La dif¨ªcil gesti¨®n del ¨¦xito
Europa asfixia a la Real Sociedad, cerca de los octavos de final en ella y del descenso en la Liga
El s¨¢bado, ante el Mallorca, la Real Sociedad se acerc¨® al infierno del descenso en la Liga espa?ola; hoy, ante el Olympiakos, acaricia la clasificaci¨®n para los octavos de final de la Liga de Campeones. Un equipo parad¨®jico el de Raynald Denoueix, que parece condenado a un estado futbol¨ªstico ciclot¨ªmico y que ha perdido el equilibrio que le llev¨® la pasada temporada a rozar el t¨ªtulo liguero. Hoy levanta demasiadas sospechas a pesar de que poco ha cambiado en la plantilla, salvo que todos sus componentes tienen un a?o m¨¢s.
Todas las versiones, oficiales y period¨ªsticas, explicaban el ¨¦xito con los mismos argumentos: la contrataci¨®n de un entrenador, el franc¨¦s, met¨®dico y concienzudo, que construy¨® un bloque y lo mantuvo de principio a fin. Futbol¨ªsticamente, la columna vertebral result¨® de total confianza: el portero Westerveld se antoj¨® infranqueable, el central Sch¨¹rrer otorg¨® experiencia a una l¨ªnea fr¨¢gil y Xabi Alonso atron¨® con un juego que ten¨ªa los mismos kilos de fuerza que de inteligencia en la mejor versi¨®n del medio centro. Por ¨²ltimo, la pareja Nihat, la velocidad, y Kovacevic, la potencia, aportaron el gol con una facilidad tan asombrosa que entre ambos consiguieron 43 de los 71 goles marcados. La Real no s¨®lo ten¨ªa un goleador, sino dos, tan distintos como compatibles. Todo un lujo.
El invento ya no funciona. La clasificaci¨®n para la Champions ha cambiado los planes de Denoueix, que, en vez de por un bloque fijo, ha apostado por una rotaci¨®n permanente, una dosificaci¨®n del esfuerzo, que ha acabado por confundir al plantel cuando no a generar criticas tan da?inas para una entidad que tiene demasiado recientes las trifulcas y los desencuentros de los a?os del miedo. Jugadores como De Pedro, Sch¨¹rrer, Rekarte o Nihat , insustituibles hace un curso, se han visto relegados al banquillo o a la grada en partidos trascendentes.
La situaci¨®n no es nueva en clubes medianos que alcanzan grandes objetivos. Curiosamente, el Celta y la Real, las dos sorpresas m¨¢s llamativas de la pasada campa?a, coquetean con los puestos traseros de la clasificaci¨®n. Westerveld, en unas declaraciones posteriores al partido contra el Juventus, en Tur¨ªn, de las que luego se arrepinti¨®, fue muy expresivo: "Si no pones a los mejores, pierdes".
El holand¨¦s no andaba errado. Algunos jugadores sostienen a los equipos con su sola presencia. Es el caso de Xabi Alonso, probablemente el ejemplo m¨¢s grafico de la paradoja realista. En la Real no acaba de coger la velocidad de crucero ni de ofrecer su capacidad para la llegada al ¨¢rea mientras en la selecci¨®n ha ofrecido ya un par de soberbias actuaciones. ?Por qu¨¦? Es la gran duda. ?Pago a su derroche f¨ªsico anterior? Puede ser. ?Posici¨®n? Es la misma de siempre. ?Cambio de pareja? Alkiza y Aranburu tienen caracter¨ªsticas similares y ambos adoran el trabajo. Las lesiones de De Pedro y la menor intensidad de Karp¨¬n, al borde de la retirada, s¨ª han supuesto un problema.
Pero, sobre todo, hay una raz¨®n: el gol, que, al parecer, ha re?ido con sus due?os. Kovacevc ha perdido reprise y Nihat punter¨ªa. El gol es siempre un misterio incluso para los m¨¢s dotados. Y la Real lo sufre. Hoy, ante el Olympiakos, tiene la oportunidad de lograr la clasificaci¨®n matem¨¢tica con una victoria y virtual con un empate. Tiene las bajas de Potillon y De Pedro y las dudas de Wersterveld, Karpin y Sch¨¹rrer. Para el rival, es la ¨²ltima baza para so?ar.
Olympiakos: Kateryiannakis; Venetidis, Pantos, Antzas, Anatolakis; Karembeu, Stoltidis, Niniadis, Mavrogenidis; Castillo y Giovanni.
Real Sociedad: Wersterveld; L¨®pez Rekarte, J¨¢uregui, Sch¨¹rrer o Kvarme, Aranzabal; Karpin o Lee, Xabi Alonso, Alkiza, Gabilondo; Nihat y Kovacevic.
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