El Deportivo sigue atascado

Un empate, s¨®lo eso. Ni siquiera un gol, porque el que se llev¨® lo hizo la defensa del Valladolid. El Deportivo sali¨® de Zorrilla vivo de milagro pero a?adi¨® un dato m¨¢s a su crisis de resultados en un partido en el que hizo tan poco por ganar que hasta su tanto fue obra de un rival en su propia puerta. Los cambios que introdujo Irureta en su equipo titular no sirvieron de casi nada. S¨®lo para constatar el ¨ªnfimo nivel de forma en el que se mueve Diego Trist¨¢n y lo esencial que resulta en este equipo Mauro Silva. El Valladolid sum¨® una jornada m¨¢s sin perder, ya son siete, pero su nueva condici¨®n de equipo revelaci¨®n le relaj¨® y termin¨® rebajado a pelear por un empate que lleg¨® casi de casualidad, pese a que por momentos estuvo muy por encima de su rival.

Al Deportivo le doli¨® desde el inicio la ausencia de Mauro Silva. Sin el brasile?o, Valer¨®n se qued¨® sin el amplio surtido de balones que normalmente recibe. Retras¨® su posici¨®n, busc¨® m¨¢s abajo pero ten¨ªa mucho campo que recorrer y lo ¨²nico que alcanz¨® a terminar fue un disparo lejan¨ªsimo. Con todo, el gran perjudicado de la noche fue Trist¨¢n. El delantero sevillano volv¨ªa al equipo titular despu¨¦s de un mes y fue el m¨¢s extraviado de todo el grupo de Irureta. Lento, desasistido y peleado con el mundo, s¨®lo tuvo una opci¨®n de gol en un centro perfecto de Fran. Nada m¨¢s en la peor versi¨®n de s¨ª mismo.

Con tal escenario, el Valladolid se hizo muy pronto con un control casi absoluto sobre el partido. Fernando V¨¢zquez no hizo caso de lo peligroso de su rival y regres¨® a su apuesta m¨¢s ofensiva. Cambi¨® los dos pivotes defensivos por dos medias puntas y el enredo que provocaron ?scar y Sousa entre los centrales deportivistas fue may¨²sculo. Tanto fue el asedio que en s¨®lo una parte el Valladolid lleg¨® a tener hasta nueve saques de esquina de los que no obtuvo beneficio porque Makukula decidi¨® hacer la guerra por su cuenta, y porque Molina acert¨® a salvar un remate a bocajarro de Jes¨²s.

Todo cambi¨® en cuanto se inici¨® la segunda parte y Jonathan ech¨® un borr¨®n sobre su impecable actuaci¨®n y en un intento de despeje cabece¨® a la escuadra de Bizarri. El Valladolid se resquebraj¨® y el Deportivo comenz¨® a crecer. Irureta hab¨ªa ido metiendo ox¨ªgeno en su l¨ªnea de creaci¨®n y cada vez el Deportivo estaba m¨¢s metido en el partido, pero el Valladolid tiene la fortuna de cara y cuando m¨¢s hab¨ªa estropeado su expediente Makukula se dedic¨® a pelear, una vez m¨¢s, en el ¨¢rea y el bal¨®n lo consigui¨® cabecear ?scar a la red.