Impunidad en las carreteras
Margareta Jonsson, vecina de Barcelona, lo ha perdido todo. A su hijo Gabriel, mec¨¢nico de 21 a?os, carbonizado en 1999 en un accidente de tr¨¢fico, y a su marido, Enrique, al que se le rompi¨® el coraz¨®n por la absurda y dolorosa p¨¦rdida del joven, una desaparici¨®n que no super¨®. A Margareta, de 56 a?os, sueca residente en Espa?a desde hace tres d¨¦cadas, s¨®lo le quedaba un consuelo, una sentencia justa que condenara a Eloy V. P., de 26 a?os, la persona que conduc¨ªa el Peugeot 205 en el que viajaba su hijo. Al acusado se le describi¨® as¨ª en el primer fallo judicial: "Rostro p¨¢lido, ojos brillantes, pupilas dilatadas, halitosis alcoh¨®lica muy fuerte de cerca, deambulaci¨®n titubeante y expresi¨®n verbal repetitiva e il¨®gica".
Carlos Mu?oz Repiso: "A veces me resisto a creer estas sentencias. El que las lee piensa que si cometes una imprudencia y matas a alguien, no te pasa nada"
"Una aver¨ªa en los frenos,un revent¨®n o una casualidad es asumible, pero no una imprudencia grave como la que acab¨® con la vida de mi marido", afirma Ruiz
"S¨®lo he visto una condena por encima de los dos a?os de prisi¨®n. No hay noticias de que nadie acabe entre rejas. ?Por qu¨¦ no va nadie a la c¨¢rcel?", dice el fiscal
"Hay dolor y rabia de las v¨ªctimas contra los pol¨ªticos y la justicia porque no se toman en serio el acto de matar a otro en un accidente de tr¨¢fico", se?ala Thorson
Antonio Vicen, fiscal: "Mandar¨ªa a los jueces a reunirse con padres, madres y familiares y saldr¨ªan totalmente reciclados. Saldr¨ªan finos"
Durante los ¨²ltimos cinco a?os, los jueces han revocado definitivamente tan s¨®lo 13 carn¨¦s de conducir. El a?o pasado, ninguno
Tres a?os despu¨¦s de la fatal noche que trunc¨® su vida, Jonsson tiene ya una sentencia definitiva. La Audiencia Provincial de Barcelona ha absuelto a Eloy del delito de homicidio imprudente por el que fue condenado a dos a?os de prisi¨®n en primera instancia. Ahora le considera autor de un delito de imprudencia leve con resultado de muerte y le impone una pena de 45 d¨ªas de multa a raz¨®n de tres euros diarios, es decir, 135 euros, y seis meses de retirada de carn¨¦.
Durante los ¨²ltimos cinco a?os los jueces han revocado s¨®lo 13 carn¨¦s de conducir en toda Espa?a, seg¨²n datos de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico. En el a?o 2002, ninguno. La revocaci¨®n del permiso de conducir, supresi¨®n definitiva, es competencia exclusiva de los tribunales. En este periodo, 28.335 personas murieron en las carreteras y zonas urbanas, y 758.903 resultaron heridas. El 40% de los muertos superaba la tasa de alcohol permitida, seg¨²n un estudio del Instituto de Toxicolog¨ªa basado en las autopsias de los cad¨¢veres.
?Hay impunidad en las carreteras? ?Por qu¨¦ casi nadie cumple penas de prisi¨®n cuando el C¨®digo Penal las contempla? ?Cu¨¢l es el motivo por el que los jueces resuelven casos de negligencia grave por la v¨ªa administrativa? ?Por qu¨¦ esta indiferencia ante una masacre que en los ¨²ltimos 24 a?os arroja la cifra de 135.761 muertos, una poblaci¨®n similar a la de C¨¢diz?
Gobierno y oposici¨®n coinciden en que hay una cierta impunidad y anuncian medidas para atajarla. El pasado 26 de octubre, la comisi¨®n de Justicia e Interior del Senado aprob¨®, con los votos del PP, CIU y PNV, una reforma del C¨®digo Penal por la que se establece la prisi¨®n de tres a seis meses para los casos de alcoholemia. Antes, ¨¦sta se combat¨ªa con penas de arresto de fin de semana, que no se cumpl¨ªan por falta de centros adecuados, y multas. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el candidato socialista a la presidencia, ha prometido acabar con "la impunidad penal" en los accidentes de tr¨¢fico.
