"Queremos se?alar al agresor en las campa?as contra la violencia dom¨¦stica"
La editora M¨ªriam Tey (Barcelona, 1960), dirige el Instituto de la Mujer desde el pasado marzo. Dos meses despu¨¦s se convirti¨® en eje de la pol¨¦mica por haber publicado en la editorial de la que es copropietaria el libro de ficci¨®n Todas Putas. En la primera entrevista que concede desde entonces a un diario, Tey reconoce que present¨® su dimisi¨®n varias veces, pero no le fue admitida. La responsable de las pol¨ªticas de igualdad entre hombres y mujeres apuesta por reforzar la conciencia social contra la violencia dom¨¦stica.
Pregunta. Este a?o al menos 64 mujeres han muerto por violencia dom¨¦stica. ?Qu¨¦ reflexi¨®n le merece este aumento?
Respuesta. Estamos ante un problema grav¨ªsimo respecto al que el Gobierno y el Instituto han hecho un esfuerzo muy fuerte. Los resultados de la orden de protecci¨®n
"Me parece inevitable reformar el orden sucesorio, pero no es el momento oportuno"
"Reinsertar a los maltratadores resulta muy dif¨ªcil y muy caro"
[en vigor desde agosto], pactada con todos los partidos, se ver¨¢n en poco tiempo. Los que ya tenemos son muy positivos. Se han dictado m¨¢s de 4.000 ¨®rdenes. Hay que trabajar much¨ªsimo en la concienciaci¨®n, en los roles y en las pol¨ªticas de igualdad para que no haya las relaciones de poder y sometimiento que se dan entre hombres y mujeres.
P. Es parad¨®jico que aumenten las v¨ªctimas cuando se implanta una medida protectora.
R. S¨ª. Pero no se puede cuestionar la v¨ªa porque se hayan producido esas muertes horribles. Ser¨ªa como cuestionar un tratamiento de c¨¢ncer porque siguen muriendo enfermos de esa dolencia. Se sabe que el 75% de las v¨ªctimas mortales no hab¨ªa presentado denuncia. No hay medidas posibles para impedir una muerte que no tiene antecedentes en comportamientos. Pero han aumentado mucho las denuncias.
P. ?La violencia dom¨¦stica es una consecuencia del machismo y del sistema patriarcal?
R. S¨ª. Las muertes se producen en gran medida cuando se dan las separaciones. Los hombres no est¨¢n habituados a que la mujer tome decisiones sobre su propio destino. La mujer ha sido durante muchos a?os una propiedad del marido. En ese sentido, la violencia es una respuesta ante la autonom¨ªa de esa mujer.
P. ?Prev¨¦ nuevas medidas?
R. Vamos a seguir trabajando en todos los ¨¢mbitos, especialmente en la concienciaci¨®n de toda la sociedad. Queremos enfocar las campa?as tambi¨¦n de cara al agresor. Decirle "t¨² eres responsable" y empezar a se?alarle. Se tratar¨ªa, por ejemplo, de sacar en los anuncios no a la mujer golpeada, sino al hombre que la golpea.
P. ?Es partidaria de los tratamientos para los agresores?
R. Las v¨ªctimas tienen demasiadas necesidades como para invertir en primera instancia en la inserci¨®n de los maltratadores. Pero me gustar¨ªa involucrar a empresas, fundaciones y ONG para que financien estudios y programas de reinserci¨®n de los agresores. Lograrla es muy dif¨ªcil, y muy caro.
P. Las mujeres tienen otros problemas, como la discriminaci¨®n laboral y salarial.
R. El instituto ha trabajado con fondos europeos en la construcci¨®n de dos programas inform¨¢ticos, llamados Isos, que miden la discriminaci¨®n salarial y de carrera profesional. Estas herramientas ya est¨¢n en manos de los inspectores de trabajo. Tienen un grupo especializado en discriminaci¨®n laboral femenina que empieza a actuar.
P. ?Hay resultados ya?
R. No. El programa est¨¢ a prueba en empresas a las que no se sancionar¨¢. Pronto ser¨¢ efectivo.
P. El instituto vela por la igualdad de oportunidades. ?Tomar¨¢ iniciativas nuevas?
R. Tenemos el cuarto plan de igualdad de oportunidades. Es extens¨ªsimo, abarca desde la violencia hasta la educaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ presupuesto tiene?
