Diez grandes investigadores espa?oles piden un pacto de Estado para la ciencia

La ciencia en Espa?a adolece de los recursos necesarios para competir en igualdad de condiciones con los pa¨ªses de su entorno. "El reloj se par¨® en 1989", constataron 10 cient¨ªficos que forman parte de la ¨¦lite de la biomedicina espa?ola, reunidos el pasado mi¨¦rcoles en Madrid. El incremento real de los presupuestos destinados a investigaci¨®n, mejoras en la gesti¨®n y una "mejor coordinaci¨®n institucional" es necesario para dar un primer salto cualitativo que acerque el sistema cient¨ªfico y tecnol¨®gico espa?ol a Europa; para lograrlo, "es imprescindible" un "gran pacto de Estado" que d¨¦ estabilidad al sistema. ?sta es la principal conclusi¨®n que los cient¨ªficos plasmar¨¢n en un documento que remitir¨¢n al Gobierno, los partidos y las autonom¨ªas.

Los 10 investigadores fueron convocados por la Sociedad Espa?ola de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular (SEBBM) para analizar la situaci¨®n de la ciencia en Espa?a y, de manera particular, la de la biomedicina y las ciencias de la vida. A juicio de los asistentes, entre los que se encontraban los directores de la mayor¨ªa de los grandes centros biom¨¦dicos espa?oles, el pacto de Estado debe servir para situar el pa¨ªs "en la situaci¨®n que le corresponde por su desarrollo social e industrial" no m¨¢s tarde del a?o 2010. En su elaboraci¨®n, precisaron, deben participar el Gobierno, todos los partidos pol¨ªticos y las comunidades aut¨®nomas. "Con no demasiado dinero basta para salir de pobres", se?alaron.

En opini¨®n de Margarita Salas, reconocida bi¨®loga y presidenta del Instituto de Espa?a, el sistema cient¨ªfico espa?ol est¨¢ preparado para dar "el salto cualitativo" necesario para acercarlo a la media europea. Para ello "bastan" grupos s¨®lidos de investigaci¨®n adecuadamente financiados y dotados con los espacios y servicios que exige la actual ciencia de ¨¦lite internacional, a?adi¨® Federico Mayor Men¨¦ndez, ex director del Centro de Biolog¨ªa Molecular (CBM) de Madrid.

"Para que un pa¨ªs est¨¦ en la ¨¦lite", matiz¨® Mariano Barbacid, director del Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO), "debe tener ciencia propia", lo cual significa construir una pir¨¢mide que tenga en su c¨²spide centros y plataformas de excelencia y en su base investigadores "suficientemente formados y motivados". Otra cosa, remach¨® F¨¦lix Go?i, director de la Unidad de Biof¨ªsica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y ex director general vasco de Pol¨ªtica Cient¨ªfica, ser¨ªa mantenerse en la mediocridad. "Espa?a debe plantearse si quiere hacer ciencia de verdad o simples pr¨¢cticas de laboratorio", ilustr¨®.

Revisi¨®n a fondo

Para participar de la ¨¦lite, resumi¨® Joan Guinovart, director del Instituto de Investigaciones Biom¨¦dicas de Barcelona, el sistema espa?ol debe revisar en profundidad al menos tres aspectos "fundamentales": la dotaci¨®n de los proyectos de investigaci¨®n, "claramente escasa y fragmentada"; la pol¨ªtica de centros, y el acceso a las tecnolog¨ªas y plataformas tecnol¨®gicas que permiten el avance de la biomedicina. "La gen¨®mica y la prote¨®mica", abund¨® en referencia a dos herramientas b¨¢sicas, "tienen un coste alt¨ªsimo, y con el dinero que recibimos apenas nos da a menudo para unos pocos biochips".

El dinero necesario para dotar "correctamente" los proyectos de investigaci¨®n, apunt¨® Barbacid, podr¨ªa suponer "cantidades modestas" en relaci¨®n con lo que se invierte actualmente. "Ser¨ªa suficiente con duplicar o triplicar las inversiones de aqu¨ª a 2005 y desarrollar una pol¨ªtica de centros adecuada".

?Cu¨¢nto significar¨ªa esa inversi¨®n en n¨²meros absolutos? "Es imposible cuantificarlo con precisi¨®n", lament¨® Vicente Rubio, director del Instituto de Biomedicina de Valencia. "Nadie sabe con exactitud qu¨¦ cantidades se destinan realmente a investigaci¨®n". Pero, por mucho que se incrementaran las dotaciones, "continuar¨ªa siendo poco" para el conjunto de la econom¨ªa espa?ola. Rubio plante¨® como posible soluci¨®n "sacar a la ciencia del Gobierno" o, al menos, definir un modelo que d¨¦ transparencia y eficacia al sistema actual.

Jes¨²s ?vila, director del Centro de Biolog¨ªa Molecular y actual presidente de la SEBBM, se conformar¨ªa en un primer momento, igual que Salas, con que el Gobierno y el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa "cumplan lo que prometen", en especial en lo que se refiere a calendarios.

"Nunca sabemos cu¨¢ndo se van a publicar las convocatorias [de ayuda a la investigaci¨®n] y menos a¨²n cu¨¢ndo se van a pagar", apunt¨® ?vila en clara alusi¨®n a los constantes y reiterados retrasos en el pago de proyectos que padecen los investigadores.

Escasa coordinaci¨®n

Una segunda f¨®rmula, avanz¨® Jos¨¦ L¨®pez Barneo, director de investigaci¨®n del hospital universitario Virgen del Roc¨ªo de Sevilla, deber¨ªa pasar por dar soluci¨®n "al grave problema institucional" que afecta a la financiaci¨®n del sistema p¨²blico espa?ol. "Con tan bajas dotaciones", resumi¨®, "los investigadores nos vemos forzados a acudir a distintas fuentes dentro del propio pa¨ªs". La escasa o nula coordinaci¨®n entre ellas, precis¨® en clara referencia a los ministerios de Ciencia y Tecnolog¨ªa y de Sanidad, conduce a "incompatibilidades absurdas" cuando no a "graves desencuentros". De ah¨ª que reformular el sistema para dotarlo adem¨¢s de los recursos necesarios, "de mayor transparencia y eficacia", exija un acuerdo global entre todas las partes implicadas, desde el Gobierno a los distintos ministerios, pasando por las comunidades aut¨®nomas y la propia comunidad cient¨ªfica, requiri¨® Miguel Beato, director del Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica de Barcelona.

Algo que Carlos Mart¨ªnez Alonso, director del departamento de Inmunolog¨ªa y Oncolog¨ªa del Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa, resumi¨® en forma de un "gran pacto de Estado" que garantice el crecimiento sostenido del sistema y, sobre todo, lo dote de estabilidad. Lo ideal ser¨ªa suscribirlo de inmediato, con la vista puesta en 2010, a?o en el que la Uni¨®n Europea se ha planteado alcanzar el 3% de su PIB destinado a I+D. Una cifra, recordaron todos, que triplica el 0,96% que dedica Espa?a a este concepto.