Presos con el agua al cuello

A los desastres causados por las inundaciones en el sur de Francia se sum¨® ayer una operaci¨®n en verdad extraordinaria: todos los presos de la c¨¢rcel de Arles, 193, fueron evacuados cuando las aguas del r¨ªo R¨®dano pugnaban por arrasar la prisi¨®n. La corriente desbordada del gran r¨ªo del sureste amenazaba anoche el centro de esta ciudad de 50.000 habitantes, situada 37 kil¨®metros al sur de Avi?¨®n.

El jueves por la noche, carceleros e internos se encontraban con el agua a la altura del pecho en un moderno edificio de dos plantas, inaugurado en 1991. "Hubo que subir al piso superior a los internos que estaban en las 60 celdas de la planta baja", cont¨® uno de los vigilantes. Y precis¨®: "Para sacarlos fue necesario serrar los barrotes de las ventanas". La cocina, los talleres, el gimnasio y los ordenadores que gobiernan las alarmas y la apertura el¨¦ctrica de las puertas hab¨ªan quedado todos fuera de servicio. Sin comida, calefacci¨®n ni tel¨¦fono, con todos los presos api?ados, cabe imaginarse el ambiente en una c¨¢rcel alumbrada s¨®lo por un grupo electr¨®geno.

Se pens¨® en pedir veh¨ªculos anfibios al Ej¨¦rcito o intentar achicar el agua, pero las autoridades decidieron finalmente sacar a la poblaci¨®n reclusa, en la que figuraban ex miembros del grupo terrorista Acci¨®n Directa, autores de actos violentos en C¨®rcega y condenados por bandidaje a gran escala. Esta c¨¢rcel sufri¨® un sangriento intento de evasi¨®n hace un a?o. Un comando armado intent¨® el asalto y murieron uno de los presos y un asaltante.

La evacuaci¨®n comenz¨® ayer, al alba. Los internos, maniatados, y muchos de ellos con los pies trabados, fueron trasladados poco a poco en lanchas neum¨¢ticas hasta tierra firme, a un kil¨®metro de los muros. A medida que iban llegando pasaban a los furgones encargados de repartirlos por las prisiones cercanas. Los m¨¢s peligrosos tuvieron derecho a viaje individual. La evacuaci¨®n termin¨® cuando ya era noche cerrada.

"Esto es una premi¨¨re", resalt¨® el ministro de Justicia, Dominique Perben, tras supervisar las operaciones desde un helic¨®ptero. Las inundaciones son tan enormes que las autoridades de Par¨ªs han aceptado encantadas una oferta alemana de ayuda: una columna de 850 hombres, 250 veh¨ªculos y sistemas de bombeo de gran capacidad para achicar los millones de metros c¨²bicos que han convertido la zona en un gigantesco embudo. Avi?¨®n, Marsella, Montepellier y Arles se han convertido en peque?as Venecias y seis personas han muerto.