Asne Sierstad narra en 'El librero de Kabul' su experiencia tras un 'burka'
![Elisa Sili¨®](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fedb22054-d097-4563-bc91-1474ed48343d.jpg?auth=1e93401b84a57ddf3a74ce7ad95d8d6a18786fb8bb55a9dbc4d77e8fec627cc0&width=100&height=100&smart=true)
La periodista noruega Asne Sierstad dice estar en deuda con el pueblo de Afganist¨¢n y, por eso, donar¨¢ la mitad de sus ingresos por el libro El librero de Kabul a proyectos educativos all¨ª. Y ¨¦stos no son pocos, pues de la obra se llevan vendidos ya 750.000 ejemplares en Europa y ahora Maeva lo publica en castellano y Grup 62 en catal¨¢n. La autora, nacida en Copenhague en 1970, cont¨® en Madrid su experiencia tras un burka durante seis meses en Kabul con un correcto espa?ol salpicado de frases en ingl¨¦s.
Todo comenz¨® en noviembre de 2001 cuando la reportera lleg¨® a la ciudad. Una de las primeras personas que conoci¨® fue al librero Sult¨¢n Khan. "Primero, los comunistas me quemaron los libros, luego los muyahidin saquearon la librer¨ªa y, finalmente, los talibanes volvieron a quemar mis libros", le cont¨® el comerciante. Cogieron confianza y Sierstad se atrevi¨® a exponerle su idea: quer¨ªa convivir con la familia durante meses para escribir una obra que bucease en la intimidad de los afganos. "Sult¨¢n me invit¨® a su casa y durante la cena me di cuenta de que las mujeres no hablaban y se percib¨ªa en el ambiente que se escond¨ªan muchas cosas de la cotidianidad", explica la autora. "Bienvenida", dio por respuesta a la petici¨®n el librero, quien pese a ser te¨®ricamente un liberal, en la pr¨¢ctica era un opresor sexual en casa.
Fue as¨ª como Seirstad se instal¨® all¨ª con la hermana del librero, Leila, encargada de que no la faltase nada. Tres de los integrantes de la familia Khan le traduc¨ªan sus conversaciones al ingl¨¦s y ella ha omitido todo aquello que le pidieron que no contase. Asegura que llevar el burka en Kabul fue una "liberaci¨®n". Pese a pasar calor, no ver por los lados y apretarle las sienes, la indumentaria le permiti¨® conocer m¨¢s de cerca lo que suced¨ªa. "Me convert¨ª en invisible y pude ver sin ser vista", relata la escritora, prototipo de belleza n¨®rdica.
"Sult¨¢n est¨¢ disgustado con el libro. Pensaba que iba a publicar s¨®lo lo que ¨¦l me contaba. Me acusa de haber traicionado a su hospitalidad. ?l me contaba una cosa y yo ve¨ªa otra. Si hubiera escrito s¨®lo lo que ¨¦l quer¨ªa o¨ªr me hubiera salido un cuento de hadas, no un libro", afirm¨® la periodista, que se decidi¨® a dar al texto un aire de ficci¨®n. "?l es responsable de lo que dice porque sabe que en Occidente hay otra opini¨®n sobre los derechos humanos y tuvo la oportunidad de decir que no a mi propuesta", contin¨²a. "Me duele que piense as¨ª. Habl¨¢bamos de muchas cosas, incluso con humor. Era un patriarca, no un fundamentalista religioso, ni un intelectual. Le¨ªa mucho pero literatura de la zona, no conoce otras culturas. Ahora es famoso y acuden a entrevistarle de The New York Times, la BBC, CNN...", rememora.
"Estoy cansada de o¨ªr que Sult¨¢n es un peque?o hombre del Tercer Mundo y yo una mujer preparada del Primero que ha abusado de su confianza", se queja. "?l es el jefe del clan y nadie le cuestiona, todos acatan. Pens¨® que por primera vez alguien se le opon¨ªa. Desde hace meses dice que me va a poner una querella. Quiere quemar el libro, una iron¨ªa cuando ¨¦l ha salvado a miles de la hoguera. No me da la misma libertad que ¨¦l defiende", se lamenta la periodista.
"Los lectores no empatizan con Sult¨¢n y s¨ª con las mujeres y los ni?os", explica Sierstad. Sult¨¢n tiene una primera esposa, de unos 50 a?os y profesora de persa, y una segunda analfabeta, embarazada y con una ni?a. "La segunda estaba atemorizada porque Sult¨¢n la hab¨ªa dicho que se volver¨ªa a casar si ten¨ªa otra hija", recuerda. "Le angustiaba pensar que la tercera fuera yo", narra.
![La periodista Asne Sierstad.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RWCHF77AW5QGPWNHO6LH5VV4BI.jpg?auth=8777506de0a0185fd0af8e7c5af520c7d9adbafad0f31d869e5f2d9088db02ce&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Elisa Sili¨®](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fedb22054-d097-4563-bc91-1474ed48343d.jpg?auth=1e93401b84a57ddf3a74ce7ad95d8d6a18786fb8bb55a9dbc4d77e8fec627cc0&width=100&height=100&smart=true)