El an¨¢lisis al que se someti¨® a Eloy V. P., acusado de la muerte del m¨¦canico Enrique Guardia Jonsson, arroj¨® un gramo de alcohol por litro de sangre, el doble de lo permitido por la ley; pero para el tribunal, que cuestiona la descripci¨®n de algunos testigos, no se deduce que el conductor estuviera afectado por la bebida. Margareta asegura que el joven al que su hijo prest¨® el volante de su coche en Piera-Hostalets, localidad situada a 50 kil¨®metros de Barcelona, ten¨ªa antecedentes por conducci¨®n temeraria y que ¨¦sta era su tercera alcoholemia. Todav¨ªa estupefacta por el fallo judicial, destaca que nunca se le retir¨® el carn¨¦.
"Es un fallo irrisorio, insultante y vergonzoso. Mi hijo acababa de terminar la mili, ten¨ªa trabajo y rebosaba ilusi¨®n. Tras su muerte, mi marido empez¨® a fumar y beber m¨¢s de la cuenta. Nunca lo super¨® y entr¨® en una profunda depresi¨®n. Hace un a?o sufri¨® un infarto y ahora estoy sola. Ten¨ªa 56 a?os. Las v¨ªctimas necesitamos que esto cambie. Que se acabe la impunidad", reclama Margareta.
Escapar de la prisi¨®n
Al d¨ªa siguiente de que el Senado endureciera las penas en accidentes provocados por el alcohol, Carlos Mu?oz-Repiso, director general de Tr¨¢fico, abri¨® el peri¨®dico en el avi¨®n que le llevaba a Verona (Italia), donde se celebraba un Consejo de Ministros de Transportes, y ley¨® una noticia que le inquiet¨®. Eneas C. A., de 21 a?os, la persona que la noche del 11 de diciembre de 2000 mat¨® a dos operarios de 39 y 49 a?os en la Ronda Litoral de Barcelona y se dio a la fuga, hab¨ªa sido condenado a dos a?os de prisi¨®n. El conductor circulaba ebrio, y, adem¨¢s de no asistir a sus v¨ªctimas, protagoniz¨® una espectacular carrera por la ciudad hasta que fue detenido por la Guardia Urbana. Eneas se ha salvado de la c¨¢rcel, las penas de dos a?os no se cumplen si se carece de antecedentes penales, porque seguir¨¢ un tratamiento de desintoxicaci¨®n. Adem¨¢s resarcir¨¢ econ¨®micamente a las familias de las v¨ªctimas.
"Reconozco que sent¨ª indignaci¨®n. A veces me resisto a creer estas sentencias. ?C¨®mo ha llegado el juez a esta conclusi¨®n? He pedido que me env¨ªen el fallo porque no acabo de creerlo. El que lee esto piensa que, si cometes una imprudencia y matas a alguien, no te pasa nada", se?ala el responsable de Tr¨¢fico. Pese a su cr¨ªtica, Mu?oz-Repiso cree que, "en general, los jueces son duros", y pone el ejemplo de los fallos en los que se retira el carn¨¦ durante dos a?os por infracciones en las que no hay lesiones.
Las v¨ªctimas de la negligencia de otros conductores no piensan igual. Amelia Ruiz, de 56 a?os, vecina de la localidad madrile?a de Alcorc¨®n es una de las miles de viudas que cada a?o provocan las carreteras espa?olas. Perdi¨® a su marido el 3 de mayo de 1997. Aquel d¨ªa, un retraso de 10 minutos de su esposo, un ingeniero industrial de 45 a?os, le hizo temer lo peor. Francisco Alonso yac¨ªa muerto en la carretera de Madrid a Extremadura. Un autob¨²s de la Empresa Municipal de Transportes cambi¨® de carril y le empotr¨® contra un lateral. Sali¨® despedido por la ventanilla y falleci¨® en el acto. "Al que mat¨® a mi marido le condenaron, por una falta, a pagar 500 pesetas durante 45 d¨ªas. Pedimos que le retiraran el carn¨¦, pero el juez dijo que era su medio de vida", se queja su esposa.
Amelia visit¨® a un psic¨®logo durante cuatro a?os y asegura que esa experiencia no se supera jam¨¢s. "Una aver¨ªa en los frenos, un revent¨®n o cualquier otra casualidad es asumible, pero no una grave imprudencia como la que acab¨® con la vida de mi marido".
