El Museo Provincial de Ja¨¦n vuelve a abrir la sala ¨ªbera del Cerrillo Blanco

La escultura del Toro de Porcuna (Ja¨¦n), cuyo origen data del siglo VI antes de Cristo, vuelve a exponerse en el Museo Provincial de Ja¨¦n junto al conjunto escult¨®rico ¨ªbero del Cerrillo Blanco, uno de los ejemplos arqueol¨®gicos conservados m¨¢s emblem¨¢ticos de esta cultura milenaria.

Durante el fin de semana, el Museo Provincial ha vuelto a abrir al p¨²blico la sala de escultura ¨ªbera, cerrada provisionalmente por los trabajos que la Delegaci¨®n de Cultura ha realizado, en los ¨²ltimos meses, para la climatizaci¨®n de la sala de exposici¨®n y la mejor conservaci¨®n de las piezas.

El conjunto del Cerrillo Blanco presenta m¨¢s de una veintena de esculturas que han sido recuperadas desde que se produjo su hallazgo en 1975. En total fueron cerca de 1.500 los fragmentos de esculturas encontrados que yac¨ªan, cuidadosamente enterradas, en una zanja cubierta por grandes losas, y situada en la base de la ladera del Cerrillo Blanco, en las proximidades de la ciudad jiennense de Porcuna.

Seg¨²n los arque¨®logos, Cerrillo Blanco se presenta como una necr¨®polis cuya actividad funeraria abarca desde ¨¦poca tart¨¦sica (siglo VII a. C.) hasta tiempos prerromanos (siglo II a. C.).

La escultura del Toro de Porcuna, encontrada en 1946 pr¨®xima a la necr¨®polis, se convirti¨® en uno de los primeros descubrimientos que catapult¨® a la provincia de Ja¨¦n como uno de los referentes nacionales e internacionales para el estudio de la cultura ¨ªbera.

El toro era una de las im¨¢genes m¨¢s importantes dentro de la cultura ¨ªbera y la figura de este animal se manifestaba tambi¨¦n en adornos, monedas y dibujos sobre cer¨¢micas o exvotos. Seg¨²n los investigadores, el Toro de Porcuna debi¨® ser un motivo sagrado y en ¨¦l se observa una actitud alejada de toda acci¨®n o violencia, lo que la considerar¨ªa como la representaci¨®n de un dios-toro. Esta escultura, junto a otras siete del conjunto del Cerrillo Blanco, han formado parte de diferentes exposiciones itinerantes que se han podido ver en las principales ciudades de Espa?a y del extranjero.

Todas estas piezas, junto a las procedentes de las excavaciones realizadas en el cerro de las Atayuelas, un santuario ¨ªbero tard¨ªo ubicado entre las poblaciones jiennenses de Fuerte del Rey y Torredelcampo, pasar¨¢n a presidir el Museo Internacional de Arqueolog¨ªa y Arte Ib¨¦rico.

La finalidad que se persigue es constituir una imagen completa de lo que es el mundo ¨ªbero no s¨®lo en la provincia de Ja¨¦n, sino en toda el ¨¢rea ¨ªbera, desde el sur de Francia hasta Andaluc¨ªa.

El Museo Internacional de Arqueolog¨ªa y Arte Ib¨¦rico se construir¨¢ en los terrenos de la vieja prisi¨®n de Ja¨¦n y la Junta espera iniciar la primera fase de las obras en 2004.