Una silla para la paciencia
Las quejas de los usuarios sobre las salas de espera en los hospitales se centran en la falta de espacio, de asientos y, en alg¨²n caso, de higiene
?Qui¨¦n no ha estado en una sala de espera de un hospital? Pocos, seguramente. A diario, miles de personas (enfermos o familiares) acuden a los hospitales, donde, en ocasiones, tienen que aguardar horas y horas hasta que termina la visita. Un chequeo de las salas de espera de ocho hospitales de la comunidad, uno por provincia, revela que en los ¨²ltimos a?os estas zonas han mejorado, aunque todav¨ªa existen algunas carencias. Las quejas de los usuarios se centran en lo reducidas que son las salas de espera, especialmente en las Urgencias, lo que hace que se produzcan aglomeraciones; en la falta de asientos y, en menor medida, en la temperatura o en la higiene.
ALMER?A Hospital Torrec¨¢rdenas
"Torrec¨¢rdenas se qued¨® chico en el mismo momento en que lo inauguraron", sentencia Charo Matar¨ªn, de 40 a?os. Esta mujer, vecina de Almer¨ªa, interpuso hace dos semanas una reclamaci¨®n en el servicio de atenci¨®n al usuario del complejo hospitalario de Almer¨ªa a tenor de lo que vivi¨® en una de las salas de espera. Charo acudi¨® a hacerse la anal¨ªtica a la que est¨¢ obligada cada tres meses tras una operaci¨®n y pis¨® el hospital a las 9.05 para sacar n¨²mero. Le toc¨® el 321 y se fue derecha a la sala de espera de anal¨ªtica, donde comprob¨® que s¨®lo hab¨ªa 40 asientos. No la llamaron de ventanilla para entregar su documentaci¨®n hasta las 10.35 y no le sacaron sangre hasta las 11.20. "All¨ª est¨¢bamos todos, m¨¢s de 300 personas en ayunas y de pie. Mucha de esa gente viene de pueblos de la provincia y madrugan una barbaridad, por lo que hab¨ªa personas mareadas por no haber desayunado. Como no cab¨ªamos todos en la sala ten¨ªamos que estar en los pasillos, donde estorb¨¢bamos a infinidad de camillas y a sillas de ruedas que pasaban", dice.
El complejo hospitalario de Torrec¨¢rdenas cuenta con una sala de espera, m¨¢s bien reducida, en cada ¨¢rea. Son salas funcionales, con sillones en polipiel negros, y cuentan con una m¨¢quina de caf¨¦ y otra de agua. En verano disponen de aire acondicionado y en invierno de calefacci¨®n. Beatriz Dom¨ªnguez (31 a?os), que ha pasado mucho tiempo en el edificio por problemas de salud de algunos familiares, asegura que "siempre" tiene que quedarse gente fuera de las salas de espera por falta de espacio. "Ahora s¨®lo permiten la entrada de dos familiares por enfermo y la cosa habr¨¢ mejorado. Pero hace unos meses entraba todo el que quer¨ªa", denuncia.
En la secci¨®n de urgencias la cosa cambia. Existen dos salas de espera: una para el enfermo acompa?ado de un familiar con sillas de pl¨¢stico y otra para el resto de familia, que dispone de dos aseos, m¨¢quina de caf¨¦ y m¨¢quina de agua.
C?DIZ Hospital Puerta del Mar
En este hospital, los pasillos est¨¢n a diario llenos de gente y bullicio. Sentados o de pie, aguardan con paciencia su turno. ?sa es precisamente una de las principales quejas: la espera. "Llevo aqu¨ª un mont¨®n de tiempo, m¨¢s de una hora", se queja Teresa Ortiz, paciente de cirug¨ªa. "Pero al menos los asientos son c¨®modos". No se puede decir lo mismo de la temperatura. El calor es sofocante. "La ¨²ltima vez que estuve en el hospital cog¨ª una bronquitis del cambio de temperatura que me dio al salir", a?ade.
Aunque la protesta es general, algunas personas s¨®lo ven ventajas en la espera. Rosario Aparicio acompa?a a su madre, de 75 a?os, a una revisi¨®n, despu¨¦s de que los m¨¦dicos le hicieran una intervenci¨®n de colon hace unas semanas. "Hace media hora que esperamos, pero habr¨¢ que aguantarse. Esto pasar¨ªa tambi¨¦n en una consulta de pago. Adem¨¢s, si los m¨¦dicos tardan, es buena se?al. Si tardan mucho, es que tratan bien a la gente".