Hace dos a?os, en la avenida de Montesierra de Sevilla perdieron la vida dos amigos cuando caminaban abrazados. Jes¨²s Hermoso, socorrista, de 20 a?os, y Juan Antonio Mart¨ªnez, ex futbolista, de 24. Sal¨ªan de la discoteca Notre Dame a la una y media de la madrugada y cruzaban junto al paso de peatones cuando Emilio H. B., de 37, los arroll¨® con su turismo. "Mi hijo apareci¨® a 40 metros del lugar del accidente y falleci¨® seis d¨ªas despu¨¦s. El autor superaba la tasa de alcohol permitida", denuncia Asunci¨®n Valderrama, la madre de Jes¨²s. El conductor arguy¨® que no vio a sus v¨ªctimas.
Las dos familias no ocultaron su rabia cuando recibieron el fallo en primera instancia, una condena por falta leve, nueve meses de retirada de carn¨¦ y una multa de 12 euros diarios durante 60 d¨ªas. El pasado 22 de octubre, la Audiencia Provincial de Sevilla acept¨® el recurso de las v¨ªctimas y elev¨® la pena a dos a?os de prisi¨®n, uno por cada joven fallecido, por un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte. Adem¨¢s, un a?o y medio sin carn¨¦.
Juan Mart¨ªnez, jubilado de 54 a?os y padre de Juan Antonio, se consuela porque "al menos hemos conseguido que se tipifique como delito y no como falta. Pero nos parece una burla a la familia porque no ir¨¢ a prisi¨®n, ya que no tiene antecedentes".
Faltas u homicidios
?Qu¨¦ ocurre para que las v¨ªctimas de las imprudencias graves se sientan tan defraudadas por la justicia? Ol¨¦ Thorson, de 62 a?os, ingeniero de caminos y autor de una tesis sobre seguridad vial, responde as¨ª: "Se tramitan los homicidios como una falta administrativa y en realidad estamos ante homicidios, aunque sean involuntarios. No se toca la responsabilidad del agresor contra las v¨ªctimas. Se liquida con una indemnizaci¨®n".
Thorson, vicepresidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Prevenci¨®n de Accidentes de Tr¨¢fico (P(A)T), muestra estupefacci¨®n por el hecho de que en los casos de infracciones graves o muy graves, alcohol o exceso de velocidad no se retire el carn¨¦. "No ocurre hasta que no hay sentencia. Hay dolor y rabia de las v¨ªctimas contra los pol¨ªticos y la justicia porque no se toman en serio el acto de matar a un ciudadano en la carretera", dice.
Antonio Vicen, fiscal de la Audiencia Provincial de Barcelona y uno de los pocos especialistas en delitos de tr¨¢nsito, lanza una recomendaci¨®n: "Mandar¨ªa a los jueces a reunirse con padres, madres y familiares de v¨ªctimas y saldr¨ªan totalmente reciclados. Saldr¨ªan finos". Vicen lo hizo el pasado d¨ªa 31 durante una reuni¨®n de familiares de v¨ªctimas en la casa Elizalde de Barcelona. No era la primera vez que se encontraban con ellos.
"S¨®lo he visto una condena por encima de los dos a?os de prisi¨®n. Era de dos a?os y unos meses. No hay noticias de que nadie acabe entre rejas. ?Por qu¨¦ nadie va a la c¨¢rcel si ya lo contempla el C¨®digo Penal? Hay muchos siniestros que no son accidentes de tr¨¢fico, sino que est¨¢n provocados. Muchas alcoholemias quedan impunes porque demasiados jueces creen que conducir con dos litros de cerveza no es delito", asegura el fiscal.
Para Vicen, que ha actuado como acusador en varios casos, las quejas de las v¨ªctimas son justificadas. El fiscal explica c¨®mo algunos jueces miran hacia otro lado. "La polic¨ªa env¨ªa el atestado al juzgado y se archiva. Se deja toda la iniciativa a las v¨ªctimas. Si la familia denuncia, entonces lo reabren. Apenas hay causas por accidentes cuando no hay alcoholemia. Los accidentes casi no se persiguen".
Jaime Gil Robles, presidente de la Fundaci¨®n Alcohol y Sociedad, a?ade otro factor al asegurar que los jueces tienen en este campo "una absoluta falta de formaci¨®n". "Dejan que se vaya de rositas gente con 2,8 gramos de alcohol en aire. Pedimos tolerancia cero. La gente no tiene la sensaci¨®n de que la van a pillar".
El fiscal Vicen recuerda que hasta 1983 se consideraba delito conducir sin carn¨¦. Ahora es una falta administrativa. "Lo cambiaron y se consider¨® un logr¨® de la democracia", dice con iron¨ªa. Desde 1989 lo que era delito se convirti¨® en falta, "para desahogar los juzgados". La mayor¨ªa de las incidencias pasaron al terreno civil.
Las penas m¨¢s graves tambi¨¦n se rebajaron en el nuevo C¨®digo Penal de 1995. As¨ª, la de muerte o lesiones graves que contemplaba prisi¨®n de seis meses a seis a?os se redujo a cuatro. "Bajaron de forma escandalosa los delitos contra las personas. Se protegi¨® m¨¢s la propiedad que la vida. Por robar un bolso te pueden caer de dos a cinco a?os de c¨¢rcel. Es una paradoja que me indigna".
Pero esta tendencia puede cambiar. Espa?a est¨¢ en los puestos de cabeza de v¨ªctimas en Europa, y el alud de sentencias que indignan a las familias de los muertos ha provocado que se levanten voces favorables a endurecer la ley. La pena m¨¢xima de c¨¢rcel es de 4 a?os mientras en Francia y el Reino Unido se eleva hasta 10. El Gobierno franc¨¦s acaba de poner en pr¨¢ctica una legislaci¨®n m¨¢s severa con notable ¨¦xito.
Jordi Jan¨¦, diputado de CiU y miembro de la comisi¨®n de Tr¨¢fico, es uno de los impulsores de medidas que acaben con la "impunidad", como los casos de omisi¨®n del deber de socorro. "Tiene que salir m¨¢s caro huir despu¨¦s de matar a alguien". Pero la meta de CiU es lograr que se objetive en el C¨®digo Penal cu¨¢ndo un conductor causa peligro. " No lo est¨¢, y queremos que se haga aunque el conductor no cause lesiones. Que se concrete que a partir de los 180 kil¨®metros por hora un conductor est¨¢ en situaci¨®n de causar un peligro real. Es como ir con una pistola disparando por las calles", dice.
Conductores bala
Jan¨¦ apunta a los conductores bala. Los radares de los Mossos d'Esquadra pillaron en el a?o 2002 a 445 conductores que circulaban a m¨¢s de 180 kil¨®metros por hora. Treinta y nueve lo hac¨ªan a m¨¢s de 200. En Lleida se localiz¨® a un motorista cuando circulaba a 236 km/h., y en una v¨ªa de Tarragona, a un automovilista a 243. "No se les puede castigar penalmente si no han causado da?os", se queja.
CiU ha logrado, en la reciente reforma del C¨®digo Penal, que se sustituyan los arrestos de fin de semana por penas de prisi¨®n de tres a seis meses para quienes conduzcan bajo la influencia de drogas t¨®xicas, estupefacientes o bebidas alcoh¨®licas; pero fracas¨® en su intento de objetivar la tasa de alcohol (0,8 en sangre y 0,40 en aire) y la de velocidad (el doble del l¨ªmite y aumento del 50 km/h.). ?sta s¨®lo aparece en la norma administrativa. "Seguimos sin saber qu¨¦ es para el C¨®digo Penal temeridad manifiesta y cu¨¢l es la velocidad desproporcionada", reprocha el senador de CiU Salvador Capdevilla.
?Por qu¨¦ no apoy¨® el PSOE este cambio si Zapatero quiere acabar con la impunidad? "Pedimos el endurecimiento penal s¨®lo para los casos en los que se produce muerte o incapacidad laboral. Para los otros consideramos suficiente la retirada del carn¨¦", responde el diputado Victorino Mayoral.
Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, reconoce que la alcoholemia se combat¨ªa s¨®lo con multas, pero critica la propuesta de CiU. "Una medida tan dr¨¢stica no se puede hurtar del debate social. Es desproporcionado que a una persona que circula a 180 se le imponga pena de prisi¨®n. El alcohol no afecta igual a todo el mundo".
