"Ahora s¨®lo me seducir¨ªa un proyecto ganador"
Pedro Campos impuls¨® los tres proyectos espa?oles que compitieron en la Louis Vuitton, la competici¨®n previa a la Copa del Am¨¦rica, en las ediciones de 1992, 1995 y 2000. Este gallego, amigo personal del Rey, dice que la regata m¨¢s antigua y prestigiosa de la vela se ha convertido en una pugna entre multimillonarios de diferentes nacionalidades, circunstancia que ha da?ado el esp¨ªritu de la prueba.
Pregunta. Usted ha participado en la competiciones m¨¢s prestigiosas de la vela. ?Qu¨¦ tiene de diferente la Copa del Am¨¦rica?
Respuesta. Es el no va m¨¢s en cuanto a regatas cortas. El sue?o de cualquier regatista. A m¨ª, personalmente, me apasiona desde muy peque?o. En ella compiten los barcos m¨¢s veloces y precisos. La Copa del Am¨¦rica ha sido tradicionalmente una batalla tecnol¨®gica entre naciones. En las ¨²ltimas ediciones, y sobre todo en la ¨²ltima, esto se ha roto. Antes, cada pa¨ªs se identificaba con uno o dos barcos. Ya no es as¨ª: ahora es una pugna entre fortunas personales.
P. El magnate Bill Koch propuso hace a?os reducir los costes. ?Qu¨¦ piensa usted?
R. Comparto la teor¨ªa de Koch, que se gast¨® en 1992 una fortuna para ganar la regata. ?l consideraba que se hab¨ªan desmadrado tanto los presupuestos que muchos patrocinadores se desmoralizaban. Esto se solucionar¨ªa buscando f¨®rmulas para que los veleros resultaran menos caros. Por ejemplo, reduciendo su eslora. Entonces, competir¨ªan m¨¢s pa¨ªses y aumentar¨ªa el n¨²mero de participantes.
P. La ¨²ltima edici¨®n fue ganada por el Alinghi, un barco suizo tripulado por neozelandeses. Una revoluci¨®n, vamos.
R. Ernesto Bertarelli, el patrocinador suizo, lo hizo muy bien. Fich¨® al patr¨®n y a gran parte de la tripulaci¨®n que gan¨® en 2000. Se rompi¨® en cierta medida el esp¨ªritu de la prueba pero no las reglas, que se lo permitieron. Bertarelli tuvo que nacionalizar suizos a todos los tripulantes que fich¨® de origen neozeland¨¦s. Era la primera vez en la historia que de una forma tan clara se hac¨ªa esto. Es cierto que Paul Cayard, un americano, patrone¨® Il Moro de Venezia hace unos a?os; que un barco japon¨¦s tambi¨¦n tuvo un timonel americano, pero nunca se hab¨ªa producido el fichaje de todo un equipo por otro pa¨ªs.
P. ?Con qu¨¦ momento se quedar¨ªa de las tres ediciones en que particip¨®?
R. Hubo un momento inolvidable: nuestro debut victorioso en 1992 con el Espa?a 92. Ganar la primera regata nos enorgulleci¨® a todos. Los americanos, que defend¨ªa la copa, nos aplaudieron. Aquello fue incre¨ªble. Tambi¨¦n recuerdo la victoria ante el m¨ªtico Dennis Conner en 2000.
P. ?Qui¨¦n es para usted el mejor navegante moderno?
R. Depende de la especialidad; no es lo mismo la regatas cortas que las oce¨¢nicas. De todas formas, el que es bueno, lo es bueno en todo. El neozeland¨¦s Russell Coutts ha ganado las tres ¨²ltimas ediciones. Su r¨¦cord es inigualable. Tambi¨¦n est¨¢ Paul Cayard. Pero no hay que salir de Espa?a para encontrar buenos patrones. Aqu¨ª tenemos a To?o Gorostegui, Fernando Le¨®n, que ha sido oro ol¨ªmpico... Hay varios.
P. Espa?a es una potencia en regatas de crucero, pero no en la Copa del Am¨¦rica, ?por qu¨¦?
R. El presupuesto de un velero de competici¨®n es calderilla comparado con lo que cuesta un copa am¨¦rica. Apenas hay empresas ya que patrocinen un barco para la Copa del Am¨¦rica, porque rentabilizar la inversi¨®n es casi imposible. Los ¨²ltimos proyectos ganadores han sido impulsados por iniciativas privadas, como el Alinghi, palabra que no significa nada.
P. ?Por qu¨¦ la vela apenas tiene repercusi¨®n en la prensa espa?ola?
R. Hay varias causas. La primera es que los medios est¨¢n muy volcados en el f¨²tbol. Otra es que la vela es complicada de televisar. Pero todo esto est¨¢ cambiando. El tir¨®n que supone que Galicia acoja la salida de la pr¨®xima Vuelta al Mundo con escalas y que Valencia sea la sede de la Copa del Am¨¦rica va a beneficiar mucho a la vela en nuestro pa¨ªs. Son dos grandes competiciones en cuatro a?os.
P. ?Impulsar¨¢ otro desaf¨ªo espa?ol?
R. No creo. Despu¨¦s de participar en tres, s¨®lo me seducir¨ªa un proyecto ganador, y ahora mismo dudo mucho que en Espa?a haya empresas interesadas en gastarse una fortuna.
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