La mayor¨ªa de las consultas tienen sitios vac¨ªos. Incluso hay sillas de mayor tama?o para personas obesas. Hay sillas negras de cuero, de pl¨¢stico marrones, de madera rectas, las hay blancas y anchas con el asiento curvado, y hasta mesas bajas que tambi¨¦n sirven para sentarse. Pero sin duda los privilegiados son los que encuentran un asiento libre en uno de los pocos sillones de cuero negros, tan grandes y tan blandos que algunos pacientes se quedan dormidos mientras aguantan la lenta espera.
C?RDOBA H. Reina Sof¨ªa
Este hospital cuenta con dos salas de espera en Urgencias, una de ellas para los familiares de pacientes de traumatolog¨ªa. La otra estaba el viernes 28 por la tarde tranquila. "El jueves por la tarde s¨ª estaba llena", comenta Mar¨ªa de los ?ngeles Alhama, asidua de esta estancia en la que espera que su padre sea trasladado a planta.
Las salas fueron trasladadas y remozadas hace unos a?os. Presentan un aspecto cuidado. Son espaciosas; llenas de m¨¢quinas de refrescos, caf¨¦, agua y tentempi¨¦s; dos cabinas de tel¨¦fonos apartadas del bullicio, junto a los aseos; y con la calefacci¨®n a temperatura agradable. Aunque la apariencia pudiera indicar lo contrario, "las sillas son c¨®modas", afirma Mar¨ªa de los ?ngeles. Esa sensaci¨®n parece sentir una se?ora que, al otro lado de la sala, logra echar una cabezada.
"No se oyen quejas", explica Mar¨ªa de los ?ngeles, "si acaso por las esperas". En eso coincide una se?ora, que prefiere no dar su nombre. Lleva "cuatro horas" en la sala de traumatolog¨ªa, en la que hay un televisor apagado, aguardando a su t¨ªa, que sufri¨® una ca¨ªda. Ambas coinciden en que el servicio es "profesional" y que, a pesar de las esperas, "no dejan de trabajar".
GRANADA Hospital Virgen de las Nieves
Las salas de espera de este centro presentan un aspecto decente. Est¨¢n limpias y cuidadas, especialmente las de los familiares de los enfermos ingresados en la UCI. Jos¨¦ D¨ªaz pasa all¨ª la mayor parte del d¨ªa porque su mujer est¨¢ ingresada. En la sala, a la que se accede con una tarjeta magn¨¦tica, hay 26 sillones, tantos como camas en la UCI. ?sa es quiz¨¢ la ¨²nica pega. "S¨®lo hay un sill¨®n por enfermo y a veces estamos m¨¢s de un familiar a la vez y s¨®lo uno se puede sentar", explica Jos¨¦ en la puerta del hospital. Otro de los all¨ª sentados, que prefiere no dar su nombre, quita importancia a la falta de sillones: "Estar aqu¨ª es duro, pero no por la sala, sino por la enfermedad". A los familiares se les entregan mantas.
El Virgen de las Nieves es el hospital m¨¢s grande de Granada. Tiene 1.100 camas repartidas en cinco centros de la ciudad. Fuentes del hospital se?alan que en el ¨²ltimo a?o se ha hecho un esfuerzo por acondicionar las salas de espera. El hospital ha invertido 82.257 euros en 15 sillones especiales para obesos y en acondicionar salas de espera de todos los centros. Las mismas fuentes reconocen que hay mucho por hacer.En la sala de espera del hospital maternoinfantil hay ducha para los familiares, algo que los responsables quieren ir extendiendo a todos los centros. Las salas de espera con m¨¢s gente est¨¢n en las consultas de d¨ªa, donde los enfermos esperan sentados en sillas de pl¨¢stico a pasar consulta.
