Anderson frustra al Barcelona
El Villarreal gana en el ¨²ltimo minuto tras un partido muy irregular y desordenado de los azulgrana
La venganza se sirve en plato fr¨ªo. El brasile?o Sonny Anderson estuvo apagado toda la noche del s¨¢bado, salvo en dos momentos: en los que pudo marcar al empezar el partido en un contragolpe, pero en el ¨²ltimo minuto no fall¨® y deshizo el empate. Recibi¨® un bal¨®n y, ante Cocu, lo pein¨® con suavidad hacia el palo que no cubr¨ªa V¨ªctor Vald¨¦s. El delantero ex azulgrana hizo el gesto del pistolero que tantas veces vio el Camp Nou y acab¨® sepultado por una monta?a de compa?eros. El Madrigal rugi¨® de alegr¨ªa y el Bar?a se fue cabizbajo y tocado. Su reacci¨®n de la segunda mitad, cuando Kluivert igual¨® el gol de Jos¨¦ Mari, no sirvi¨® de nada. Anderson frustr¨® al Bar?a, que ya no podr¨¢ presumir de ser el ¨²nico invicto fuera de casa. Quiz¨¢ no es eso lo peor: la sensaci¨®n de que sin Ronaldinho el Bar?a se hace mucho m¨¢s peque?o, pierde consistencia, ingenio, olfato y muestra demasiados alambres. Y hay para rato sin el brasile?o. Tiene para d¨ªas.
VILLARREAL 2 - BARCELONA 1
Villarreal: Reina; Belleti, Coloccini, Quique ?lvarez, Arruabarrena; Pedro Mart¨ª, Josico; Guayre (Javi Venta, m. 92), Riquelme, Jose Mari; y Anderson.
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Gabri, Puyol, Cocu, Van Bronckhorst; Xavi, M¨¢rquez (Iniesta, m. 46), Motta (Saviola, m. 69); Santamar¨ªa (Overmars, m. 46), Kluivert y Luis Garc¨ªa.
Goles: 1-0. M.39. Jose Mari toca lo justo para superar a V¨ªctor Vald¨¦s, a la salida de un saque de esquina lanzado por Riquelme y cabeceado en primera instancia por Coloccini.
1-1. M.71. Kluivert aprovecha el rechace en corto de Reina tras un duro disparo de Luis Garc¨ªa.
2-1. M.91. Anderson remata de cabeza y en plancha un centro desde la derecha de Belleti.
?rbitro: Losantos Omar. Amonest¨® a Guayre, Van Bronckhorst y Puyol.
Unos 20.000 espectadores el s¨¢bado en El Madrigal.
El Bar?a mejor¨® ostensiblemente en la segunda parte, cuando Rijkaard hizo cambios, pero el esfuerzo fue vano porque suspendieron al final su asignatura de saber hasta d¨®nde llegan sin Ronaldinho. Su desaz¨®n contrast¨® con el ¨¦xito de dos ex azulgrana: Anderson y Riquelme, que dirigi¨® con maestr¨ªa al Villarreal en la primera parte. El equipo de Benito Floro dio al Bar?a un meneo de mucho cuidado. El gol se mascaba en la grada. Y lleg¨®. Riquelme bot¨® un c¨®rner, Coloccini cabece¨® y el bal¨®n peg¨® en la coronilla de Jos¨¦ Mari para colarse en la red. Fue un gol con una pizca de fortuna, pero que hizo una inmensa justicia al derroche del equipo amarillo que gan¨® al Bar?a en todas sus l¨ªneas.
Sin Ronaldinho, el Bar?a volvi¨® a ser el equipo chato, previsible, lento y sin chispa. El plus de calidad se esfum¨® y se volvi¨® extremadamente vulnerable. La defensa, con un Puyol omnipresente, se multiplic¨® como pudo para contener los movimientos de Guayre y Jos¨¦ Mari, dirigidos por un Riquelme con el mismo gesto cansino del Camp Nou, pero m¨¢s efectivo. El Bar?a no tuvo nunca la pelota y Xavi se vio desbordado en su papel de imitar a la estrella brasile?a. M¨¢rquez, m¨¢s retrasado, intent¨® alg¨²n pase en diagonal o en profundidad. Pero ni Luis Garc¨ªa ni Sergio Santamar¨ªa, que debutaba como titular en lugar del lesionado Quaresma, pudieron con sus laterales. Y Kluivert se qued¨® arriba m¨¢s solo que la una.
Reina, ex portero del Bar?a, tuvo en la primera mitad el partido m¨¢s tranquilo del a?o. Justo lo contrario de su ex compa?ero V¨ªctor Vald¨¦s, que nada m¨¢s salir al campo se luci¨® ante Anderson. El guardameta debi¨® de agradecer que Puyol estuviera en su sitio abortando en el ¨¢rea balones de Jos¨¦ Mari y Guayre ante tantos balones robados. Riquelme fue el director del repertorio amarillo. Una jugada retrat¨® su noche: hizo un amago ante M¨¢rquez y al mexicano, impotente, s¨®lo le qued¨® darse la vuelta y mirar d¨®nde acababa el bal¨®n. Roz¨® el larguero. La grada core¨® su nombre y poco despu¨¦s lleg¨® el primer gol.
Rijkaard no tuvo m¨¢s remedio que corregir de forma fulminante en el descanso su estrategia. Santamar¨ªa, que le deslumbr¨® un d¨ªa en el Miniestadi, se qued¨® en el vestuario y sali¨® Overmars. M¨¢rquez pag¨® seguramente los platos rotos y cedi¨® su lugar a Iniesta para que hiciera de Ronaldinho. El equipo estuvo mejor puesto, recuper¨® cierto sentido t¨¢ctico, control¨® el bal¨®n y domin¨® el centro del campo. Pero parec¨ªa que le faltaba un palmo. El partido estaba abierto porque el Villarreal sigui¨® generando peligro con los contragolpes. Entonces, cuando menos se esperaba, lleg¨® el empate. Saviola acababa de salir por Motta -flirte¨® ¨¦ste de nuevo con la amonestaci¨®n y Rijkaard lo cambi¨®-, y meti¨® un centro que se sald¨® con un fuerte disparo de Luis Garc¨ªa. Reina cometi¨® su primer error de la noche: despej¨® con la manopla y se le escap¨® el bal¨®n. Kluivert no perdon¨®. El partido sigui¨® abierto hasta el final, pero al Bar?a, impecable en actitud, le falt¨® convicci¨®n y gol. Justo lo contrario que a Anderson quien, cuando vio el hueco, meti¨® la cabeza para que El Madrigal botara de alegr¨ªa.
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