La disidencia cubana trata dif¨ªcilmente de recuperarse de la ola de represi¨®n
Rivero celebra hoy en prisi¨®n su 58? cumplea?os convertido en s¨ªmbolo
El poeta y periodista cubano Ra¨²l Rivero cumple hoy 58 a?os, encerrado en la prisi¨®n de Canaletas, a 461 kil¨®metros de La Habana. Rivero fue detenido el pasado 20 de marzo y condenado dos semanas despu¨¦s a 20 a?os de c¨¢rcel, acusado de "conspirar" con Estados Unidos para "desestabilizar la revoluci¨®n". Por el mismo motivo, 74 opositores y periodistas disidentes fueron sancionados en abril a penas de privaci¨®n de libertad de entre 6 y 28 a?os, en la mayor campa?a del Gobierno de Fidel Castro contra la disidencia.
Ocho meses despu¨¦s de aquellos juicios sumar¨ªsimos, el movimiento opositor cubano trata a¨²n de recuperarse del golpe. Algunos activistas admiten que "la ola represiva ha tenido graves consecuencias", aunque, dicen, "el r¨¦gimen no ha logrado liquidar a la oposici¨®n". Otros opinan que lo sucedido incluso podr¨ªa fortalecer a la disidencia a medio plazo y recabarle m¨¢s apoyo internacional.
Sin embargo, en privado, diplom¨¢ticos y pol¨ªticos extranjeros de visita en la isla reconocen que lo sucedido ha sido "funesto" y se?alan que la disidencia cubana podr¨ªa tardar a?os en reconstruirse y rehacer sus redes operativas.
La carga policial de marzo golpe¨® a la denominada prensa independiente, a la que pertenec¨ªa Rivero, quien fund¨® en 1995 la agencia Cuba Press. En los ¨²ltimos a?os, decenas de cubanos se sumaron a esta forma de oposici¨®n, colaborando con radios y diarios de Miami o difundiendo sus comentarios cr¨ªticos a trav¨¦s de Internet. Tras las redadas, 26 periodistas independientes fueron enviados a prisi¨®n.
Proyecto Varela
La otra gran diana de las autoridades fue el Proyecto Varela, iniciativa que demanda un refer¨¦ndum sobre el cambio pol¨ªtico en Cuba. Seg¨²n su promotor, el democristiano Oswaldo Pay¨¢, 40 de los opositores condenados hab¨ªan colaborado en la recogida de 11.020 firmas de respaldo al proyecto, entregadas en mayo de 2002 al Parlamento cubano. Adem¨¢s, a la ofensiva de marzo le sigui¨® la publicaci¨®n de dos libros sobre confidentes y agentes infiltrados, en una operaci¨®n sin precedentes para desprestigiar a la atomizada disidencia.
"Fue la peor ola de represi¨®n en 30 a?os. Pero lo ¨²nico que hizo el r¨¦gimen fue segar la hierba", opina el disidente Elizardo S¨¢nchez, acusado por el Gobierno de trabajar durante a?os para la polic¨ªa pol¨ªtica. Seg¨²n ¨¦l, "la contradicci¨®n fundamental no es entre el Gobierno y los disidentes, sino entre la sociedad y el modelo totalitario, por eso es que la oposici¨®n seguir¨¢ floreciendo".
Para Oswaldo Pay¨¢, una muestra de que lo ocurrido no ha conseguido aplastar el descontento popular es que, entre abril y septiembre, se recogieron m¨¢s de 5.000 firmas en respaldo al Proyecto Varela, que, junto a otras 9.000, fueron presentadas al Parlamento hace un mes. Inasequible al desaliento, Pay¨¢ cree que "lo importante ahora es que se ha gestado un movimiento c¨ªvico, expresi¨®n de una necesidad de cambio". ?Su estrategia de futuro? Fomentar la participaci¨®n de los cubanos en "un proceso de di¨¢logo necesario para sentar las bases de la futura transici¨®n".
Los diplom¨¢ticos europeos ven el futuro m¨¢s gris. "Los opositores hab¨ªan tardado a?os en crecer, lograr un espacio y superar, mal que bien, sus diferencias. Reconquistar el terreno no va a ser tan r¨¢pido ni f¨¢cil", dice un embajador. Tampoco hay que subestimar, se?ala otro, el "da?o", en t¨¦rminos de credibilidad, que ha causado el destape de numerosos topos infiltrados en las filas de la disidencia. Los opositores cubanos en libertad han hecho de la solidaridad un nuevo motivo de lucha. Sus esposas han dirigido decenas de cartas a presidentes y l¨ªderes internacionales; han hecho denuncias p¨²blicas sobre la situaci¨®n de los prisioneros, y varias, las m¨¢s bravas, han ocupado el lugar de sus c¨®nyuges, como Blanca Reyes, la mujer de Rivero, convertido ya en s¨ªmbolo de la disidencia cubana.
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