R. Del presupuesto del Instituto, 23,5 millones de euros este a?o, 18 millones van al plan de igualdad, sobre a empleo.
P. ?Faltan medidas coactivas para lograr la igualdad?
R. Ya existen y el Gobierno est¨¢ abierto al di¨¢logo para incorporar propuestas. Ahora una mujer puede denunciar la discriminaci¨®n an¨®nimamente ante la inspecci¨®n de trabajo.
P. ?Anima a las mujeres a denunciar esa discriminaci¨®n?
R. Absolutamente. Pueden hacerlo ante los inspectores de trabajo o ante los institutos de la mujer de cada autonom¨ªa. No tiene riesgos para ellas.
P. ?Qu¨¦ pros y contras tienen las espa?olas en 2003?
R. Entre las ventajas destaca la mayor inserci¨®n laboral, que tiene repercusiones muy importantes en cuanto a independencia. El mayor reto pendiente es la erradicaci¨®n de la violencia.
P. ?Y la conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral?
R. Tambi¨¦n es un problema. Hay que enfocarla hacia la mujer y hacia el hombre.
P. ?Con qu¨¦ pol¨ªticas?
R. Con las mismas por las que apostamos para las mujeres. Los hombres tambi¨¦n tienen que tener el derecho de ver crecer a sus hijos.
P. ?Es partidaria de implantar un permiso de paternidad pagado exclusivo para los hombres como una medida de igualdad?
R. Eso se puede plantear y se tendr¨ªa que pactar en Las Cortes si la mayor parte de la sociedad est¨¢ de acuerdo.
P. El PP se ha opuesto a ello. La medida costar¨ªa dinero.
R. Si esto se pacta y se aprueba, no tendr¨ªa que resultar m¨¢s caro, porque con las medidas que estamos tomando vamos a conseguir que no haya discriminaci¨®n salarial. Costar¨ªa lo mismo que se quedara el hombre o la mujer en casa.
P. Se trata de que puedan quedarse los dos.
R. Quiz¨¢ pueden plantearse f¨®rmulas para que los permisos de los padres no sean costosos para las empresas.
P. ?Defiende medidas m¨¢s eficaces para la conciliaci¨®n?
R. Hay que plantear todas las iniciativas. Podr¨ªan estudiarse desgravaciones fiscales para las empresas que la favorezcan.
P. ?Es partidaria de que se reforme la Constituci¨®n para equiparar a hombres y mujeres en el orden sucesorio?
R. Me parece inevitable, pero hay que medir los tiempos para hacerlo. Creo que ahora no es el momento oportuno.
P. ?Es usted feminista?
R. No. Nunca me he considerado feminista, pero lucho porque las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres.
P. Tras el esc¨¢ndalo de Todas Putas usted present¨® la dimisi¨®n varias veces. ?Por qu¨¦ ha seguido?
R. Cuando estall¨® el esc¨¢ndalo puse mi cargo a disposici¨®n del ministro
varias veces, porque no quer¨ªa da?ar al Instituto. En el ministerio no me la aceptaron porque entend¨ªan que se hab¨ªa manipulado el caso y me reiteraron que ten¨ªan absoluta confianza en m¨ª. He seguido por la convicci¨®n de que puedo hacer algo por las mujeres, de que tengo algo que aportar.
P. ?Le sorprendieron los ataques por su "falta de idoneidad" para el cargo?
R. Mucho. Ten¨ªa la ingenua creencia de que el objetivo de trabajar por las mujeres estaba por encima de que yo hubiera editado un libro que considero como una denuncia de la violaci¨®n mediante un personaje caricaturesco.
P. Se interpret¨® como una apolog¨ªa de la violaci¨®n.
R. Eso es como pretender que los mutilados que pint¨® Goya son una burla, cuando en realidad son una denuncia. El an¨¢lisis de la cuesti¨®n se desplaz¨®. Hubo un momento en el que incluso sent¨ª miedo a sufrir una agresi¨®n. Creo que ahora ya es una cuesti¨®n cerrada.
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