El aroma de la Navidad llega a la plaza Mayor
Las 104 casetas del tradicional mercadillo cambian este a?o de color y se organizan en un cuadril¨¢tero
El mercadillo navide?o de la plaza Mayor ha sufrido una importante metamorfosis. Sus casetas han cambiado de color. Dejaron de ser blancas, como la nieve, y ahora visten un rojo intenso. Los 104 puestos ya no se organizan en largos pasillos, sino que este a?o, para sorpresa de muchos, han formado un cuadril¨¢tero. Son leves retoques en la forma, pero que saltan a la vista y alteran un paisaje eminentemente tradicional. Es la Nochebuena en formato anticipado, en un sitio que acumula todos los ingredientes de la Navidad.
Los habitantes de este singular universo, pese a los cambios, siguen siendo los mismos: pastores, belenes y adornos. El cielo, adornado con las hojas que caen a finales de oto?o. Los vendedores, resguard¨¢ndose del fr¨ªo, y moviendo sus manos entre zambombas, musgo, bengalas, confetis, panderetas, lucecitas, nacimientos, pinos, cortezas de alcornoque y guirnaldas. Todo un vocabulario que asoma repentinamente por esta ¨¦poca. Los carteles anuncian la venta de guitarras, maracas y platilleros.
"Me gusta estar aqu¨ª, es mi ilusi¨®n durante esta temporada", cuenta Miguel ?ngel Fern¨¢ndez, un madrile?o que sobrepasa los 40 a?os, bajito, en la caseta 19, y que habla con paciencia mientras su esposa atiende a los compradores. "Heredamos este oficio, es un derecho consolidado", agrega ¨¦l, orgulloso de que su abuelo, su padre y un t¨ªo hayan sido, en a?os anteriores, vendedores de este mercado.
Miguel ?ngel abre sus dos puestos a las nueve de la ma?ana y, habitualmente, los cierra sobre las diez de la noche. Los fines de semana, cuando los turistas se vuelcan sobre la plaza Mayor en busca de una foto, de una terraza, o del retrato o la caricatura de un artista callejero, su jornada se extiende por obligaci¨®n una hora m¨¢s. "Si no fuera por nosotros, sus trabajadores, este mercado no existir¨ªa", relata Miguel ?ngel, convencido de la importancia hist¨®rica de esta tradici¨®n y de su trascendencia para la ciudad. Las figuras del nacimiento que vende este hombre afable, elaboradas en barro y tela, son tra¨ªdas de Murcia. "Tienen una gran calidad, los pastores vienen en diferentes tama?os".
A su lado, Aurelia se jacta de ser una de las pocas vendedoras que acepta tarjeta de cr¨¦dito para pagar la mercanc¨ªa. Seg¨²n ella, ese toque le da cierta modernidad a su caseta. "Como los ¨¢rboles nos ocupan mucho espacio, y pueden irse al suelo por los vientos de estos d¨ªas, he decidido guardarlos. ?C¨®mo los ofrezco? Los ense?o en fotograf¨ªas y, si los clientes me piden uno, los desarmo y los saco de la peque?a bodega que tengo atr¨¢s".
El mercadillo, oficialmente, ser¨¢ inaugurado el pr¨®ximo viernes. Ese d¨ªa tambi¨¦n se encender¨¢ el alumbrado de Navidad en las calles de la ciudad. Pero ya desde la semana pasada, los compradores pasean en masa por la plaza Mayor. Fue en 1944, en plena posguerra, cuando el mercadillo se traslad¨® a este espacio, tras funcionar en sitios como la calle de Atocha y la plaza de Santa Cruz.
Los puestos abrieron el pasado d¨ªa 28 y ser¨¢n desmontados el 31 de este mes, cuando arranque el montaje del escenario y de las tribunas que en la noche del 5 de enero albergar¨¢n la cabalgata de los Reyes Magos.