Hasta hace una d¨¦cada los hospitales p¨²blicos descuidaban la hosteler¨ªa. La consigna era que el dinero fuera a medicina y no a hosteler¨ªa, que para eso estaban las cl¨ªnicas privadas. La mentalidad de la sanidad p¨²blica ha cambiado y las salas de espera tienen cuadros y otros detalles, aunque a veces son fuente de conflictos. Un responsable del Virgen de las Nieves recuerda que hace dos a?os instalaron una televisi¨®n en una sala de espera de los familiares. La televisi¨®n fue origen de muchos conflictos entre los familiares hasta que la quitaron.
HUELVA Hospital Juan Ram¨®n Jim¨¦nez
Las salas de espera de este hospital de la capital onubense est¨¢n equipadas con aire acondicionado y calefacci¨®n. Adem¨¢s, cada especialidad cuenta con una sala de espera individual compuesta de sillas y grandes ventanas.
Cada sala de espera dispone de una leyenda con el nombre y n¨²mero a la entrada de la consulta. Las consultas externas disponen de dos mostradores para atender al usuario y de un marcador del turno. Tambi¨¦n hay algunas m¨¢quinas expendedoras de zumos y caf¨¦s, sobre todo en la de extracciones y an¨¢lisis destinadas a las personas que tienen que realizar una prueba en ayunas. En cada planta y antes de acceder a la sala de espera hay colgado en la pared un directorio con el nombre de todas las consultas. Las salas de espera de las plantas de enfermos son un poco m¨¢s peque?as, acondicionadas con sillones. Isabel V¨¢zquez, de 67 a?os, afirma que las salas de espera est¨¢n en buenas condiciones y son confortables: "Te atienden muy bien. Tienes que esperar un poco pero aqu¨ª no se est¨¢ mal".
Por su parte, Antonia Escudero, de 65 a?os, afirma: "Los m¨¦dicos son extraordinarios aunque la burocracia es lenta. Tardan mucho. Lo ¨²nico que tienes que ir de un sitio a otro, de una sala de espera a otra". "La calefacci¨®n est¨¢ un poco alta", indic¨® Encarnaci¨®n Ruiz, que est¨¢ a la salida de la consulta de pediatr¨ªa.
Las quejas de los usuarios se centran en las salas de espera de las plantas de los enfermos: "No hay suficientes sillones y son muy inc¨®modos. Es un poco peque?a, adem¨¢s no hay cerca una cafeter¨ªa, tienes que salir fuera del hospital y si tienes un familiar enfermo, a veces no te puedes mover", dice Domingo Jos¨¦, de 41 a?os.
Hay dos salas de espera en urgencias. Una justo a la entrada principal con puertas que dan a la calle y otra en el interior del edificio. Luisa Abad Cortiz, de 70 a?os, afirma que el problema reside en que en esa sala "tienes que esperar muchas horas hasta que te digan qu¨¦ tiene el enfermo. Las sillas son incomod¨ªsimas, muy duras y hace en este ala un poco de fr¨ªo". En el interior de urgencias, Esteban Dom¨ªnguez, de 26 a?os, se?ala: "Se est¨¢ bien. Nunca va a ser como en tu casa evidentemente, pero no hace fr¨ªo y los sillones son c¨®modos".
JA?N Hospital Cl¨ªnico
Los familiares que acompa?an a los enfermos que acuden al servicio de urgencias de este hospital saben que deben esperar entre dos y tres horas hasta que son atendidos. ?sta es su mayor queja, que deja en un segundo plano la masificaci¨®n en las salas de espera, que obliga, con frecuencia, a esperar en la entrada o en los pasillos.
La falta de espacio, tal y como denuncia el sindicato de enfermer¨ªa Satse, es el principal problema porque estos espacios "siempre est¨¢n al completo". Esto provoca que la sala de espera de la UCI, donde los familiares permanecen d¨ªa y noche, no cuente con aseos con duchas, ni con un mobiliario c¨®modo, denuncia el sindicato. Del mismo modo, la principal queja de los padres que acuden al servicio de urgencias del Materno Infantil es la falta de espacio, al considerar "peque?a y algo asfixiante" la sala de espera. Por otro lado, y en t¨¦rminos generales, los familiares valoran el trato recibido por el personal del hospital.