Para Santiago Vidal, 48 a?os, juez de la Audiencia de Barcelona, la raiz del problema est¨¢ en la frontera poco clara entre la infracci¨®n y el delito penal. "La ley es generalista y provoca que nos inclinemos por la infracci¨®n. Aplicamos el C¨®digo Penal si se duplica la tasa de alcohol. Me opongo a que se haga cuando no hay lesiones".
Desde que en 1998 perdi¨® a su hijo de 35 a?os arrollado por un turismo, Ana Mar¨ªa Campo, de 64, ha dedicado su vida a combatir "esta sangr¨ªa de muerte" desde su asociaci¨®n Stop Accidentes. En su opini¨®n, el reciente cambio legal es insuficiente. "La industria del motor y la publicidad tienen demasiada fuerza. Hay miedo a llegar m¨¢s lejos", denuncia. Lid¨®n Garc¨ªa, almeriense de 42 a?os, que perdi¨® a su marido de 34 y a su hijo de ocho, en un accidente ocurrido en 1995 en Castell¨®n, resume su opini¨®n en una sola frase: "Las v¨ªctimas somos los ¨²ltimos".
Francia salva 1.500 vidas con penas de hasta 10 a?os de c¨¢rcel
EL PRESIDENTE FRANC?S, Jacques Chirac, desvel¨® que los tres grandes objetivos de su mandato eran la lucha contra el c¨¢ncer, la inserci¨®n de los minusv¨¢lidos y la reducci¨®n de la mortalidad de los accidentes de tr¨¢fico. Hoy, es en el terreno de la represi¨®n de los delitos de tr¨¢fico donde la iniciativa de Chirac se apunta su mayor victoria, seg¨²n informa desde Par¨ªs Octavi Mart¨ª. Entre 2002 y 2003 el n¨²mero de muertos en accidente de carretera ha disminuido en un 18,1% y en porcentaje a¨²n superior en el de heridos. Los controles de alcoholemia han aumentado en un 29%, el n¨²mero de multas por exceso de velocidad en un 28% y las sanciones por no llevar abrochado el cintur¨®n o puesto el casco en un 41%.
El mayor rigor en el control y en la aplicaci¨®n de la ley explica en buena parte las 1.500 vidas salvadas, pero no todo. Las campa?as de prevenci¨®n han tenido su efecto, los medios de comunicaci¨®n han insistido en los casos de conductores peligrosos y la conciencia colectiva ha dado un salto adelante. Adem¨¢s se han endurecido las sanciones: en caso de homicidio involuntario el conductor puede ser condenado hasta a cinco a?os de c¨¢rcel. Si se acumulan dos circunstancias agravantes -conducir sin permiso, darse a la fuga, velocidad excesiva, alcohol, reincidencia-, entonces la pena puede llegar a los 10 a?os. Si no hay muerte pero s¨ª lesiones graves, la sanci¨®n tiene su techo en los tres a?os. Conducir bajo los efectos de la marihuana o la coca¨ªna, o hacerlo bebido, supone dos a?os de c¨¢rcel y una multa de 30.000 euros.
En Alemania los tribunales imponen las penas m¨¢ximas. La tasa m¨¢xima de alcohol permitida es de 0,5% mg/ml. Hay sanciones escalonadas, pero como m¨ªnimo se impone siempre una multa de 250 euros y la prohibici¨®n de conducir durante un mes. Si un conductor ebrio causa un accidente mortal puede pasar hasta cinco a?os en prisi¨®n, seg¨²n se?ala Ciro Krauthausen desde Bonn.
Con un m¨¢ximo de 10 a?os de c¨¢rcel se castiga en el Reino Unido a los que causan muerte por conducci¨®n temeraria o bajo los efectos de alcohol y drogas. La pena se reduce a un m¨¢ximo de dos a?os en casos de conducci¨®n temeraria sin muerte. Conducir bebido conlleva la retirada del carn¨¦ por un plazo m¨ªnimo de un a?o, adem¨¢s de una multa, seg¨²n informa Lourdes G¨®mez desde Londres. La agresividad en la carretera, road rage,
est¨¢ muy perseguida y acaba en procesamientos por asalto, homicidio y asesinato.
En Italia s¨®lo son punibles con penas de c¨¢rcel, de uno a cinco a?os, los accidentes en los que el conductor causa una o varias muertes, se?ala Enric Gonz¨¢lez.
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