Pol¨ªticas de escaparate
Una de las mayores carencias del sistema cient¨ªfico espa?ol es la escasa presencia de centros de proyecci¨®n internacional, adem¨¢s de plataformas tecnol¨®gicas que permitan participar en los principales retos cient¨ªficos. En los ¨²ltimos a?os, recordaron los 10 cient¨ªficos reunidos por la Sociedad Espa?ola de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular (SEBBM), apenas tres centros capaces de cumplir con estas expectativas en el ¨¢mbito biom¨¦dico han abierto sus puertas en Espa?a: el Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO) en Madrid, el Instituto de Investigaciones Biom¨¦dicas (IIB) y el Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica (CRG), ambos en Barcelona. Y todos ellos, lamentaron, con dificultades debido a los "restrictivos presupuestos" que se ven obligados a administrar. A estas iniciativas cabr¨ªa sumar el anuncio de construcci¨®n de una fuente de luz de sincrotr¨®n en Catalu?a.
En este contexto de "dinero escaso", las miradas se centraron en las prioridades de gasto del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. "No tiene sentido lo de Pedro Duque cuando no hay dinero para centros", espet¨® Margarita Salas en alusi¨®n a la misi¨®n del astronauta espa?ol, pagada por el ministerio. "Espa?a apenas ha contribuido en ninguno de los grandes retos cient¨ªficos desde Santiago Ram¨®n y Cajal", abund¨® Vicente Rubio.
Escaso impacto
Mariano Barbacid ilustr¨® la situaci¨®n con un dato simple: "Los investigadores espa?oles s¨®lo han publicado 12 art¨ªculos en 2003 en revistas de alto impacto como Science, Cell o Nature", mientras que en el mismo periodo, Francia ha publicado 72. La r¨¦plica es de F¨¦lix Go?i: "Los que publican ahora son los que se formaron hace 15 o 20 a?os". "?Y qui¨¦n va a publicar dentro de 20 si no hay espacios ni condiciones para j¨®venes investigadores?", continu¨® Margarita Salas. "Al final nos peleamos por migajas", pareci¨® cerrar Barbacid.
Faltaba la guinda: "En Espa?a no ha habido pol¨ªtica cient¨ªfica desde 1989", solt¨® Jos¨¦ L¨®pez Barneo. A lo que Go?i respondi¨®: "La pol¨ªtica es simplemente de escaparate". Adem¨¢s de la misi¨®n de Duque, el anuncio de doblar la aportaci¨®n espa?ola para el proyecto ITER para que Vandell¨®s pudiera ser su sede, los reiterados llamamientos a la industria para que invierta en ciencia "sin crear las condiciones adecuadas" o la escasa transparencia en la asignaci¨®n de fondos a la investigaci¨®n militar, recibieron el mismo calificativo.
Y en plena discusi¨®n, alguien plante¨®: ?Para qu¨¦ un Ministerio de Ciencia en estas condiciones? "Hay f¨®rmulas que han demostrado ser ¨²tiles en pa¨ªses de nuestro entorno e incluso en Espa?a en el pasado", intervino Carlos Mart¨ªnez Alonso. "Pero, por favor", termin¨® un asistente, "que pongan a alguien que entienda de esto, que sea un ministro que sepa de lo que habla".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.