Una obsesi¨®n simb¨®lica
Cu¨¢l es el origen de esa peculiar forma de las redes de transporte en la Pen¨ªnsula, extendi¨¦ndose en forma de estrella desde Madrid hacia la costa? ?Por qu¨¦ han permanecido en el tiempo? ?Por qu¨¦ las nuevas redes -autopistas y alta velocidad ferroviaria- adoptan la misma morfolog¨ªa?
La primera propuesta de red radial aparece en 1720, en pleno reinado de Felipe V, y durante los a?os siguientes se suceden las propuestas de los arbitristas de la ¨¦poca para hacer caminos "s¨®lidos y rectos" que unieran Madrid con los principales puertos y con Francia.
El concepto se ha mantenido vigente durante casi tres siglos: los caminos se han construido desde el centro hacia la "periferia", y adem¨¢s se han intentado hacer "s¨®lidos y rectos", es decir, con las mejores caracter¨ªsticas t¨¦cnicas posibles en cada momento, sin reparar en medios para que la red radial fuera el orgullo del pa¨ªs, aunque las redes secundarias fueran escasas y de mala calidad. Las infraestructuras importantes se hacen desde Madrid, y en ellas no hay que escatimar recursos, porque esas redes van a traer el ansiado desarrollo econ¨®mico.
Romper con la tendencia y crear un sistema integrado presupone un cambio de talante
Resulta as¨ª que el esquema radial no es simplemente una morfolog¨ªa de las redes de comunicaciones, sino una determinada concepci¨®n de c¨®mo hacer pol¨ªtica en el campo de las infraestructuras de transporte: las obras o redes importantes son competencia del Estado; el pa¨ªs debe contar en cada momento con lo m¨¢s moderno (el ferrocarril en el XIX, las autopistas en los setenta, la alta velocidad hoy), y las redes heredadas caen en el olvido (?qui¨¦n se acuerda ya de la red ferroviaria convencional?). Esas redes "modernas" tienen tal valor simb¨®lico colectivo que no es necesario estudiar su funcionalidad efectiva: una ciudad sin estaci¨®n de AVE desaparece del "mapa" de la modernidad, y una provincia sin varias autopistas se hundir¨ªa en el subdesarrollo.
?Nos encontramos en un momento adecuado para replantear este modelo radial? En un contexto de progresiva integraci¨®n, tanto en el marco europeo como mundial, es l¨®gico que cada territorio, y muy en especial sus ciudades, reivindique su derecho a insertarse directamente en esos espacios globales sin tener que pasar por Madrid. Pero la cuesti¨®n es c¨®mo hacerlo.
El Plan de Infraestructuras del Gobierno plantea duplicar pr¨¢cticamente la longitud de autopistas y autov¨ªas, con itinerarios transversales (lo que denomina "mallar" el territorio: una idea que ya se utiliz¨® con escaso ¨¦xito a principios del XX en la red ferroviaria), y establece una nueva red radial, la de alta velocidad ferroviaria. En ambos casos la responsabilidad de la actuaci¨®n recae en la Administraci¨®n central, as¨ª que se mantiene la tradici¨®n: caminos s¨®lidos a los que habr¨¢ que dedicar recursos cuantiosos, y el Gobierno central como decisor del cu¨¢ndo, c¨®mo y d¨®nde se realizan.
Sin duda que existen alternativas a este planteamiento, porque los problemas a los que nos enfrentamos hoy son distintos de los del pasado, y s¨®lo pueden encontrar una respuesta adecuada cambiando de perspectiva. Hace tiempo que la accesibilidad ha dejado de ser el problema clave del transporte en el pa¨ªs, y que, como los dem¨¢s pa¨ªses de nuestro entorno, son otras las cuestiones prioritarias que atender: el impacto medioambiental del transporte (las emisiones de gases efecto invernadero o la ocupaci¨®n de espacios naturales), la eficiencia del sistema (los operadores son m¨¢s decisivos que las infraestructuras), o el desenredo de la madeja de financiaciones entrecruzadas que acaban subvencionando, parad¨®jicamente, la movilidad de las rentas m¨¢s altas y los modos de transporte con mayor impacto.
Se trata de repensar las actuaciones y de repartir de manera eficiente responsabilidades y recursos entre las diversas administraciones, a partir de una imagen concertada de lo que debe ser el territorio y desde los principios del desarrollo sostenible. Un planteamiento que podr¨ªamos denominar de integraci¨®n, entendiendo por tal la integraci¨®n competencial (mayor protagonismo para las administraciones m¨¢s pr¨®ximas al territorio) y la integraci¨®n funcional de los diversos modos de transporte.
Un planteamiento de integraci¨®n supone desarrollar una red de transporte tupida, pero adaptada a las caracter¨ªsticas diversas del territorio que atraviesa. En definitiva, desarrollar nuestras redes secundarias (nuestro punto d¨¦bil en la comparaci¨®n estad¨ªstica con el resto de Europa), las conexiones intermodales (?cu¨¢ntos de los prometidos AVE pasar¨¢n por un aeropuerto?) y los servicios: la accesibilidad que promete la infraestructura s¨®lo se hace real cuando los operadores ofertan efectivamente servicios adaptados a las necesidades de los usuarios.
Quiz¨¢ as¨ª nos liberemos de la obsesi¨®n radial. Las infraestructuras se aprobar¨ªan por su funcionalidad y no por su valor simb¨®lico. Dejar¨ªan de ser un privilegio otorgado graciosamente por el ministro de turno en sus viajes "a provincias" para convertirse en una inversi¨®n p¨²blica justificada racionalmente desde principios de ordenaci¨®n del territorio y de desarrollo sostenible, y se detendr¨ªa la desenfrenada carrera por extender la red de cada uno de los modos por todo el territorio.
No estamos, en definitiva, ante una cuesti¨®n meramente morfol¨®gica, sino ante una manera distinta de entender la acci¨®n p¨²blica (como cooperaci¨®n entre administraciones) y el transporte (como una actividad al servicio del territorio y de sus habitantes y no como un sistema aut¨®nomo que se justifica en s¨ª mismo). Seguir con el modelo radial para completarlo y mallarlo con nuevas infraestructuras de alta capacidad es simple: s¨®lo exige dedicar recursos financieros a la tarea. Romper con la tendencia y crear un sistema integrado de transporte que ayude a cada territorio a desarrollar su dimensi¨®n europea, por el contrario, presupone un cambio de talante por parte de los responsables gubernamentales.
?ngel Aparicio Mourelo es doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Profesor titular de Transportes de la Escuela TS Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- SE Infraestructuras
- VII Legislatura Espa?a
- Ministerio de Fomento
- PP
- Secretar¨ªas de Estado
- Uni¨®n Europea
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ministerios
- Organizaciones internacionales
- Transporte ferroviario
- Tr¨¢fico
- Transporte carretera
- Gobierno
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Relaciones exteriores
- Transporte
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica