicios p¨²blicos tomando como modelo el Estado del bienestar escandinavo.

Barrios seguros, escuela p¨²blica de calidad, mejora de la sanidad p¨²blica, apoyo a la emancipaci¨®n de los j¨®venes y al alquiler, programa de atenci¨®n domiciliaria para la gente mayor... El candidato socialista ha planteado en campa?a programas espec¨ªficos de mejora de los servicios p¨²blicos que quiere pagar mejorando el modelo de financiaci¨®n auton¨®mica e inspir¨¢ndose en el modelo de gesti¨®n del Ayuntamiento de Barcelona, aut¨¦ntico laboratorio de la izquierda plural que ahora quiere trasladar a la Generalitat.

Esta vez, el PSC se ha empleado a fondo en tratar de movilizar a los miles de electores socialistas que votan en las generales pero que se abstienen en las auton¨®micas. No s¨®lo poniendo en primer plano el programa social, sino vinculando los comicios a las posibilidades de cambio tambi¨¦n en las generales de marzo y al fin de los pleitos territoriales con la f¨®rmula de la Espa?a plural. Este esfuerzo movilizador, con el que pretend¨ªa tambi¨¦n absorber el voto ¨²til de toda la izquierda, lo ha combinado con un gui?o a los electores que se han mantenido fieles hist¨®ricamente a Jordi Pujol: aunque Maragall ha descartado tajantemente el pacto con CiU, ha situado la reforma del Estatuto en su dec¨¢logo de prioridades de gobierno y ha insistido en que Catalu?a necesita de la alternancia para llegar a la "plenitud democr¨¢tica".