Bosnia, ocho a?os de ingenier¨ªa pol¨ªtica
En este pa¨ªs, tutelado en lo pol¨ªtico y subvencionado en lo econ¨®mico, pervive la rivalidad entre las tres nacionalidades
Algunos bosnios con humor definen a su Estado, surgido de los acuerdos de paz de Dayton en 1995, como un pa¨ªs con tres nacionalidades (bosnio-musulmanes, serbios y croatas), cuatro religiones (isl¨¢mica, cat¨®lica, ortodoxa y jud¨ªa) y... un mill¨®n de problemas. Se trata de una parodia de la propaganda del r¨¦gimen comunista en la antigua Yugoslavia, una rep¨²blica federal que salt¨® por los aires tras las guerras de los noventa.
En tono tambi¨¦n ir¨®nico y como muestra de la pervivencia de las rivalidades, los extranjeros que viven en Sarajevo confiesan que han aprendido tres idiomas por el precio de uno, ya que las tres nacionalidades han acentuado las variantes dialectales de una misma lengua, el serbocroata, para imponer una triple cooficialidad ling¨¹¨ªstica. "Las heridas f¨ªsicas se han cerrado en Bosnia-Herzegovina, pero las del alma tardan mucho en cicatrizar", comenta Rosa Elcarte, coordinadora de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI) para los Balcanes. "El dise?o de futuro del pa¨ªs fue un invento internacional de ingenier¨ªa pol¨ªtica. Esperemos que funcione", apostilla esta antigua pediatra que bascula entre el pesimismo de la raz¨®n y el optimismo de la voluntad.
El 60% de los j¨®venes quiere emigrar al extranjero, seg¨²n las encuestas
Ocho a?os despu¨¦s del final del conflicto m¨¢s sangriento que ha devastado el suelo europeo desde la II Guerra Mundial, las calles de Sarajevo apenas ofrecen huellas de la encarnizada lucha que se libr¨® entre 1992 y 1995 entre los sitiadores serbios y los defensores musulmanes y croatas. La ciudad, destino tur¨ªstico en los a?os ochenta y sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno en 1984, presenta un saludable aspecto desde el precioso barrio otomano hasta el elegante ensanche de la ¨¦poca austroh¨²ngara. Caf¨¦s, tiendas, bancos, mezquitas, iglesias y sus ya centenarios tranv¨ªas hacen olvidar los destrozos de la guerra, s¨®lo visibles en algunos barrios perif¨¦ricos. Gr¨²as y obras de reforma indican por todos los rincones que la reconstrucci¨®n sigue en marcha. Unos 40 organismos internacionales, con la ONU y la UE a la cabeza, se han implicado en la posguerra bosnia para frenar el estallido de nuevos conflictos.
Pero las fachadas rehabilitadas ocultan un 40% de paro, falta de oportunidades para los j¨®venes y la pervivencia de rivalidades entre las tres nacionalidades o pueblos constituyentes, como definen los acuerdos de Dayton a musulmanes, croatas y serbios.
Bosnia es desde hace ocho a?os un pa¨ªs cosido con alfileres, tutelado en lo pol¨ªtico y subvencionado en lo econ¨®mico. Entretanto, el 60% de los j¨®venes quiere emigrar al extranjero, seg¨²n las encuestas, y apenas dos o tres grandes f¨¢bricas han reanudado su actividad en un pa¨ªs lastrado por la herencia de medio siglo de comunismo. "La iniciativa privada brilla por su ausencia", se?ala un embajador de la UE en Sarajevo, "y ese impulso tiene que venir desde el exterior". El pap¨¢ Estado ha sido sustituido por la ayuda internacional.
Alem Selimovic tiene 30 a?os, particip¨® en la guerra como soldado con apenas 18 y tuvo que interrumpir sus estudios. Hoy se gana la vida con trabajos espor¨¢dicos como dibujante y resume el drama de su generaci¨®n: "Estamos hartos de los pol¨ªticos y de las continuas referencias a la guerra pasada. Los j¨®venes pasan de pol¨ªtica y eso qued¨® demostrado con la elevada abstenci¨®n juvenil en las pasadas elecciones, que volvieron a consagrar la hegemon¨ªa de los partidos nacionalistas (SDA entre los musulmanes, HDZ entre los croatas y SDS entre los serbios). S¨®lo nos preocupa c¨®mo buscarnos la vida y llevarnos algo de dinero al bolsillo. Mi generaci¨®n est¨¢ perdida y no encuentra futuro en este pa¨ªs".
?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando cierre sus puertas la Oficina del Alto Representante de Naciones Unidas (OHR, en sus siglas en ingl¨¦s), que ahora dirige el ex l¨ªder liberal brit¨¢nico Paddy Ashdown? Nadie lo sabe. Los funcionarios de la OHR est¨¢n convencidos de que la misi¨®n terminar¨¢ en un par de a?os y que m¨¢s tarde la UE se ocupar¨¢ de apoyar el despegue de este pa¨ªs que mira al club de Bruselas como el para¨ªso. Pero antes hay que construir un Estado de derecho. Ashdown ha sido muy taxativo al respecto: "En Occidente se suele pensar que lo que m¨¢s necesita un pa¨ªs que acaba de sufrir una guerra son elecciones. Ondead la bandera de la democracia, dejad que voten y todo ir¨¢ bien. Pero en Bosnia ya se han celebrado muchas elecciones en todos los niveles y lo m¨¢s importante, en definitiva, es imponer la ley y el orden".
Asegurada la estabilidad y garantizada la paz con la presencia de miles de tropas de la OTAN, el reto pasa porque funcione unido un pa¨ªs que actualmente cuenta con dos entidades pol¨ªticas (la Federaci¨®n croato-musulmana y la Rep¨²blica Serbia de Bosnia), dos banderas, dos ej¨¦rcitos y una desmesurada burocracia para contentar a las tres partes. "Dos de las tres nacionalidades se niegan a construir un pa¨ªs porque creen que sus verdaderas patrias est¨¢n en Croacia o en Serbia. S¨®lo los bosnio-musulmanes defienden de verdad Bosnia-Herzegovina en su actual configuraci¨®n. As¨ª resulta dif¨ªcil construir un futuro", dice un alto funcionario de la ONU en Sarajevo.
Europa es el sue?o de los casi cuatro millones de bosnios m¨¢s all¨¢ de ideolog¨ªas, religiones o edades. Baste decir que el PIB apenas alcanza la mitad del que Bosnia tuvo antes de la guerra. Nadie cree que el pa¨ªs pueda acceder a la UE antes de una d¨¦cada,pero como dice el embajador de Espa?a en Sarajevo, Rafael Valle, "en cualquier caso, este pa¨ªs ha mejorado mucho en ocho a?os y ha pasado de la posguerra a la transici¨®n. Ahora toca ayudar para que vuele solo".
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