"Me gusta que mi ¨¢rbol lleve bolas que compro en Par¨ªs, Londres y Madrid. Las que consigo en esta ciudad son muy bellas", afirmaba ayer una joven italiana, entusiasmada por la oferta variopinta que ofrece el mercadillo.
"Es el sitio que escojo todos los a?os para adornar mi nacimiento. Encuentro todo lo que busco. Veo que este a?o han cambiado muchas cosas y eso me agrada; hay m¨¢s espacio para caminar, y para estar pendientes de los carteristas", comentaba otra mujer.
Adem¨¢s de a los tradicionales objetos navide?os, los puestos tambi¨¦n le abren espacio a la broma, para preparar el d¨ªa de los Santos Inocentes, el 28 de diciembre. Concepci¨®n vende en su puesto, entre otras cosas, los huevos que nunca se rompen, el sonido del pedo, olores f¨¦tidos y la tinta que desaparece. Por su parecido con la realidad sobresale la caca. "Es muy graciosa, la gente la lleva", dice la mujer.
Sobre la rentabilidad que deja el mercadillo a fin de a?o, los vendedores consultados coinciden en se?alar que los resultados son "suficientes", pero no "extravagantes". "No todo lo que luce es oro. Las ventas apenas nos permiten recuperar lo que hemos invertido", se?ala un vendedor.
Los visitantes que ayer buscaban las im¨¢genes del Ni?o Jes¨²s, la Virgen Mar¨ªa, los pastores y los Reyes Magos reconoc¨ªan los cambios en el mercadillo. Las opiniones eran contrarias. Algunas personas consultadas manifestaban su agrado por el nuevo espacio, destacaban su "amplitud", pero otras expresaban que lo sent¨ªan "extra?o". Blas Calatayud, de la Asociaci¨®n del Mercado Tradicional de la Plaza Mayor, que agrupa a 120 vendedores, se?ala que los cambios fueron acordados con el Ayuntamiento y que, adem¨¢s de los colores de las casetas y su disposici¨®n, tambi¨¦n incluyen la instalaci¨®n en la plaza Mayor de un cartel de la pintora Delia Piccirili para "anunciar la Navidad en Madrid".
"No siento los cambios, este mercadillo sigue siendo el mismo que he visitado durante muchos a?os", apuntaba un viandante.
Con sus cambios est¨¦ticos, el enclave navide?o vive su propio ritmo. Aparece engalanado de bolas y de estrellas, anunciando, como siempre, la Navidad.
Una ciudad iluminada
El pr¨®ximo 5 de diciembre se inaugurar¨¢ el alumbrado navide?o. Cerca de 500.000 microl¨¢mparas construidas en Puente Genil (C¨®rdoba) iluminar¨¢n las noches de la ciudad. Las calles que tendr¨¢n una luz especial ser¨¢n las del entorno de Sol, plaza de la Villa, Gran V¨ªa, Callao, Mayor, Ibiza, General Ricardos,avenidas Ciudad de Barcelona y Albufera, Bravo Murillo y Alcalde Sainz de Baranda, adem¨¢s de las plazas de Santa Ana y Col¨®n.
El Ayuntamiento ha establecido contactos con los comerciantes de las plazas de Espa?a, Santa Ana, Col¨®n y Oriente para acordar la instalaci¨®n de un alumbrado que mantenga una cierta consonancia con el del resto de la ciudad. En la plaza Mayor, los madrile?os, adem¨¢s, tambi¨¦n podr¨¢n contemplar dos belenes, uno en la Sala de Columnas de la Casa de la Panader¨ªa -obra de Jos¨¦ Luis Mayo-, que acaba de adquirir el Ayuntamiento, y otro cedido por la Comunidad de Murcia que se colocar¨¢ debajo de una carpa frente al edificio de la Junta Municipal de Centro.
El Consistorio ha informado de que se reforzar¨¢ la labor inspectora de los ¨¢rboles, para que no se ponga a la venta ninguna especie protegida, y el material pirot¨¦cnico.
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