El ave f¨¦nix
Es duro escribir esto, pero as¨ª es, es la cruda realidad: el ave f¨¦nix ya no volver¨¢ a renacer de sus cenizas nunca m¨¢s. Sus incondicionales, sus amigos, o sus detractores, lo mismo da, todos habr¨¢n sentido la misma desaz¨®n al conocer la noticia.
Algunos a¨²n abrigaban alguna esperanza de su recuperaci¨®n, otros lo daban ya por completamente perdido y otros como mal menor intentaban al menos salvarle para la vida normal.
Pero ya no habr¨¢ m¨¢s Chava.
Bueno no exactamente, porque Chava seguir¨¢ siempre habiendo, pero tendr¨¢ que ser en el recuerdo. Porque el Chava no sab¨ªa pasar desapercibido por la vida de nadie. El no pod¨ªa, ¨¦l era un personaje con may¨²sculas, y siempre dejaba alg¨²n recuerdo grabado en fuego, aunque muchas veces no lo pretendiese.
En el pelot¨®n, como en tantos otros ¨¢mbitos, levantaba pasiones. Era ¨²nico. Indisciplinado y an¨¢rquico, su forma de entender el ciclismo no le hac¨ªa granjearse simpat¨ªas un¨¢nimes. O se era del Chava o no se le tragaba, no hab¨ªa un punto intermedio. Sin embargo, ¨¦l era simp¨¢tico y dicharachero con todos. Divertido y chistoso, ¨¦l viv¨ªa su vida y su oficio -todo era uno- a su manera; y disfrutaba como pocos sobre la bici, a pesar del trabajo que le pod¨ªa costar a veces algo tan cotidiano como salir a entrenarse.
Hablar de sus tardes de gloria sobra, pues todos las hemos vivido casi con la misma intensidad con la que ¨¦l lo hizo, pues era ¨²nico en el arte de trasmitir sus emociones, o de decir lo que pensaba a pesar de que no fuese ni mucho menos lo m¨¢s correcto. Hablar de su ocaso sobra tambi¨¦n por conocido. De hablar algo de ¨¦l, cualquiera de los integrantes del pelot¨®n podr¨ªamos contar infinidad de historias. Y quienes han estado m¨¢s a su lado ya no miles, sino millones. Buenas o malas, de todo habr¨¢, pero con ¨¦l la risa estaba siempre asegurada.
Yo un d¨ªa le escrib¨ª una poes¨ªa. Fue fruto de una apuesta en la Vuelta a Espa?a; ¨¦l me la ped¨ªa, para ligar dec¨ªa, y yo le dije que no, que le har¨ªa una poes¨ªa para alabarle, pero que o ganaba un par de etapas o nada. Y vaya si las gan¨®, a lo grande, como siempre hac¨ªa. Entonces vino a por m¨ª, a que cumpliera el trato, y yo, atropellado, le dije "tranquilo Jimmy, que est¨¢ aqu¨ª", se?alando a mi cabeza. As¨ª que al d¨ªa siguiente cumpl¨ª el trato y le di la poes¨ªa, no sin antes presionarle para que ganase aquel d¨ªa o si no nada. Venga que s¨ª, tranquilo, que eso est¨¢ hecho, tu d¨¢mela que yo gano. Y cumpli¨®, volvi¨® a cumplir, volvi¨® a ser aquel d¨ªa el ave f¨¦nix que ya nunca m¨¢s ser¨¢.
Pedro Horrillo es ciclista del equipo Quick Step-Davitam¨®n.
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