M?LAGA Hospital Virgen de la Victoria
En M¨¢laga capital, los familiares de los enfermos que se hallan en el Hospital Cl¨ªnico Universitario Virgen de la Victoria coinciden en se?alar lo "desangeladas" y "poco higi¨¦nicas" que son las ¨¢reas reservadas para las esperas. Al existir libertad de horarios de visita para los enfermos que est¨¢n hospitalizados en planta, los descansillos del ascensor, junto a las escaleras, se han convertido en improvisadas salas de espera por las que no paran de pasar los visitantes que no encuentran sitio en la habitaci¨®n del enfermo o aqu¨¦llos que no aguantan sin echarse un cigarro pese a que en muchas paredes figura un cartel advirtiendo de la prohibici¨®n de fumar en todo el hospital.
As¨ª, estas zonas comunes de las plantas ofrecen una imagen que dista mucho de la que se esperar¨ªa en un hospital, sobre todo, como apunta Dolores Prieto, "durante la hora del almuerzo y de la merienda", cuando el volumen de visitas se multiplica coincidiendo con el horario de salida de los trabajos. "Mira c¨®mo est¨¢ la ventana, que incluso hay colillas en el marco", se?ala Dolores Prieto, una malague?a que lleva dos semanas velando "d¨ªa y noche" por la recuperaci¨®n de su hijo en la quinta planta de este centro. La apreciaci¨®n de Dolores se hace a¨²n m¨¢s patente en la peque?a zona com¨²n que antecede los pasillos de las habitaciones. Aqu¨ª, las minimalistas sillas y mesas se emplean como improvisadas papeleras donde se acumulan los envoltorios de las golosinas, las colillas y los botes vac¨ªos de los refrescos consumidos por las visitas.
"Creo que no es culpa de las limpiadoras, porque las pobres est¨¢n a cada rato pasando la mopa por las escaleras y recogiendo basuras", a?ade Dolores, quien apunta que estas zonas de las plantas deber¨ªan parecerse m¨¢s a la de la UVI. "All¨ª al menos hay sof¨¢s en los que descansar y se vigila que no se fume, aunque la calefacci¨®n est¨¢ siempre a tope y el calor sea agobiante", explica Dolores, quien a?ade una queja m¨¢s: lo dif¨ªcil que es acceder al hospital al estar ¨¦ste enclavado en la masificada zona universitaria de Teatinos y las pocas plazas de aparcamiento que hay.
SEVILLA Hospital Virgen del Roc¨ªo
Los familiares de los pacientes del Hospital Virgen del Roc¨ªo se quejan, sobre todo, de la sala de espera de las UCI. Dicen que son peque?as, que a veces no hay asientos para todos y no est¨¢n demasiado bien cuidadas.
Los enfermos de la UCI no tienen habitaci¨®n, por lo que sus familiares pasan el d¨ªa en estas zonas comunes. Sobre todo si la familia no es de Sevilla y tambi¨¦n toca pasar all¨ª la noche. La sala dispone de mantas y almohadas para echar una cabezada en los sillones. Los modelos m¨¢s c¨®modos, con el asiento y la espalda acolchada, tienen todos la tapicer¨ªa rajada. Hay tambi¨¦n alguna silla e incluso alguna que otra tumbona de playa.
Loli lleva una semana viviendo en el Hospital Virgen del Roc¨ªo de Sevilla esperando a que operen a su madre. Por ahora, tiene habitaci¨®n y s¨®lo pasa ratos en una sala de espera, de sillas de pl¨¢stico colocadas en hilera en una estructura met¨¢lica y que no se pueden mover. Pero tras la operaci¨®n, la madre quedar¨¢ ingresada en la UCI y Loli ya no dispondr¨¢ de sitio para dejar sus cosas medio guardadas ni de ba?o para asearse a diario. Es lo que m¨¢s la preocupa. "Yo veo a los familiares de la UCI ah¨ª amontonados, la sala es muy peque?a y no parece muy c¨®moda", dice.
Los familiares de los enfermos de la unidad de cuidados intensivos tienen una ducha a su disposici¨®n, aunque Ram¨®n, que la usa desde hace una semana, asegura que "las condiciones no son buenas para quien tiene que vivir aqu¨ª durante m¨¢s de tres d¨ªas".
Esta informaci¨®n ha sido elaborada por M. J. L¨®pez D¨ªaz, E. Bocanegra, A. Chaves, R. M¨¦ndez, L. Vallellano, R. Hern¨¢ndez, S. Mellado y R. Rinc¨®n.
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